21. El carbón produce frio
El hecho de que el carbón produzca frío y no calor no es cosa excepcional, sino algo que cada día se hace en las fábricas de lo que se llama "hielo seco". En estas fábricas se quema el carbón en unas calderas y el humo que produce se depura, con la particularidad de que anhídrido carbónico que contiene es capturado por una solución alcalina. Esta solución se calienta después y el anhídrido carbónico puro que se desprende se somete a enfriamiento y presión hasta que pasa al estado líquido a una presión de 70 atmósferas. Este es el anhídrido carbónico líquido que se lleva en balones de paredes gruesas a las fábricas de bebidas efervescentes y que se utiliza también en otros menesteres industriales. Este líquido está tan frío que con él se puede helar el suelo, como se suele hacer en las obras de los túneles del metropolitano. Pero hay muchos casos en que se necesita anhídrido carbónico sólido, es decir, lo que se llama "hielo seco".
El hielo seco, es decir, el anhídrido carbónico sólido, se obtiene del líquido, sometiéndolo a una evaporación rápida a baja presión. Los trozos de hielo seco se parecen más a la nieve prensada que al hielo y, en general, se diferencia bastante del agua en estado sólido. El hielo del anhídrido carbónico es más pesado que el ordinario y se hunde en el agua. A pesar de que su temperatura es extraordinariamente baja (78° bajo cero), si se coge un trozo con precaución no se nota frío en los dedos. Ocurre esto, porque el anhídrido carbónico gaseoso que se produce cuando el hielo seco se pone en contacto con los dedos protege nuestra piel de la acción del frío. Nuestros dedos corren el peligro de helarse únicamente si apretamos con ellos el pedazo de hielo seco.
El nombre de "hielo seco" expresa perfectamente la propiedad física fundamental de este hielo. Es verdad que nunca está húmedo ni humedece nada a su alrededor. Por la acción del calor pasa directamente al estado gaseoso, sin pasar por el estado líquido. El anhídrido carbónico a la presión normal no puede existir en estado líquido. Esta peculiaridad del hielo seco, además de su baja temperatura, lo hacen insustituible como cuerpo refrigerante en muchos casos prácticos. Los productos alimenticios conservados con hielo seco no sólo no se humedecen, sino que están mejor protegidos contra la putrefacción, puesto que el anhídrido carbónico gaseoso que se produce es un medio que impide el desarrollo de los microorganismos; por esta razón, estos productos ni se cubren de verdín ni tienen bacterias. Los insectos y los animales roedores tampoco soportan esta atmósfera. Finalmente, el anhídrido carbónico es extintor de incendios muy seguro. Varios trozos de hielo seco son suficientes para apagar una lata de gasolina que esté ardiendo. Por todo esto el hielo seco se consume mucho, tanto en la industria como para usos domésticos.
Notas: