Passim. Es interesante conocer el significado en hebreo de los nombres usados por el autor del Génesis. Así, Adán es un término que aparece más de quinientas veces en el Antiguo Testamento y casi siempre significa «hombre» o «ser humano» (por ejemplo en Génesis 7:23 y 9:5-6). Su etimología suele referirse al término sumerio Adán o «mi padre». En el Nuevo Testamento el nombre Adán aparece nueve veces, de las cuales ocho en relación al primer hombre (Lucas 3:38; Romanos 5:14; I Corintios 15:22, 45; 1 Timoteo 2:13; y Judas 14).
Por el contrario, el nombre de Eva aparece sólo cinco veces en la Biblia. En Génesis 3:20 se relaciona etimológicamente con el verbo que significa «vivir». Adán impone a su mujer el nombre de Eva para constatar la sumisión de ésta al varón, uno de los castigos por la caída. Anteriormente Adán la había llamado «Varona», como femenino forzado de «varón», para indicar la igualdad de ambos sexos antes del pecado (Génesis 2:23). Todas las versiones tratan de conservar la paranomasia que resulta natural en hebreo. El P. Sigüenza y otros clásicos castellanos usaron aquí la palabra inventada «Varona». Eva significa «vida».
Abel (en hebreo Hevel, que significa «aliento», «nada», «efímero») procede quizá del asirio Habel, «hijo». El nombre haría referencia a la brevedad de su vida.
En cuanto a Caín, su nombre deriva, por etimología popular, del verbo hebreo Kanah («adquirir», «recibir»). El nombre era impuesto por la madre según la costumbre del matriarcado. Así, Eva exclama: «He adquirido (ganiti) un hombre con la ayuda de Yavé» (hay aquí un juego de palabras entre gayin y ganiti. Según la etimología científica gayin sería la traducción hebrea del sumerio tibira— «forjador»—). En árabe gain significa «herrero».
Por último, en Génesis 4;17 se menciona por vez primera a Enoc como hijo de Caín y de su mujer. Caín llamará Enoc a la ciudad amurallada que construyó para defenderse de sus enemigos. Después de la muerte de Abel, Adán y Eva tendrán otro hijo, Set, en sustitución del que había sido asesinado.<<