Más de los Sospechosos
• Justino, el cliente, estuvo la tarde del asesinato en la clínica. Algunos dijeron que fue el misterioso hombre que indicó en el bar vecino, como quien no quiere la cosa, que había encontrado a Carlos muerto.
• Agustín, el practicante, había hecho buenos negocios con Carlos hasta que éste cambió bruscamente de actitud. Pasó de demostrarle un gran cariño y predilección a un aparente desprecio y rechazo, cortándole el envío de clientes, por lo que le provocó un gran perjuicio.
• Fernando, el heredero, más de una vez había pensado que el fallecimiento de Carlos, su pariente lejano, le dejaría una pequeña fortuna. Todo lo que necesitaba para establecerse un joven tarambana y despreocupado como él.