Tenía veintinueve años cuando una uña infectada lo condujo a una operación durante la cual hubo que amputarle la punta del dedo mayor. No por eso dejó de jugar bien, pero se ganó un nuevo apodo: de «Maloliente» pasó a ser «Mediodedo».
Como suele ocurrir con las amputaciones, la parte que faltaba —el trozo del dedo de Tilden cortado—, pasó a ser objeto de erotización.
La vida sexual de Big Bill estaba en sus dedos: los histéricos estallidos emocionales de su mamá lo habían dejado impotente. Cuando al cabo de muchos años de paidofilia furtiva finalmente cayó sobre él la garra de la ley —el 23 de noviembre de 1946—, la policía de Beverly Hills lo acusó de «hacer mimos». Lo que los polis habían visto por la ventanilla del coche de Tilden aparcado era la paja que éste le administraba a un complaciente niño. Algo después Tilden declararía: «Conocí en la pista a un chico que se mostraba insólitamente dispuesto. No sé muy bien cómo, nos liamos en una relación tonta e infantil. Una tarde, al volver a casa después de haber visto La cadena invisible en el Wiltern, empezamos a jugar a caballitos…»

Bill y Ben Alexander: compañeros en la pantalla y en las pistas

Bill y Jack Dempsey: ídolos del deporte
El chico tan bien dispuesto resultó ser hijo de un célebre productor de la 20th Century Fox. Cuando la poli depositó a Júnior en la mansión familiar de Beverly Hills e informó a papá que lo habían pillado en el coche de Big Bill con los pantalones a media pierna, papá le pegó una paliza de campeonato en su habitación atestada de trofeos. (Años más tarde, en una escena calcada de King’s row, Júnior se vengaría abofeteando el cadáver de su padre en su estudio de Forest Lawn).
Por jugar a caballitos con Júnior, Tilden fue recluido ocho meses en una «granja de honor» donde, fregando la ropa y sirviendo la comida a sus compañeros presos, volvió a ser «June» otra vez.
Después volvieron a soltarlo a esas calles de Beverly Hills atestadas de polis rastreadores. Un día, los atentos ojos de la ley, oteando con prismáticos Zeiss, lo siguieron, merodeando cerca de un colegio a la espera de que salieran «los niños. Esperaron que Tilden abordara a la presa. El importunado menor de Camden Drive identificó a Big Bill por su medio dedo: «¡Esa es la bestia de cuatro dedos que quiso jugar con mis partes!».

Tilden y alumno: excesiva solicitud
Esta vez el castigo fue la cárcel. Después del primer arresto, el campeón que había jugado con cuatro presidentes de los Estados Unidos, que había compartido partidas dobles con Errol Flynn, Chaplin y Spencer Tracy y había frecuentado en las pistas de Tallulah Bankhead a Katherine Hepburn y Greta Garbo, descubrió que sus amigos fingían no conocerlo. Tras el segundo encierro, se quedó totalmente solo. No tenía ni un centavo: su dinero se le había ido en inacabables gastos legales. Los únicos dólares que le quedaban se fundieron en 1940 en una inversión en la reposición teatral de Drácula y en la que desempeñó el papel principal, con el que se identificaba.
El 5 de junio de 1953 sufrió un infarto. Lo encontraron en su modesto apartamento en una sórdida calle secundaria, en la cama, totalmente vestido y con unos pocos dólares en el bolsillo. A Big Bill se le paró el corazón, murió de un infarto abandonado por los poderosos de la tierra. El cadáver fue trasladado a Filadelfia donde lo enterraron a los pies de su madre.

Tilden, a los pies de mamá