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Una semana más tarde, Ana recibió una carta, escrita en papel celeste con borde plateado.

Estimada señorita Shirley:

Le escribo para decirle que todos los malentendidos entre Terry y yo se han aclarado y que somos tan profunda, intensa y maravillosamente felices, que hemos decidido que podemos perdonarla. Terry dice que la luna lo hizo ponerse romántico con usted, pero que su corazón nunca dejó realmente de serme fiel. Me asegura que le gustan las chicas dulces, sencillas (como a todos los hombres) y que no quiere saber nada con mujeres intrigantes y astutas. No podemos entender por qué se comportó con nosotros de la manera en que lo hizo… jamás lo entenderemos. Tal vez buscaba material para una historia y creyó que podría encontrarlo entrometiéndose con el primer amor dulce y trémulo de una jovencita. Pero le damos las gracias por haber logrado que nos reveláramos ante nosotros mismos. Terry dice que antes nunca había comprendido el sentido más profundo de la vida. De manera que todo ha terminado bien. Somos tan afines que podemos sentir los pensamientos del otro. Nadie comprende a Terry, salvo yo, y quiero ser una fuente de inspiración eterna para él. No soy inteligente como usted, pero siento que puedo ser la inspiración, puesto que somos almas gemelas y nos hemos jurado verdad y constancia eternas, a pesar de toda la gente celosa y todas las amistades falsas que quieran causar problemas entre nosotros.

Nos casaremos en cuanto tenga listo mi ajuar. Viajaré a Boston a comprarlo. En Summerside no hay nada. Mi vestido será de moaré blanco y el traje de viaje, gris, con sombrero, guantes y blusa celestes. Sé que soy muy joven, por supuesto, pero quiero casarme joven, antes de que mi vida se marchite.

Terry es todo lo que pude imaginar en mis sueños más fantasiosos y cada latido de mi corazón es para él. Sé que vamos a ser felicísimos. En un tiempo creí que todos mis amigos se alegrarían conmigo por mi felicidad, pero desde entonces he aprendido una amarga lección y ya no soy tan ingenua. Atentamente,

HAZEL MARK

Posdata 1: Usted me dijo que Terry tenía muy mal carácter. Pero su hermana me ha asegurado que es un cordero.

Posdata 2: Dicen que el jugo de limón blanquea las pecas. Podría aplicárselo sobre la nariz.

H.M.

—Citando a Rebecca Dew —comentó Ana a Dusty Miller—, la segunda posdata es realmente la gota que colma el vaso.