FÁBULA XLIX

El Jardinero y su Amo

(La perfección de una obra consiste en la unión de lo útil y de lo agradable.)

En un jardín de flores

había una gran fuente,

cuyo pilón servía

de estanque a carpas, tencas y otros peces.

Únicamente al riego5

el jardinero atiende,

de modo que entre tanto

los peces agua en que vivir no tienen.

Viendo tal desgobierno,

su amo le reprende;10

pues aunque quiere flores,

regalarse con peces también quiere.

Y el rudo jardinero

tan puntual le obedece,

que las plantas no riega15

para que el agua del pilón no merme.

Al cabo de algún tiempo

el amo al jardín vuelve,

halla secas las flores,

y amostazado, dice de esta suerte:20

«Hombre, no riegues tanto,

que me quede sin peces;

ni cuides tanto de ellos,

que sin flores, gran bárbaro, me dejes.»

La máxima es trillada,25

mas repetirse debe:

si al pleno acierto aspiras,

une la utilidad con el deleite.