Peter, el recomendado
Peter, el recomendado
Alimentación de un culturista: dieta para aumentar la masa muscular: primera comida: diez claras de huevo y cinco rebanadas de pan integral con tomate y una pieza de fruta: segunda comida: 400 gr de pasta hervida y 250 gr de pechuga de pollo: tercera comida: 350 gr de arroz, una ensalada completa y 300 gr de atún: cuarta comida: 35 gr de proteína en suero y una pieza de fruta: quinta comida: 250 gr de arroz, 200 gr de pechuga de pollo, un yogur desnatado y un plátano: sesión de entrenamiento con pesas, máximo 45 minutos: sexta comida: un plátano, 5 gr de creatina y 20 gr de frutos secos. El portero de la discoteca Luz de medianoche (un nigeriano de veinticinco años), además de tener todas las costillas rotas, es muy posible que ya no vuelva jamás a caminar: salía del trabajo a las seis de la mañana cuando se le echaron encima cinco búlgaros como cinco cerdos salvajes y le estuvieron pegando y llamando negro de mierda hasta que se cansaron: después entraron en la discoteca y buscaron al dueño: enseguida lo convencieron de que tenía que cambiar a todos sus gorilas. Domingo por la mañana: cielo despejado y veinticinco grados durante las horas centrales del día: la calle General Ricardos se va llenando de grupos de gente (llegan de Urgel, de Oporto, de plaza Elíptica) que van a ver jugar al Puerta Bonita, el equipo del barrio: sacan las entradas en las taquillas (algunos tienen abono) y se van colocando (de pie) alrededor del campo (de arena y con unas vallas que llegan a la altura de la cintura): los jugadores del Puerta Bonita están terminando de calentar: hay quienes los llaman por su nombre (o por el apodo) y les gritan (haciendo bocina con las manos) frases de ánimo: el vendedor ambulante se desliza entre el público y va cantando su mercancía. El detective Casimiro Balcells ya tiene una foto más para pinchar en su corcho de víctimas del Asesino de la Moneda: la verdad es que ya ni las mira: ya ni siquiera lee los informes: hace meses que llegó a la conclusión de que solamente lo podrán capturar cuando cometa un error: lo que pasa es que nada indica que vaya a cometerlo: así que (piensa el detective) quizás haya que provocar que lo cometa. José el mendigo recoge las monedas que algunas viejas le tiran desde lejos (precisamente para ver cómo las recoge del suelo), otros lo usan para que les haga recados, para que les pinte el salón de casa o les haga una chapuza en el cuarto de baño: David (cuando sale a la calle) suele llevarle un bocadillo caliente: una vez (en invierno) le dejó pagados diez desayunos en el bar de la Pepi: José el mendigo se los comió todos en dos días. En Carabanchel ya ha entrado la mafia búlgara de las discotecas: el cabecilla se llama Georgi (treinta y cinco años: alias el Cadenero) y es un verdadero mercenario de la noche: cuenta con su propio ejército de búlgaros, rumanos, ucranianos, rusos y eslovacos (en total más de cien): su modus operandi es muy fácil y siempre es el mismo: hablan con los dueños de las discotecas y les dicen que o pones a trabajar a mis porteros o atente a las consecuencias: la gente del Cadenero da auténtico miedo: enormes como montañas: reclutados en los gimnasios (de pesas, de boxeo, de artes marciales) y adictos a los anabolizantes. Carabanchel también tiene a sus héroes: (en este tipo de barrios) los héroes son necesarios para que todos los vecinos (al menos durante unos minutos) se sientan más unidos, se sientan como piezas imprescindibles de algo más grande, de algo superior que no saben explicar pero que lo notan (palpitando, ejerciendo presión) en el pecho: los héroes tienen nombre (o apodo) y visten de blanco cuando juegan en casa: el Sordo (portero: conocido por sus salidas fuera del área, por su corpulencia y por los chillidos que pega para que la defensa se adelante): Míchel (lateral derecho: el público se vuelve loco cuando sube la pelota a toda velocidad, pegadito a la cal de la banda): el Gitano (defensa central: con un talento especial para interceptar todos los balones que van por alto): el Nene (un estilista con carita de niño, movimientos elegantes y dicen que ojos azules): Virgilio (delantero centro: habilidoso, rapidísimo, le encanta regatear al portero rival y meterse con la pelota dentro de la portería): el público revienta con cada gol que marcan (se sacan de dentro toda la mierda acumulada durante la semana) y cuando el linier les corta una jugada (o les anula un gol) levantando el banderín, siempre hay alguien que (a menos de un metro de distancia) se encarga de gritarle que es un hijo de puta y que lo va a matar cuando acabe el partido. Suplementos del culturista: compuestos capaces de equilibrar los micronutrientes y los macronutrientes: suplementación para aumentar el nivel de ciertas vitaminas: preparados a base de proteínas del suero de la leche y del huevo: creatina y ácido lipoico como activador de la insulina: aminoácidos ramificados BCAA para bloquear la catabilización de las proteínas y aumentar la velocidad de recuperación: maltodextrina como suplemento de carbohidratos: diuréticos naturales como diente de león: efedrina como suplemento termogénico: glutamina, aminoácido promotor del músculo. El comisario Íñigo Santacruz le dice al detective Casimiro Balcells que ahí fuera (en una de las salas de la comisaría) hay un vidente extranjero que viene recomendado expresamente por la embajada de su país: el detective se encoge de hombros: sácale un café de la máquina y dile que se vaya: el comisario mueve la cabeza negativamente: mira, si viene un tipo recomendado oficialmente por el Gobierno de su país, tienes que escucharlo: el detective Casimiro Balcells se levanta trabajosamente de la silla: dice: ¿cómo se llama?: Peter: ¿y qué dice?: que sabe dónde cometerá su próximo crimen el Asesino de la Moneda: el detective (se ríe) se pone la chaqueta y sale del despacho. Todas las noches José el mendigo llega destrozado a la pensión del señor Bartolo: entra en la habitación, da un beso a su mujer y a su hija pequeña, deja la calderilla encima de la mesa y se mete en la cama: antes de quedarse dormido le pregunta a su mujer: ¿cuántos meses debemos al señor Bartolo?: su mujer (un hilo de voz) le contesta que le deben siete meses y medio: José el mendigo (mientras se va quedando dormido) dice: es una bellísima persona: hemos tenido mucha suerte de dar con él: su mujer no dice nada.