Carta a Elsa Reiss[400]

13 de octubre de 1937

Estimada camarada:

Me apresuro a responder inmediatamente a su carta del 30 de setiembre. La carta tuvo la mayor importancia para mí, ya que contiene una descripción fiel de la situación concreta y de su propia situación personal. Me resulta doloroso pensar que usted hubiera podido interpretar mi telegrama al camarada Sneevliet como una censura directa o indirecta al camarada Reiss, o a usted. Puedo imaginar con toda claridad las inmensas dificultades que se les plantearon a ustedes desde el momento de romper con Moscú. Arrancados de viejos vínculos, amistades, medios técnicos, no disponíais de otros nuevos, ni de perspectivas, ni posibilidades de actuar —y en primer lugar de protegerse— en la nueva situación. Por esa razón, sería absolutamente ilícito plantear quejas contra el camarada Reiss ex post facto. Ni siquiera volvería a tocar el problema si se tratara únicamente del camarada Reiss. Pero ahora su suerte está en juego. Estoy seguro de que otros agentes de Moscú pueden tomar el mismo camino y lo harán. Eso significa que se debe elaborar una política correcta para tales casos. Y eso no puede hacerse sin criticar los errores cometidos en el pasado.

Al camarada Reiss le faltaron consejos político-revolucionarios acertados. No dudé, ni dudo ahora, de que el camarada Sneevliet cumplió su deber personal para con el camarada Ignace y usted. Pero no sucede lo mismo con su evaluación política de la situación y con los métodos que empleó. Cuestiono lo siguiente: el 10 de julio el camarada Reiss acudió a Sn [Sneevliet] y sólo el 12 de octubre, vale decir, tres meses más tarde, recibí yo las primeras noticias concretas sobre el caso. Por cierto que el camarada Sn. debería haber comprendido oportunamente que yo, desde mi punto de vista «puramente ruso» y sobre la base de mi experiencia previa, hubiera podido evaluar la situación mejor que un europeo occidental. Asimismo, yo poseo contactos con la prensa mundial que no existen en Europa. Desde que me encuentro en México he tenido la oportunidad de difundir informaciones sumamente importantes a través de la prensa norteamericana y, por su intermedio, hacerla llegar a la prensa europea. Una carta tarda entre diez y catorce días en llegar a México. Ya en el mes de julio se hubiera podido iniciar una campaña en la prensa mundial que hubiera convertido al camarada Reiss en una personalidad política conocida mundialmente. Ésa era la única manera de defenderlo eficazmente, y además por ese medio el caso hubiera tenido la necesaria repercusión política. El camarada Sn. escribe que el camarada Reiss quería, «en primer lugar», enviar una carta a Moscú, esperar a que la misma llegara a destino y luego, sólo entonces, hacer una declaración pública. En si la declaración afirma que un tal «Ludwig», a quien nadie conoce, ha roto con la Tercera Internacional y declara su adhesión a la Cuarta. Esa declaración era importante para la Cuarta Internacional, pero de ninguna manera podía contar con una repercusión digna de ese nombre. Posteriormente, fue hallado el cadáver de un desconocido en Laussanna. Hay muchos asesinatos en el mundo, sobre todo en estos tiempos. Si, a continuación, uno trata de demostrar que el asesinato de ese desconocido fue un crimen cometido por la GPU contra un defector, eso tarda en llegar al público y, por otra parte, no puede suscitar el interés de la gran prensa burguesa.

