Mantén la fluidez

El flujo constante de efectivo significa que tu negocio está yendo bien y es fundamental que cuentes con el suficiente capital circulante para asegurar que todos reciban su paga a tiempo... incluyéndote a ti. Cuando estás esperando pago de un cliente tu flujo de efectivo se detiene.

Aquí es cuando, en muchos casos, el factoraje financiero puede salir al rescate – cuando un negocio pasa por períodos en que no puede afrontar todas sus obligaciones ya que se está a la espera del pago de una cuenta, tu flujo de efectivo puede continuar en vez de parar si utilizas alguna estrategia.

Si tienes un pequeño negocio, debes contar con una técnica para mantener tu flujo de efectivo fluido, por ejemplo, el factoraje de créditos por ventas ya realizadas. Esto significa que tomas un activo, tus cuentas a cobrar, y lo vendes a un tercero, llamado empresa de factoraje, quien te pagará por adelantado las facturas a tu nombre. De esta manera, recibes el capital necesario para cubrir tus obligaciones. Esta es una estrategia que puedes utilizar para mantener tu flujo de efectivo en movimiento.

Cualquier persona al frente de un pequeño negocio debe comprender el flujo de efectivo y asegurarse de que sus activos tienen la suficiente liquidez para convertirse en dinero en caso de necesitar cubrir obligaciones financieras. Esto ayudará a mantener tu empresa en el negocio, particularmente durante tiempos difíciles.

Además, de la liquidez de los activos depende la capacidad de un negocio de convertir esos activos en efectivo. Este es un factor fundamental en la práctica de toda pequeña empresa, ya que el capital circulante es realmente crucial en las operaciones comerciales. El capital circulante y la liquidez le permiten a los propietarios de las empresas afrontar sus obligaciones y seguir operando. Un buen flujo de efectivo es vital para la subsistencia de un negocio, ya sea grande o pequeño.

Los activos son la parte que le da valor a la empresa. Éstos pueden ser inventarios de mercaderías, maquinarias, herramientas e incluso la propiedad donde se encuentra la oficina. Lo contrario de un activo es un pasivo. Se trata de una obligación o escape de fondos como ser un préstamo por el cual debes realizar pagos, cuentas, rentas, salarios u otras obligaciones que deben ser pagadas con tus ingresos. Para cubrir el costo de las obligaciones de la empresa es necesario convertir activos en efectivo. La liquidez es la capacidad de convertir un activo en efectivo.

La liquidez, a su vez, representa el grado en el que un activo puede ser intercambiado en una transacción comercial sin perder su valor. El dinero en efectivo probablemente constituye tu activo más líquido, aunque los inventarios de mercaderías también pueden ser convertidos en dinero. Las facturas por cobrar también constituyen activos pero menos líquidos.

Es posible convertir las facturas por cobrar en dinero en efectivo mientras esperas el cobro a través del factoraje de créditos. Una empresa de factoraje considerará el crédito de tu cliente y podrá pagarte la mayoría del valor adeudado en un plazo de 24 a 48 horas. El factoraje financiero es una estrategia de subsistencia empresarial que ha existido por más de 4.000 años.

Si una persona no puede dominar el poder de la autodisciplina, es mejor que no trate de ser rica. Porque mientras en teoría el proceso de generar flujo de efectivo desde la columna de las inversiones es fácil, la fortaleza mental de dirigir ese dinero es difícil. En el mundo consumista de hoy en día es mucho más fácil hacerlo volar a través de la columna de los gastos debido a las tentaciones externas. Dada la falta de fortaleza mental, el dinero fluye por la vía de menor resistencia. Esa es una de las causas más comunes de la pobreza, como así también de las angustias financieras.

Yo doy este ejemplo numérico de inteligencia financiera, que en este caso se trata de la habilidad de dirigir dinero para ganar más dinero.

Si le diéramos diez mil dólares a cien personas a comienzo del año, mi opinión acerca de lo que pasaría al finalizar ese año es la siguiente:

Al 80 % de esas personas no le quedaría nada, ni un centavo. De hecho, muchos habrían generado deudas mucho más grandes, pagando anticipos de automóviles nuevos, refrigeradores gigantes, televisores de última tecnología y viajes exóticos.

