Sospechosos
• Daniel, hermano de Ana, una mujer de 30 años con la que la víctima sostuvo relaciones sentimentales. Pensaba que Antonio debería haberse casado con Ana aunque su propia hermana le reiteraba que entre ellos no hubo nada más que una buena amistad. Por el contrario, él sospechaba que Antonio se había aprovechado de Ana sin querer compartir con ella su fortuna.
• Toñín Domínguez, pescador y en ocasiones empleado de las canteras. Un hombre abrumado por sus deudas. Conocía a la víctima y estuvo con ella precisamente la mañana del mismo día del crimen. Se embarcaba a menudo pero ni siquiera con la buena racha de trabajo conseguía salir de su bache económico.
• Juan, de 46 años, jornalero, casado, con siete hijos, que mantenía relaciones ilícitas con Remedios, la hermana de la víctima, de la que hacía poco que había tenido un nuevo hijo, el primero para Remedios, pero el octavo para él. Desde hacía mucho, Juan aspiraba a hacerse con la finca que Antonio había levantado con tanto esfuerzo.
• Remedios, la hermana de la víctima. Las relaciones entre los hermanos no iban bien desde mucho tiempo atrás. El fallecido le reprochaba a ella sus relaciones ilícitas con un hombre casado que además tenía una enorme cantidad de hijos, y Remedios, en cambio, pretendía que le cediera parte de la finca, que aunque sólo era fruto del trabajo de su hermano, según ella era patrimonio familiar.