Mosaicos y pinturas
Los mosaicos de la Villa Adriana son un exponente excelente de la gran calidad alcanzada en la musivaria. Son policromados, con finas y variadas tonalidades, como en los mosaicos de las palomas bebiendo en un recipiente; los de Baco en un paisaje rocoso, donde pastan las cabras y corre un arroyo junto a árboles; los de un león atacando a un toro, en un paisaje también salvaje y desolado; los de un teatro; los de los centauros atacando a tigres y a panteras.
Las teselas de los mosaicos son de pequeño tamaño. Algunos cuadros, como el de las palomas, siguen la tradición helenística y, concretamente, de Pérgamo. Son todos ellos buen exponente de un arte refinado y exquisito. El musivario alcanzó un juego de tonalidades magnífico. De la época adrianea es el mosaico de Ifigenia en Aulis de Antioquía. La pintura de Las Musas, de la casa de Las Musas de Ostia, se data igualmente en tiempos de Adriano.