El 16 % habría incrementado esos diez mil dólares entre un 5 y un 10%.

Sólo el 4% de esas cien personas habría incrementado el valor original a veinte mil dólares, o quizás logrado millones.

Me encantan mis lujos, igual que a todos. La diferencia es que algunas personas compran esos lujos a crédito. Se quedan atrapados en la opinión del vecindario. Cuando yo deseaba comprarme un Porsche, el camino fácil hubiera sido llamar a mi oficial de cuenta en el banco y solicitar un préstamo. En lugar de enfocarme en la columna de las obligaciones, elegí enfocarme en columna de las inversiones. Y como si fuera un hábito, empleé mi deseo de consumir para inspirar y motivar a mi genio financiero.

Hoy en día, y demasiado a menudo, nos enfocamos en pedir dinero prestado para adquirir las cosas que deseamos en lugar de enfocarnos en generar más dinero. La primera es fácil en el corto plazo, pero con el tiempo se complica. Se trata de un mal hábito que hemos adquirido como individuos, y como nación. Recuerda: el camino fácil a menudo se pone difícil, y el camino difícil muchas veces acaba siendo fácil.

Cuanto más temprano tú y tus seres queridos se puedan entrenar para administrar el dinero con maestría, mucho mejor. El dinero es una fuerza poderosa. Desafortunadamente, la gente utiliza ese poder en su propia contra. Si tu inteligencia financiera es baja, el dinero te pasará por encima, será más inteligente que tú. Y si el dinero es más inteligente que tú, entonces trabajarás para él por el resto de tu vida.

Para ser el amo del dinero, necesitas ser más inteligente que él. Recién entonces el dinero hará lo que le ordenes. Te obedecerá. En lugar de ser el esclavo, pasarás a ser el amo. Eso es inteligencia financiera.

El sabio rey Salomón entendía mucho de finanzas, y se nota cuando decía: “El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta.” Proverbios 22.7 (Reina-Valera 1960)

La inteligencia financiera nos lleva a la independencia financiera. Phil Laut, experto en psicología del dinero, lo dice así:

“Una persona adquiere independencia financiera cuando ya no tiene que hacer aquello que no quiere hacer para conseguir dinero, y también cuando ya no tiene que dejar de hacer lo que le gusta debido a la falta del mismo.

Esta condición de independencia financiera puede también describirse de otra manera: es conseguir que el dinero trabaje para uno en lugar de que uno trabaje para conseguir dinero.

Si logras crear una conciencia de prosperidad, encontrarás el camino para asegurarte el éxito financiero.

La conciencia de prosperidad consiste en la habilidad de poder desenvolverte en el mundo físico sin mayor esfuerzo y apropiadamente, tanto con dinero como sin él. El desarrollo progresivo y constante de la conciencia de prosperidad hará que la independencia financiera sea una posibilidad al alcance de tu mano.

Descubrirás que la conciencia de prosperidad engendra siempre dinero en efectivo, como así también otros beneficios de suma importancia. A lo largo de mis años he notado que las causas reales que tienden a generar problemas con el dinero son las ideas negativas acerca de la supervivencia y la dependencia. Tener conciencia de prosperidad no sólo agiliza y facilita la resolución de todos los problemas financieros, sino que también proporciona seguridad emocional y una profunda sensación de confianza en uno mismo.

¿Estás planeando vivir en una sociedad que utiliza el dinero como medio de intercambio? Entonces te resultará muy conveniente poseer un dominio total sobre él. Tener una clara conciencia de prosperidad quiere decir servirse del dinero en lugar de servir al dinero. Aquellas personas que han logrado una conciencia de prosperidad saben muy bien que el dinero es una de las cosas menos importantes en esta vida. Te animo a que si aún no ejerces un dominio sobre el dinero, busques urgentemente desarrollar esta habilidad, de lo contrario la tendencia en tu vida será una preocupación constante por él, lo que no ayudará en nada a mejorar el flujo de efectivo que manejas día a día.”