Por qué los DJ necesitan estructura
La más simple de las mezclas implica pinchar la introducción (intro) de un nuevo tema sobre la última parte (la outro) del tema del que quieres salir. Para iniciar la mezcla a tempo, el DJ tiene que saber cuándo está a punto de empezar la outro. Si analizas cómo se combinan los tiempos y los compases para constituir estrofas, estribillos, intros y outros (que describo en detalle en la sección “Estudiar la estructura de las canciones”) no perderás el ritmo.
El conocimiento de la estructura rítmica es vital para todo tipo de DJ. Tanto si tu estilo es crear transiciones continuas de 1 minuto de duración de un tema al siguiente como si te limitas a poner un tema cuando se acaba el otro, comprender cómo se estructura un tema te permitirá mezclar sin riesgo de intervalos vacíos de bombo, caídas en la diversión y en la energía de la noche o —lo peor de todo— silencios.
Para más información sobre cómo se superponen distintas partes de un tema para modificar el sonido y la energía de la mezcla, consulta el capítulo 16.
Multiplicación de tiempos, compases y versos
Igual que un albañil construye un muro a partir de centenares de ladrillos colocados en hileras una encima de otra, y luego une el muro a otros muros para construir una casa, un autor de canciones agrupa los tiempos de un tema y los combina con otros grupos, y luego une estos grupos para crear estructuras mayores, todas ellas parte de un todo aún mayor: la canción. Pero, antes de empezar a examinar cómo se combinan los muros para construir una casa (o cómo se combinan las estrofas y los estribillos para construir un tema), tienes que saber cómo construir un muro —o crear un estribillo— a partir de tiempos y compases. Si eres capaz de contar hasta cuatro, podrás enfrentarte con facilidad a la estructura rítmica, porque los bloques de construcción de casi todos los temas con los que te encontrarás van en grupos de cuatro:
Cuatro
tiempos en un compás
Cuatro
compases en un verso
Cuatro
versos en una estrofa (normalmente)
Aunque suelen componerse de cuatro versos, la longitud de un verso puede cambiar en función de las decisiones del autor.
La forma más fácil de explicar cómo cuatro tiempos se convierten en un compás y cuatro compases en un verso es utilizando letras de canciones. Por desgracia, si quisiera utilizar la letra de una canción famosa reciente tendría que pagar mucho dinero, así que utilizaré una canción infantil inglesa, Baa, Baa, Black Sheep (Be, be, oveja negra) (si no la conoces, la encontrarás fácilmente en YouTube) para mostrar cómo el número mágico cuatro multiplica los tiempos para convertirse en compases y estrofas.
Para demostrar el principio de los cuatro tiempos en un compás, fíjate en la primera línea de la canción, Baa, baa, black sheep, que tiene un compás de duración. Cada una de estas palabras se corresponde con uno de los tiempos del compás, y la primera palabra tiene más énfasis que las otras tres. Un ritmo de tambor simple para acompañar este compás tendrá la estructura básica “bombo” – “bombo/caja” (si necesitas más información sobre patrones rítmicos de batería, consulta el capítulo 14), como se puede ver a continuación:
Tiempo 1 – Baa (bombo)
Tiempo 2 – Baa (bombo y caja)
Tiempo 3 – black (bombo)
Tiempo 4 – sheep (bombo y caja)
Avanzando en la canción, este compás es el primero de los cuatro compases que componen la primera estrofa:
Compás 1: Baa, baa, black sheep,
Compás 2: Have you any wool?
Compás 3: Yes sir, yes sir,
Compás 4: Three bags full.
La primera estrofa se agrupa con otras tres para crear dieciséis líneas (es decir, dieciséis compases), una sección entera.
Baa, baa, black sheep,
Have you any wool?
Yes sir, yes sir,
Three bags full. (Final de la estrofa 1: cuatro líneas/compases de duración.)
One for the master,
One for the dame,
And one for the little boy
Who lives down the lane. (Final de la estrofa 2: la canción dura ocho compases hasta aquí.)
Baa, baa, black sheep,
Have you any wool?
Yes sir, yes sir,
Three bags full. (Final de la estrofa 3: la canción dura doce compases hasta aquí.)
One to mend the jerseys
One to mend the socks
And one to mend the holes in
The little girls’ frocks. (Final de la estrofa 4: la duración total de la canción es de dieciséis compases.)
Observa de nuevo las dieciséis líneas de la canción. Aunque la canción tiene cuatro estrofas distintas, se pueden agrupar las dos primeras y las dos últimas como dos partes distintas de la canción. Ambas mitades empiezan con la misma estrofa, “Baa, baa, black sheep, have you any wool, yes sir, yes sir, three bags full”, pero la siguiente estrofa es diferente.
En música nos encontramos con el mismo principio: la segunda
mitad de una estrofa puede sonar muy parecida a la primera, pero en
el cuarto y último verso, los sonidos, tambores y energía de las
voces o instrumentos aumentan para indicar que nos acercamos al
final de la estrofa y no sólo al final de la primera
mitad.
