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ESPÍRITU EN ACCIÓN
COINCIDIENDO con nuestro
cuarenta aniversario de trabajo en Anantapur, la Fundación Vicente
Ferrer es hoy una organización fuerte y capacitada, siempre
dispuesta a asumir nuevos retos que ayuden a las comunidades más
desfavorecidas a liberarse de la pobreza y a ser partícipes del
progreso del país. Continuamos adelante con nuestra labor,
mejorando los programas ya existentes y afrontando nuevos
desafíos.
Siguiendo el ejemplo de Vicente, las
personas que integramos este proyecto removeremos cielo y tierra,
dando lo mejor de nosotros mismos para mejorar las vidas de
«nuestras» familias.
Avanzamos con el firme deseo de ser una
organización dinámica y viva que esté siempre del lado de los
pobres.
COLABORACIÓN CON
EL GOBIERNO DE LA INDIA
Colaboramos con el Gobierno en muchos
proyectos y en áreas tan diferentes como la salud, la educación, la
ecología o la ayuda a las personas con discapacidad.
Muchas personas nos preguntan si el Gobierno
de la India apoya nuestro trabajo y qué función concreta tienen sus
programas e intervenciones en el campo del desarrollo. La Fundación
mantiene una relación muy buena con la Administración, tanto a
nivel local como a nivel estatal. El gobierno aprecia el trabajo de
la Fundación por su enorme contribución al progreso y desarrollo
del distrito de Anantapur y, a su vez, la Fundación reconoce el
enorme esfuerzo que d Gobierno ha hecho en los últimos años para
acelerar sus programas de erradicación de la pobreza en esta zona y
en todo el país.
En el ámbito de la educación, el Gobierno ha
confiado a la Fundación la gestión de un total de diez «escuelas
puente» para niñas. Estos centros se dedican de forma exclusiva a
la educación de las niñas que abandonaron la escuela en edad
temprana, brindándoles la oportunidad de reemprender sus estudios.
Permanecen internas durante uno o dos años, y transcurrido ese
tiempo pueden integrarse de nuevo en el sistema educativo,
normalmente en el sexto curso. Se trata de un programa excepcional
gracias al cual, en los últimos nueve años, más de cinco mil niñas
han regresado a las aulas.
Erradicar la pobreza requiere la
participación de todos los agentes implicados en distintas áreas de
desarrollo. Todos juntos tenemos que trabajar en la consecución de
un Anantapur más próspero.
Además, queridos lectores, hace poco el
Gobierno ha decidido recompensar nuestros años de trabajo
concediéndonos a Vicente y a mí la nacionalidad india, lo que nos
produce una inmensa alegría y satisfacción.
JUNTOS, EN LA
INDIA Y EN ESPAÑA
Las oportunidades para contribuir al
desarrollo de la población más desfavorecida se multiplicarán en
los próximos años.
Con el paso del tiempo, la educación ha ido
cobrando protagonismo y ahora mismo es algo esencial en las vidas
de nuestras familias. Cuando comenzamos a trabajar con ellas hace
cuarenta años, cada familia dálit o perteneciente a una tribu
poseía unos cinco acres de tierra (alrededor de veinte mil metros
cuadrados); sin embargo, las tierras se han ido repartiendo entre
los hijos, de modo que hoy muchas familias no tienen más de un acre
o dos de tierra (de cuatro mil a ocho mil metros cuadrados
aproximadamente). En consecuencia, la educación resulta cada vez
más importante para el futuro bienestar de sus hijos. Estos
necesitan adquirir nuevos conocimientos y buenas calificaciones
académicas que les aporten confianza para asegurarse un trabajo
bien remunerado, garantizándoles una vida digna que les aleje
definitivamente de la miseria.
Fomentando la educación de los niños con
discapacidades, garantizamos un acceso igualitario al sistema
docente. Al mismo tiempo, nos aseguramos de que aquellos niños que
no quieren proseguir sus estudios adquieren las habilidades
necesarias para trabajar y ganarse la vida como cualquier otra
persona.
Tan solo hemos dado los primeros pasos para
acabar con la discriminación que sufren las mujeres y las niñas en
la India, incluyendo las que tienen alguna discapacidad. Me refiero
a la violencia de género, a los reiterados abusos que estas
continúan padeciendo... Somos conscientes de que queda muchísimo
trabajo por hacer y mucho camino por recorrer en la lucha a favor
de la igualdad de las mujeres.
No puedo olvidar a los miles de niños y
adultos que padecen VIH/SIDA, que necesitan acceder a los
medicamentos antirretrovirales, y apoyo adicional para poder
disfrutar de una vida digna.
Anantapur sigue siendo una zona azotada por
la sequía, lo que nos obliga a mantener la guardia con la continua
puesta en marcha de proyectos destinados a la preservación de un
recurso natural tan preciado como es el agua. También es de vital
importancia apostar por las iniciativas dirigidas a mejorar los
ingresos de los campesinos a través de actividades relacionadas con
la agricultura, como la ganadería, la diversificación de los
cultivos, la irrigación por goteo o el uso de aspersores.
Tenemos siempre presente el espíritu que
impregna nuestro trabajo, el interés humano por los demás y la
dedicación más allá del deber. Por ello, continuamos atendiendo a
las personas que atraviesan situaciones difíciles y desesperadas, y
que acuden a nosotros en busca de ayuda. Hace poco una mujer sufrió
una picadura de serpiente, enfermó y tuvo que ser trasladada
urgentemente a Bangalore. Su familia pidió un préstamo, pero el
dinero se acabó pronto, y la mujer necesitaba permanecer unos días
más en la UCI, además de un corto periodo de diálisis. Acudieron a
nosotros en busca de ayuda...
Vicente no deja de sorprendemos. Tras su
breve «ausencia», durante el crítico período de 2006 y 2007, ha
vuelto con el mismo espíritu, la misma energía y la misma
motivación de siempre. Ni su edad, cumplirá ochenta y nueve años en
abril de 2009, ni sus condiciones tísica», afectan a su modo de
hacer las cosas o a su trabajo diario. Sigue al frente de todo,
ideando planes para el futuro y asegurándose Je que nuestra gente
verá cubiertas sus necesidades básicas en el futuro.
La Fundación posee los conocimientos, el
espíritu y la determinación para acudir a cualquier parte de la
India donde nuestra presencia se haga necesaria o haya personas que
estén sufriendo. El conjunto del territorio indio es el espacio
para nuestra futura acción. Con la ayuda de nuestros amigos de
España, también de la India, y de otros países que compartan los
mismos ideales, en el futuro podemos ayudar a que miles de personas
tengan una vida mejor.