CAPITULO 38
Sentado por fin en uno de los sillones de la biblioteca, Demian se encontró con que el alba indicaba la triunfal entrada del astro Sol, habían pasado muchas horas desde la caída de Kate y ella no daba señales de mejorar. Pidió que le preparasen el baño, debía despejar su mente para continuar alerta. Cuando estuvo nuevamente presentable Victoria le pidió que la acompañara a desayunar, ella tampoco había dormido nada pero al pobre Conde se le miraba mas decaído que al resto. Ah el amor, — pensó — extrañas cadenas que nos atan a un lúgubre tormento o encantadoras alas que nos cobijan en la magnífica luz del resplandor eterno.
Las horas transcurrían lentas, sin prisa y poco a poco Demian sentado en el mismo sitio donde recibiera el alba, dio la bienvenida al crepúsculo. El médico, como prometió el día anterior visito a Caitlyn al medio día, dejo el medicamento para mitigar el dolor de cabeza en cuanto ella despertase, pero no dio más esperanzas que en la última ocasión.
Era muy entrada la noche cuando Kate despertó, nada más abrir los ojos el dolor de cabeza le nublo la razón y la tumbo de nuevo contra la almohada. Se llevo las manos a las cien, todo le daba vueltas, la habitación giraba y giraba, se estaba mareando así que cerró los ojos y se concentro en que aquello no era más que su loca cabeza. Abrió los ojos de nuevo, se levanto y por fin logro sostenerse, salió al corredor apoyándose en muebles buscando a alguien que le diera algún maldito remedio, sentía como si la cabeza le fuera a explotar era insoportable, escucho voces y sosteniéndose con sumo cuidado del pasamanos bajo uno a uno los peldaños de la gran escalera.
Vio luz en la biblioteca y se dirigió hacia allí, se detuvo antes de llegara a la puerta, sosteniéndose de otro mueble para evitar caer… la habitación no paraba de girar y a Kate se le revolvió el estomago de pronto, se tapo la boca por puro instinto para después aspirar una gran bocanada de aire. Mientras pasaba un poco el malestar logro captar parte de la conversación que sostenían ahí dentro.
— Debemos esperar — decía un hombre — ¿Andrew?, pensó Kate, pero el esta de luna de miel, no entendía nada
— Pero el pobre está sufriendo mucho — le refutaba el otro, al que creyó reconocer como Robert
— Lo más sensato para el pobre es aliviar sus sufrimiento de una buena vez — Kate reconoció la voz de su padre — ¿Usted qué dice Lemacks?
— Pienso igual que Andrew, debemos esperar a que Caitlyn reaccione, ella nunca nos perdonara si por cualquier motivo evitamos que lo vea con vida a Altanero una vez más — Oh Demian, que bien me…. Y de pronto cayó en cuenta de que hablaban ¡asesinar!.... ¡Altanero!, quiso gritar pero de su garganta solo salió un gemido que rompió la tranquilidad de aquel pasillo, la angustia por su fiel amigo la impulso a caminar los pasos que le faltaban para entrar, tenía el corazón acelerado cuando irrumpió en la habitación.
— No pueden hacer eso — intento hablar
— Kate por dios hija, no debiste lamentarte de la cama, estas muy débil — Joseph Staverley la sujeto antes de que ella callera al suelo
— No pueden… — logro decir — por favor, padre… — la suplica fue apenas audible el dolor por saber lo que su familia pretendía hacer aunado con su cuerpo débil por los días en cama, hacían mella
— Te llevare a la cama — dijo el hombre, ignorando las suplicas de su hija. Kate lucho para desasir su abrazo y suplicar a Andrew que la ayudase, recordando las palabras dichas por el hacia escasos minutos.
— Andy — sollozó — tu… tú debes… ayúdame por favor — grito, Andrew la sujetaba para impedir que ella se desplomara — claro que si Kate, pero regresa a la cama ahora — Kate le creía pero sabía que su padre no soportaría ver el sufrimiento de Altanero y mucho menos el de ella, así que mientras no le ayudasen en ese preciso momento ella no iría para ningún lado
— No — su voz sonó firme
— No seas cabezota — le dijo su hermano. Ella se soltó bruscamente de él
Grito de impotencia por el dolor desgarrador que le provocaba saber que Altanero debía ser sacrificado. — ¡Por qué no me ayudan! — Pidió a gritos — Padre, ¿es que no entiendes?, tú sabes el amor que yo le tengo, no puedes hacerme esto
— Hija, el pobre está sufriendo mucho, es lo mejor — trato de razonar
— Pues llamen al médico, que lo cure
— Ya lo ha visto y ha dicho que no hay nada que se pueda hacer
— Llevémosle a Londres, seguro que haya….