El plato es un símbolo
No todas las letras de las canciones te indican en qué parte del tema estás. Aunque la música sin letra tiene a veces cambios de melodía a través de los distintos versos, quizá necesites un poco más de orientación para ayudarte a encontrar tu posición. Si acabas de colocar la aguja, o de poner en marcha el CD, en un lugar aleatorio con vistas a iniciar una mezcla, tienes que saber en qué parte de un patrón de cuatro versos (dieciséis compases) te encuentras.
Por
suerte para los DJ, los productores de discos son muy amables y
dejan marcas de fin de verso (generalmente golpes de plato) al
final de los versos o justo después. Los cuatro versos del ejemplo
de Baa, Baa, Black Sheep
tienen tres tipos de finales
distintos:
El
final del primer verso y del tercer verso (probablemente
idénticos)
El
final del segundo verso (el punto central)
El
final del segundo verso (el punto final y más potente)
Los finales de los versos primero y tercero probablemente tienen un golpe de plato para destacar (generalmente en el cuarto tiempo del cuarto compás), pero nada muy especial.
El final del segundo verso, el punto central, está un poco más resaltado, porque la primera mitad es una parte propia de la historia. Este final puede tener un pequeño cambio en los tambores, como un breve redoble, y terminar con un golpe de plato en el último tiempo del último compás o el primero del siguiente (el noveno).
El final del cuarto verso sí es importante. Este marcador de
final de verso indica que la canción va a pasar a una sección
nueva, de una estrofa a un estribillo, de un estribillo a un
break o de un
break a una estrofa,
etc. Es similar al marcador del punto central, pero más pronunciado
y potente. El redoble de tambor dura más, las voces son más
profundas y la energía es muy superior, creciendo para pasar a la
sección siguiente.
Todo cambia
Las marcas de fin de verso son habituales en algunos géneros musicales, pero no te fíes de ello; no siempre los autores de canciones incluyen marcas al final de los versos 1 y 3. En esta fase te será de mucha ayuda conocer los temas del derecho y del revés.
Si el tema tiene letra, es relativamente fácil —si has escuchado el tema las suficientes veces— reconocer señales que te indican finales de verso.
Para un tema sin letra, escucha cómo cambia de verso a verso, aun sin esas marcas de fin de verso. Puede que el gancho o motivo principal empiece de nuevo, quizá la melodía cambie de tonalidad, se introduzca otro instrumento, pueda agregarse otro sonido de tambor o sonido sintético o quizá te des cuenta de un cambio general en el volumen o la potencia de la música debido a la adición de filtros/compresores, se trata más de una sensación, que algo que pueda realmente definirse.
Los productores inteligentes intentan evitar las normas y
jugar con tus expectativas, pero en la mayoría de temas algo cambia
o se añade cada cuatro compases.
Contar para saber dónde estás
Empieza a reproducir uno de tus temas, escúchalo e intenta oír cómo los tiempos se convierten en compases, los compases en versos, los versos en semiestrofas, como la canción infantil, y luego cómo la estrofa pasa a la parte siguiente. Para ayudarte a aprender esto, empieza por el primer tiempo de bombo y, a medida que la música suena, cuenta los tiempos, como se muestra en la Figura 15-1.
Figura 15-1:
Contar el tiempo de los tiempos.
Cuenta el número del compás como el primer tiempo del compás. El sentido de contar de esta forma es simplemente saber en qué compás estás.
El primer tiempo del compás tiene más énfasis, así que,
cuando cuentes los tiempos, pon más energía al decir el primer
número: “UN dos tres cuatro - DOS dos tres cuatro”,
etcétera.
Escucha lo que sucede al final del primer verso (cuatro compases) del tema. En el tiempo 4 del cuarto compás, o en el tiempo 1 del siguiente, lo más probable es que oigas un golpe de plato o algún tipo de sonido que actúa como remate del verso. Es posible que el sonido que marca este primer verso sea el mismo para todos los primeros versos de una sección durante el resto del tema.
Sigue contando y escuchando cómo acaba cada verso, y presta una atención especial a comparar cómo finaliza cada uno de los versos y cómo esto indica tu posición en los dieciséis compases.
Acaba de escuchar el tema entero porque puede que la sección inicial (la intro) tenga sólo ocho compases de duración. Mientras escuchas el resto del tema, usa lo que sabes sobre duraciones de versos y recuerda los distintos estilos de marcas de fin de verso para ayudarte a decidir cómo están compuestos la intro, la estrofa y el estribillo, que describo en detalle en la posterior sección “Estudiar la estructura de las canciones”.
