Notas

[1] Osvaldo Soriano basó este personaje (tanto su apariencia como su perfil ideológico) en una persona real, de quien tomó el nombre. El autor fue a Tucumán de la mano del escritor Eduardo Perrone y allí conoció a Exequiel Ávila Gallo, un exdiputado tucumano.

Ávila Gallo fue quien impulsó al exgobernador de facto y represor tucumano, Antonio Domingo Bussi (aunque al tiempo parecía arrepentirse: «Soy el doctor Frankenstein. Yo inventé al monstruo»). El 3 de febrero de 1972 denunció ante el Juez Federal Eduardo Lucio Vallejo un presunto plan de «desmembramiento del territorio argentino» por parte del «alto mando judeo-sionista mundial». En la misma línea, levantó su voz contra la captura de Eichmann en Argentina por razones que nunca quedaron del todo claras. Posteriormente, se opuso también a los juicios por los delitos de lesa humanidad contra los civiles y militares que colaboraron con la última dictadura argentina.

En su momento, Ávila Gallo inició una querella contra Soriano ya que en la primera edición española aparece con su nombre verdadero, cambiado sutilmente en las ediciones posteriores por el de «Exequiel Águila Bayo» —aunque luego Soriano le pidió al editor que volviera al nombre verdadero.

La versión de la editorial Seix Barral (en la que se basa este libro electrónico) retoma el nombre original. [N. del E. digital]. <<