¿Qué consejo le hubiera dado yo al camarada Reiss si se me hubiera informado oportunamente? Le hubiera dicho: usted y yo sabemos que la GPU hará todo lo posible por eliminarlo. La idea de dirigirse a sus ex colegas y a Moscú y sólo entonces revelar su verdadera identidad al público, es un desastre. Cada día que se pierde puede resultar fatal. Eso significa, en primer término, asegurar su existencia física. Naturalmente que la seguridad total no existe. Pero sólo se puede lograr una seguridad eficaz, aunque relativa, por medios políticos. En mi opinión, usted debe tomar dos medidas sin la menor demora: Primero, acudir al gobierno francés (creo que en este momento el francés es el más adecuado) y hacer la siguiente declaración, con copia personal a León Blum: «Mi verdadero nombre es tal y tal, el que figura en mi pasaporte es tal y tal otro. Hasta ahora fui agente secreto de Moscú; ahora rompo con Moscú y les revelo a ustedes mi verdadera identidad. De ahora en adelante sólo quiero vivir como individuo particular en Francia. Lo que me lleva a romper con Moscú son los crímenes del régimen de Stalin; estoy dispuesto a exponerlos públicamente. (Dicha carta debía mencionar el nombre y la dirección de un intermediario[401]. Al mismo tiempo, es necesario —éste es el segundo paso— entregar la siguiente declaración política a la prensa mundial: Yo, el abajo firmante, estuve durante diecisiete años al servicio de la GPU, de los cuales trabajé tantos en el terreno internacional. Creía sinceramente en mi causa. Los recientes procesos de Moscú me abrieron los ojos. Los procesos son fraudes criminales. Estoy dispuesto a reafirmarlo ante cualquier comisión internacional competente. Sé que la GPU pondrá en marcha todos sus efectivos para silenciarme. Pero este asunto trasciende cualquier consideración personal. Me coloco bajo la protección de la opinión pública del mundo entero».

Éste es el consejo que le hubiera dado al camarada Ignace si se me hubiera puesto en contacto con él oportunamente. Desde luego que el camarada Sn. y otros, incluido yo mismo, hubiéramos respondido por la seguridad del camarada Ignace ante la opinión pública. Sólo después de tomar estas medidas habría podido dirigir cartas personales a sus ex colegas en caso de considerarlo necesario. Personalmente, creo que un llamado a la opinión pública del mundo entero hubiera impresionado mucho más a sus ex colegas que una carta puramente privada.

Tras el proceso de Tujachevski, la opinión pública empezó a interesarse enormemente por los sucesos de Moscú, sobre todo por los referidos a la GPU. En ese momento, las noticias concretas de Reiss hubieran podido difundirse a través de la prensa mundial con gran éxito; cualquier declaración suya hubiera aparecido en miles de periódicos. En tales condiciones, a la GPU le hubiera resultado sumamente difícil —por no decir imposible— asesinar a Reiss. Ya en mi primera carta mencioné los ejemplos de Bessedovski y Agabekov. Podría responderse que estos dos señores resultaron ser traidores, mientras que Reiss era un buen revolucionario. Sin embargo, esta objeción no hace al caso. Lo decisivo fue que Bessedovski y Agabekov provocaron una conmoción mundial. Por otra parte, ellos (a diferencia de Reiss) no tenían la menor necesidad de adherir públicamente y desde el principio a la Cuarta Internacional. Al principio sólo se trataba de obtener mayor libertad de acción, cosa que sólo se podía lograr saliendo del anonimato. Vea, también, el ejemplo de León Sedov. Si su nombre no fuera mundialmente conocido, la GPU lo hubiera liquidado hace tiempo. Repito que, naturalmente, la seguridad total no existe. Pero la forma como se procedió en el caso de Reiss debía conducir, casi inexorablemente, a la catástrofe. Gracias a su carta al personal de la GPU y a Moscú, Reiss se trasformó en un blanco fijo para la GPU. Al mismo tiempo, no se le creó la menor defensa internacional. Ahí quedó, aislado, impotente, desnudo ante las pistolas de los bandidos.