— Basta ya, Caitlyn — la interrumpió su padre. Como respuesta Kate de desplomo en el piso y comenzó a llorar, era horrible el dolor que la embargaba y llenaba su corazón, el aire no llegaba a sus pulmones y le hacía imposible el respirar, — por favor — repetía una y otra vez, porque son tan crueles, por favor si me portado mal padre no me castigues así, ¡se lo ruego! Padre — grito.
Demian nunca la vio sumida en ese estado terrible de sufrimiento. Se le encogió el corazón, como era posible que ninguno de los hombres de su familia hicieran algo por brindarle consuelo, él se había quedado al margen porque aun cuando estaban comprometidos, era una cuestión un tanto familiar. Decidió que ya era suficiente y cuando se disponía a moverse de su lugar a un lado del ventanal del jardín, Andrew hablo.
— Robert trata de convencerla tú, a ti siempre te escucha — le dijo.
— Katie — ella se giro ante el apelativo y de pronto vio a Demian tras el hombre que la llamaba, Kate se levanto lentamente del piso y comenzó a caminar. Ante la mirada de todos, paso de largo a un lado de Robert para echarse en los brazos del Conde, bueno esa fue su intención pero Demian estaba más allá de unos cuantos pasos, así que antes de alcanzarlo cayo desvanecida por el agotamiento. La agilidad del hombre impidió a Caitlyn azotar en el suelo de la biblioteca, la tomo en sus brazos y la acuno como a un niño pequeño, ella lloraba desconsolada y él sabía que en esos casos las palabras de consuelo no servían de nada, así que se limito a mecerla y tararear una nana en su oído para que se tranquilizara por lo menos un poco, después de unos minutos surtió efecto y Kate alzo la cabeza para mirarlo a la cara y perderse en la profundidad de sus ojos negros, en la belleza de sus facciones varoniles que parecían esculpidas por un artista — eres hermoso — susurro, Demian alzo una ceja como respuesta.
Dándose cuenta de que lo dijo en voz alta, se puso roja y bajo cabeza para esconder el rostro contra el cuello del hombre — Por favor — pidió aferrándose más contra él — te lo ruego, ayúdame, solo tú puedes Demian… — sollozó nuevamente. Con resuelta determinación Demian avanzo con ella en brazo y cruzo la habitación — la llevare a verlo — les dijo. Ninguno de los presentes se opuso, de pronto entendieron que él Conde debería tener algún tipo de plan para hacerla razonar, además pronto estarían casados y él debería de empezar a conocer el comportamiento y las actitudes de Kate.
La condujo hasta los establos y durante el trayecto le fue informando sobre la salud del animal, de cómo se había roto una pata y que no había mas remedio que sacrificar al animal.
— De permitir que su pata sane así, cojeara para el resto de su vida y Altanero no se merece que lo relegues a un segundo término y lo olvides.
— ¡Yo nunca le haría eso!
— No a posta pero, siendo sinceros Caitlyn con el tiempo cuando ya no puedas galopar, buscaras otro con quien si puedas hacerlo. Kate tu adoras salir a pasear, que el gélido viento acaricie tu rostro y sobre Altanero ya no podrás hacerlo nunca más — sabia que sus palabras eran duras pero tampoco quería mentirle. No obtuvo respuesta y supo que ella estaba considerando lo que le acababa de decir.
Cuando llegaron a las cuadras, la puso de pie para poder abrir la puerta pero se negó a dejar de tocarla así que la mantuvo sujeta a su cuerpo abrazándola de la cintura. Cuando Altanero la vio, paro las orejas y levanto el cuello en señal de que se alegraba de ver a su ama, Kate se echo junto a él, Altanero la olfateo y parecía tan contento de verla bien que le hizo mimos frotando su cabeza contra ella. El animal se puso de pie e intento dan unos pasos, fue cuando Kate se percato de que cuanto le habían dicho sobre su estado era verdad. Ella quiso hablarle pero se le atoraron las palabras y no pudo, en cambio se limito a cepillarlo y acariciarlo mientras relataba muchas de las situaciones que disfrutaron juntos. Lloro acostada en su lomo por mucho rato cuando cayó en cuenta de que esos serian casi los últimos momentos que pasarían junto a su fiel amigo, antes de marcharse le echo una manta encima porque la noche estaba fría y no quiso que pasara más calamidades.
