CAPÍTULO 81

Tessa

Lo siento en el mismo momento en que Karen se va a llevar a Landon al aeropuerto. Siento la soledad que me acecha, pero tengo que ignorarla. He de hacerlo. Sola estoy bien. Bajo a la cocina porque mi estómago se niega a dejar de rugir y me recuerda que estoy hambrienta.

Ken está rasgando el papel de aluminio de una madalena con cobertura azul.

—Hola, Tessa. —Sonríe y le da un mordisco—. ¿Quieres una?

Mi abuela solía decir que las madalenas eran alimento para el alma, y eso es justamente lo que necesito.

—Gracias. —Sonrío antes de pegarle un lametón a la cobertura.

—Dáselas a Karen.

—Lo haré.

Esta madalena está para morirse. Puede que sea porque llevo nueve días casi sin comer, o puede que sea porque realmente las madalenas son buenas para el alma.

Cuando el brillo del dulce se apaga, siento que el dolor sigue ahí, constante como el latir de mi corazón. Sin embargo, ya no me supera, ya no me hunde.

Ken me sorprende al decir:

—Se hará más fácil con el tiempo y encontrarás a alguien capaz de querer a otra persona y no sólo a sí mismo.

Se me revuelve el estómago con el repentino cambio de tema. No quiero mirar atrás, quiero seguir adelante.

—Yo traté fatal a la madre de Hardin y lo sé —prosigue—. A veces desaparecía durante días, le mentía, bebía hasta que no me tenía en pie. Si no hubiera sido por Christian, no sé si Trish y mi hijo habrían sobrevivido…

Al oír eso, me acuerdo de lo mucho que me enfadé con Ken cuando me enteré del origen de las pesadillas de Hardin. Recuerdo que quería abofetearlo por permitir que le hicieran eso a su hijo. Sus palabras remueven la rabia que le tenía guardada y aprieto los puños.

—Nunca podré hacer retroceder el tiempo ni compensarla por lo ocurrido por más que quiera y por más que lo intente —añade—. No era bueno para ella y lo sabía. Ella era demasiado buena para mí, era consciente, todo el mundo lo era. Ahora tiene a Mike, que sé que la tratará como se merece. También hay un Mike para ti en alguna parte, estoy convencido de ello —dice mirándome como un padre—. Mi hijo tendrá suerte si consigue encontrar a su Karen más adelante, cuando madure y deje de luchar contra todo y contra todos.

Cuando dice lo de Hardin y «su Karen», trago saliva y miro a otra parte. No quiero imaginarme a Hardin con nadie más. Es demasiado pronto. Le deseo lo mejor, de verdad; no quiero que se pase la vida solo. Espero que encuentre a alguien a quien quiera tanto como Ken quiere a Karen para que tenga una segunda oportunidad y pueda amar a alguien más de lo que me quiso a mí.

—Eso espero —digo al fin.

—Lamento que no se haya puesto en contacto contigo —repone Ken en voz baja.

—No pasa nada… Dejé de esperar hace días.

—En fin —dice con un suspiro—. Será mejor que me vaya a mi despacho. Tengo unas cuantas llamadas pendientes.

Me alegro de que se vaya a trabajar. No quiero seguir hablando de Hardin.

Aparco delante del edificio donde vive Zed y veo que me está esperando fuera con un cigarrillo detrás de la oreja.

—¿Fumas? —le pregunto arrugando la nariz.

Parece perplejo cuando sube a mi diminuto coche.

—Sí. Bueno, a veces. Llevaba un tiempo sin hacerlo, pero he encontrado a este pequeñín en mi habitación.

—No sólo estás pensando en fumar, sino que estás pensando en fumarte un cigarrillo antiguo.

—Eso es. ¿No te gusta el tabaco?

—Nada en absoluto. Pero, eh, si quieres fumar, adelante. Aunque no puedes hacerlo en mi coche.

Presiona uno de los pequeños botones de la puerta. Con la ventanilla bajada, se saca el cigarrillo de detrás de la oreja y lo tira a la calle.

—Entonces paso de fumar. —Sonríe y sube la ventanilla.

Por mucho que deteste el tabaco, he de admitir que el cigarrillo le quedaba muy bien con el pelo casi de punta, las gafas de sol y la chaqueta de cuero.

En mil pedazos
Cubierta.xhtml
Sinopsis.xhtml
Titulo.xhtml
info.xhtml
NotaEditor.xhtml
dedicatoria.xhtml
Prologo.xhtml
Cap001.xhtml
Cap002.xhtml
Cap003.xhtml
Cap004.xhtml
Cap005.xhtml
Cap006.xhtml
Cap007.xhtml
Cap008.xhtml
Cap009.xhtml
Cap010.xhtml
Cap011.xhtml
Cap012.xhtml
Cap013.xhtml
Cap014.xhtml
Cap015.xhtml
Cap016.xhtml
Cap017.xhtml
Cap018.xhtml
Cap019.xhtml
Cap020.xhtml
Cap021.xhtml
Cap022.xhtml
Cap023.xhtml
Cap024.xhtml
Cap025.xhtml
Cap026.xhtml
Cap027.xhtml
Cap028.xhtml
Cap029.xhtml
Cap030.xhtml
Cap031.xhtml
Cap032.xhtml
Cap033.xhtml
Cap034.xhtml
Cap035.xhtml
Cap036.xhtml
Cap037.xhtml
Cap038.xhtml
Cap039.xhtml
Cap040.xhtml
Cap041.xhtml
Cap042.xhtml
Cap043.xhtml
Cap044.xhtml
Cap045.xhtml
Cap046.xhtml
Cap047.xhtml
Cap048.xhtml
Cap049.xhtml
Cap050.xhtml
Cap051.xhtml
Cap052.xhtml
Cap053.xhtml
Cap054.xhtml
Cap055.xhtml
Cap056.xhtml
Cap057.xhtml
Cap058.xhtml
Cap059.xhtml
Cap060.xhtml
Cap061.xhtml
Cap062.xhtml
Cap063.xhtml
Cap064.xhtml
Cap065.xhtml
Cap066.xhtml
Cap067.xhtml
Cap068.xhtml
Cap069.xhtml
Cap070.xhtml
Cap071.xhtml
Cap072.xhtml
Cap073.xhtml
Cap074.xhtml
Cap075.xhtml
Cap076.xhtml
Cap077.xhtml
Cap078.xhtml
Cap079.xhtml
Cap080.xhtml
Cap081.xhtml
Cap082.xhtml
Cap083.xhtml
Cap084.xhtml
Cap085.xhtml
Cap086.xhtml
Cap087.xhtml
Cap088.xhtml
Cap089.xhtml
Cap090.xhtml
Cap091.xhtml
Cap092.xhtml
Cap093.xhtml
Cap094.xhtml
Cap095.xhtml
Cap096.xhtml
Cap097.xhtml
Cap098.xhtml
Cap099.xhtml
Cap100.xhtml
Cap101.xhtml
Cap102.xhtml
Cap103.xhtml
Cap104.xhtml
Cap105.xhtml
Cap106.xhtml
Cap107.xhtml
Cap108.xhtml
Cap109.xhtml
Cap110.xhtml
Cap111.xhtml
Cap112.xhtml
Cap113.xhtml
Cap114.xhtml
Cap115.xhtml
Cap116.xhtml
Cap117.xhtml
Cap118.xhtml
Cap119.xhtml
Cap120.xhtml
Cap121.xhtml
Cap122.xhtml
Cap123.xhtml
Agradecimientos.xhtml