Nada de eso se puede rectificar. En lo que se refiere a su seguridad, sólo se puede remediar una parte de la negligencia. Pero es menester hacerlo. Ya he entregado informes bastante extensos sobre el incidente a la prensa mexicana y norteamericana hace dos semanas, al recibir un telegrama de Sn. donde él —desgraciadamente, con una demora de tres meses— reconoció la necesidad de actuar en forma conjunta. Adjunto los recortes de prensa que están en mi poder, entre ellos, el del New York Times, un gran periódico norteamericano. Todavía no he recibido la información prometida por usted y Sneevliet. Usted dice que no debo utilizarla hasta nuevo aviso. Por todo lo dicho usted comprenderá, querida camarada, que opino exactamente lo contrario. Cuanto más conocido sea su nombre, cuanto más decisiva y continuamente aparezca usted ante el público, más segura estará. Naturalmente, al mismo tiempo, no debe usted abandonar las precauciones técnicas. Sin embargo, sin una buena defensa política, las mejores medidas de clandestinidad resultarán ineficaces. Expreso aquí mi opinión en esta forma absolutamente franca y directa simplemente porque es demasiado lo que está en juego y cualquier intento por embellecer la situación sería un crimen.

Por favor, créame que estas líneas obedecen a un sentimiento de profunda simpatía por su suerte y la de su familia. Quedo totalmente a su disposición.

P. D. - Naturalmente, puede mostrarle esta carta al camarada Sneevliet. No podría agregar para él nada más por el momento.

