
A punto de ser rescatados después de veintidós meses
30 de agosto de 1916: el Yelcho se encuentra casi en el horizonte. Tres días antes, Wild había dado la orden de retirar un montículo de nieve solidificada en torno a la cocina, para evitar que la temperatura más cálida provocara una inundación. Los picos y las palas de los hombres se distinguen donde los dejaron. Sus escasas posesiones están amontonadas, listas para ser cargadas.