FÁBULA XLVI

El Pollo y los dos Gallos

(No ha de considerarse en un autor la edad, sino el talento.)

Un Gallo, presumido

de luchador valiente,

y un Pollo algo crecido,

no sé por qué accidente

tuvieron sus palabras, de manera5

que armaron una brava pelotera.

Dióse el Pollo tal maña,

que sacudió a mi Gallo lindamente,

quedando ya por suya la campaña,

y el vencido sultán de aquel serrallo10

dijo, cuando el contrario no lo oía:

«¡Eh!, con el tiempo no será mal Gallo:

el pobrecillo es mozo todavía.»

Jamás volvió a meterse con el Pollo;

mas en otra ocasión, por cierto embrollo,15

teniendo un choque con un Gallo anciano,

guerrero veterano,

apenas le quedó pluma ni cresta:

y dijo al retirarse de la fiesta:

«Si no mirara que es un pobre viejo…20

pero chochea y por piedad le dejo.»

Quien se meta en contienda,

verbigracia de asunto literario,

a los años no atienda,

sino a la habilidad de su adversario.25