— ¿Estás seguro de que no hay algo más que podamos hacer? — se negaba a verlo morir, Altanero había sido su amigo y único compañero por mucho tiempo.
— Créeme bonita que hicimos hasta lo imposible por evitarte este dolor — la abrazo cuando vio que le temblaba el labio.
— No quiero que muera — lloro
— Lo sé, pero debes comprender cariño que sería una crueldad para un caballo como Altanero no volver a galopar o saltar como suele hacer, imagina la existencia de un caballo que ha permanecido casi tan brioso como uno que no sido domado encontrarse de pronto confinado y con una existencia sedimentaria.
— Tienes razón, es solo que… — no pudo continuar y estallo en llanto de nuevo. Ese día había llorado más de lo que recordara en su vida.
— Volvamos a casa, la noche se ha puesto muy fría y te puedes resfriar. — Demian se apresuro a sacarse la chaqueta y colocarla sobre los hombros de Caitlyn, que hasta ese momento se percato de que solo iba vestida con la bata.
Al llegar a la puerta de la casa Kate lo detuvo. — Prométeme que no permitirás que Altanero sea sacrificado sin que yo vuelva a verlo
— Caitlyn… yo prefiero que…
— Promételo — su voz se quebró por la angustia
— Lo prometo — y ella no dudo de que así lo haría puesto que en esas dos palabras estaba implícito el innegable sonido de quien dice la verdad. Después la llevo hasta la habitación y se aseguro de que ella se durmiera.
Al día siguiente Kate ya se encontraba mucho mejor pero solo se le permitió levantarse una vez que el médico la reviso. Tomo un baño y se cambio lo que ayudo mucho a su estado anímico. Una vez termino con eso se acerco hasta las cuadras e indico que pasaría el día con el animal. Cuando Altanero la vio la recibió no solo relinchando, sino haciendo ese “ju ju ju” que hacen los caballos, además de que se movió un poco mientras le lanzaba una mirada vivaz e interesada denotando su buen recibimiento. Kate lo refresco y después volvió a cepillarlo como había hecho la noche anterior.
Cuando no se presento en el comedor, Demian se excuso informando que le haría compañía, sabía que la encontraría en las cuadras. Pidió que le prepararan unas viandas y se dirigió al lugar. No se equivoco cuando llego la encontró en la cuadra de Altanero, sin decir nada se sentó a su lado y saco la comida que había llevado.
— Le encantan los dulces, incluso más que las zanahorias — sonrió — me encantaría poder regresarlo a su hábitat y verlo correr salvaje junto con otros caballos,— el animal se puso atento y paro las orejas, como respuesta Kate le pellizco en las crines demostrándole su amistad y confianza. — Creo que ha llegado la hora — dijo de pronto pero se interrumpió cuando el nudo de su garganta se hizo presente.
— Creo que sí, tu presencia y escucharte hablar lo ha relajado bastante, además el te reconoce como su jefe de manada y sabe que estando a tu lado estará seguro y protegido.
Demian llamo al capataz para pedirle que hiciera los preparativos para sacrificar a Altanero, además de que informara a los Staverley de lo que se disponían a hacer. A las cuadras llego la familia Staverley completa, puesto que sabían lo que Altanero significaba para Kate, ella lo abrazo por el cuello agradeciéndole por todos esos momentos donde él fue su única compañía, lo beso por las muestras de cariño que le dio. Antes de separarse de shttp://www.rnovelaromantica.com/foro/Smileys/default/Bye.gifu lado, le ofreció un gran terrón de azúcar y él respondió moviendo su cabeza para olfatearle por última vez. El capataz le indico al Conde que todo estaba listo, Demian se acerco para retirar a Caitlyn del animal y alejarla lo más posible del lugar.
— No es necesario que mires el resto. — le dijo mientras la tomaba en brazos y la apretó fuerte contra su cuerpo. Minutos después se escucho el sonido del disparo. Kate grito y se aferro mas al cuello del hombre que la sostenía, lloro y de pronto ya no supo más de lo que sucedía a su alrededor.