Escritos , Tomo V
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
Section0001.xhtml
Section0002.xhtml
Section0003.xhtml
Section0004.xhtml
Section0005.xhtml
Section0006.xhtml
Section0007.xhtml
Section0008.xhtml
Section0009.xhtml
Section0010.xhtml
Section0011.xhtml
Section0012.xhtml
Section0013.xhtml
Section0014.xhtml
Section0015.xhtml
Section0016.xhtml
Section0017.xhtml
Section0018.xhtml
Section0019.xhtml
Section0020.xhtml
Section0021.xhtml
Section0022.xhtml
Section0023.xhtml
Section0024.xhtml
Section0025.xhtml
Section0026.xhtml
Section0027.xhtml
Section0028.xhtml
Section0029.xhtml
Section0030.xhtml
Section0031.xhtml
Section0032.xhtml
Section0033.xhtml
Section0034.xhtml
Section0035.xhtml
Section0036.xhtml
Section0037.xhtml
Section0038.xhtml
Section0039.xhtml
Section0040.xhtml
Section0041.xhtml
Section0042.xhtml
Section0043.xhtml
Section0044.xhtml
Section0045.xhtml
Section0046.xhtml
Section0047.xhtml
Section0048.xhtml
Section0049.xhtml
Section0050.xhtml
Section0051.xhtml
Section0052.xhtml
Section0053.xhtml
Section0054.xhtml
Section0055.xhtml
Section0056.xhtml
Section0057.xhtml
Section0058.xhtml
Section0059.xhtml
Section0060.xhtml
Section0061.xhtml
Section0062.xhtml
Section0063.xhtml
Section0064.xhtml
Section0065.xhtml
Section0066.xhtml
Section0067.xhtml
Section0068.xhtml
Section0069.xhtml
Section0070.xhtml
Section0071.xhtml
Section0072.xhtml
Section0073.xhtml
Section0074.xhtml
Section0075.xhtml
Section0076.xhtml
Section0077.xhtml
Section0078.xhtml
Section0079.xhtml
Section0080.xhtml
Section0081.xhtml
Section0082.xhtml
Section0083.xhtml
Section0084.xhtml
Section0085.xhtml
Section0086.xhtml
Section0087.xhtml
Section0088.xhtml
Section0089.xhtml
Section0090.xhtml
Section0091.xhtml
Section0092.xhtml
Section0093.xhtml
Section0094.xhtml
Section0095.xhtml
Section0096.xhtml
Section0097.xhtml
Section0098.xhtml
Section0099.xhtml
Section0100.xhtml
Section0101.xhtml
Section0102.xhtml
Section0103.xhtml
Section0104.xhtml
Section0105.xhtml
Section0106.xhtml
Section0107.xhtml
Section0108.xhtml
Section0109.xhtml
Section0110.xhtml
Section0111.xhtml
Section0112.xhtml
Section0113.xhtml
Section0114.xhtml
Section0115.xhtml
Section0116.xhtml
Section0117.xhtml
Section0118.xhtml
Section0119.xhtml
Section0120.xhtml
Section0121.xhtml
Section0122.xhtml
Section0123.xhtml
Section0124.xhtml
Section0125.xhtml
Section0126.xhtml
Section0127.xhtml
Section0128.xhtml
Section0129.xhtml
Section0130.xhtml
Section0131.xhtml
Section0132.xhtml
Section0133.xhtml
Section0134.xhtml
Section0135.xhtml
Section0136.xhtml
Section0137.xhtml
Section0138.xhtml
Section0139.xhtml
Section0140.xhtml
Section0141.xhtml
Section0142.xhtml
Section0143.xhtml
Section0144.xhtml
Section0145.xhtml
Section0146.xhtml
Section0147.xhtml
Section0148.xhtml
Section0149.xhtml
Section0150.xhtml
Section0151.xhtml
Section0152.xhtml
Section0153.xhtml
Section0154.xhtml
Section0155.xhtml
Section0156.xhtml
Section0157.xhtml
Section0158.xhtml
Section0159.xhtml
Section0160.xhtml
Section0161.xhtml
Section0162.xhtml
Section0163.xhtml
Section0164.xhtml
Section0165.xhtml
Section0166.xhtml
Section0167.xhtml
Section0168.xhtml
Section0169.xhtml
Section0170.xhtml
Section0171.xhtml
Section0172.xhtml
Section0173.xhtml
Section0174.xhtml
Section0175.xhtml
Section0176.xhtml
Section0177.xhtml
Section0178.xhtml
Section0179.xhtml
Section0180.xhtml
Section0181.xhtml
Section0182.xhtml
Section0183.xhtml
Section0184.xhtml
Section0185.xhtml
Section0186.xhtml
Section0187.xhtml
Section0188.xhtml
Section0189.xhtml
Section0190.xhtml
Section0191.xhtml
Section0192.xhtml
Section0193.xhtml
Section0194.xhtml
Section0195.xhtml
Section0196.xhtml
Section0197.xhtml
Section0198.xhtml
Section0199.xhtml
Section0200.xhtml
Section0201.xhtml
Section0202.xhtml
Section0203.xhtml
Section0204.xhtml
Section0205.xhtml
Section0206.xhtml
Section0207.xhtml
Section0208.xhtml
Section0209.xhtml
Section0210.xhtml
Section0211.xhtml
Section0212.xhtml
Section0213.xhtml
Section0214.xhtml
Section0215.xhtml
Section0216.xhtml
Section0217.xhtml
Section0218.xhtml
Section0219.xhtml
Section0220.xhtml
Section0221.xhtml
Section0222.xhtml
Section0223.xhtml
Section0224.xhtml
Section0225.xhtml
Section0226.xhtml
Section0227.xhtml
Section0228.xhtml
Section0229.xhtml
Section0230.xhtml
Section0231.xhtml
Section0232.xhtml
Section0233.xhtml
Section0234.xhtml
Section0235.xhtml
Section0236.xhtml
Section0237.xhtml
Section0238.xhtml
Section0239.xhtml
Section0240.xhtml
Section0241.xhtml
Section0242.xhtml
Section0243.xhtml
Section0244.xhtml
Section0245.xhtml
Section0246.xhtml
Section0247.xhtml
Section0248.xhtml
Section0249.xhtml
Section0250.xhtml
Section0251.xhtml
Section0252.xhtml
Section0253.xhtml
Section0254.xhtml
Section0255.xhtml
Section0256.xhtml
Section0257.xhtml
Section0258.xhtml
Section0259.xhtml
Section0260.xhtml
Section0261.xhtml
Section0262.xhtml
Section0263.xhtml
Section0264.xhtml
Section0265.xhtml
Section0266.xhtml
Section0267.xhtml
Section0268.xhtml
Section0269.xhtml
Section0270.xhtml
Section0271.xhtml
Section0272.xhtml
Section0273.xhtml
Section0274.xhtml
Section0275.xhtml
Section0276.xhtml
Section0277.xhtml
Section0278.xhtml
Section0279.xhtml
Section0280.xhtml
Section0281.xhtml
Section0282.xhtml
autor.xhtml
notas.xhtml
notas2.xhtml