Escuchar los temas de forma activa
Escucha de forma activa; presta atención a lo que está sonando. En vez de limitarte a relajarte y disfrutar de la música, concéntrate en los sonidos que estás oyendo: batería, fragmentos de voz (¡un “Oh yeah” al final de un compás es un buen indicador!), cambios en las melodías o en la línea de bajo, un extraño whoosh u otros ruidos electrónicos; cualesquiera de estos sonidos pueden ser marcas que el autor ha dejado para indicarte en qué parte del tema estás. ¡Incluso la ausencia de una marca al final de los versos 1 y 3 puede ser la marca que estés buscando! Escucha con atención y descubrirás los secretos de las marcas.
Una vez que hayas descifrado la fórmula de tiempos/compases/versos de la estructura de un tema, cuando ya sepas identificar las distintas marcas de fin de verso y cuando hayas desarrollado el instinto que te indique que la música está a punto de cambiar, verás que ya no necesitas contar tiempos y compases.
Esto es algo que quiero resaltar: tienes que procurar dejar
de contar tiempos lo antes posible. Desarrollar una dependencia del
conteo de tiempos para poder mezclar puede ahogar tu creatividad y
tener consecuencias desastrosas. No sólo te arriesgas a parecerte
a Rain Man mientras cuentas tiempos y compases a medida que suenan,
sino que, si sucede algo que te quita la concentración y no sabes
en qué punto del tema estás, la probabilidad de que la mezcla se
convierta en una pesadilla es demasiado grande. Dedica el tiempo y
la concentración necesarios para desarrollar la memoria y la
destreza que te permitan escuchar un tema desde la mitad y saber
dónde estás con un error de uno o dos versos.
Estudiar la estructura de las canciones
En realidad, las personas que se encuentran en la pista de baile no están interesadas en cómo están creadas las canciones, aunque sí esperan y responden a las distintas partes de la música, igual que tú necesitas hacerlo. Como DJ, tienes que saber cuándo está sonando una estrofa, un estribillo o un break —aunque la canción no tenga letra— para poder crear mezclas uniformes, sin errores y de sonido profesional.
Intros, estrofas, estribillos, breaks y outros son los distintos grupos de compases y versos que se combinan para crear el tema:
Introducción
(o intro): la parte del principio del
tema, antes de que entre la melodía principal. Puede ser tan larga
o tan corta como un trozo de cuerda, pero suele tener una duración
de un múltiplo de ocho compases, y normalmente hay un cambio o una
adición de instrumento o sonido cada cuatro compases. Al final de
la intro, la
canción incluye una marca de fin de verso (un desarrollo o
build-up, un redoble
o el sonido de un plato crash) que indica que está a
punto de terminar. Las intros
más sencillas para que un DJ pueda hacer
beatmatching duran al
menos dieciséis compases, y constan únicamente de golpes de batería
durante los ocho primeros. El segundo grupo de ocho compases puede
empezar a introducir música, como la línea de bajo del tema. En el
capítulo 14 explico por qué esto es tan útil para los DJ de
beatmatching, y
también describo la forma de abordar distintos tipos de
intro.
Estrofa:
en temas con letra, cada estrofa suele tener una
letra distinta. Si el tema no tiene letra, es más difícil
distinguir la estrofa; y, a pesar de que puede contener el gancho
musical principal (la parte pegadiza del tema que se tararea en la
ducha), no será muy potente y enérgica. En la mayor parte de casos,
la estrofa dura dieciséis compases (cuatro versos), y se divide en
dos grupos de ocho compases en los que la melodía se repite pero se
desarrolla para llegar a una conclusión al final del compás
dieciséis.
Estribillo:
la parte del tema que normalmente tiene la misma
letra cada vez que suena. El estribillo suele estar basado en el
gancho de la melodía y es la parte más energética, pegadiza y
potente del tema. Es más breve —a veces dura sólo ocho compases
(dos versos)— e intenso que la estrofa, y eleva la energía de la
pista (de la de baile también). Quizá notes que el tema incluye un
golpe de plato crash entre los dos versos y un build-up después de la segunda
frase. Incluso la música sin letra tiene estrofa y estribillo. Lo
que puede identificarse como gancho principal que se repite durante
todo el tema es contenido en una parte y potente, y energético y
obvio en otra. La sección más tenue es la estrofa del tema, y la
más potente y directa, el estribillo.
Break: la parte en la que puedes tomarte un ligero descanso. Se
trata de una transición/puente del final del estribillo al
principio de la siguiente parte.
A fin de crear un bonito puente para salir del estribillo y entrar en la estrofa siguiente, los breaks suelen ser menos potentes. Los bombos desaparecen, y suenan las melodías de bajo y una versión reducida del gancho del tema. El último compás es un build-up, como el final de un estribillo o de una estrofa, y quizá oigas un indicador en el último tiempo del compás o en el primero del compás siguiente, para indicar el cambio a una nueva parte.
Si la pista incluye un break muy al principio, es probable que sea más bien corto, de cuatro u ocho compases, y se denomina minibreak.
El break principal suele aparecer cerca de la mitad del tema, y probablemente dure el doble que cualquier posible minibreak que haya sonado. Suele tener dieciséis compases de duración y sigue el mismo diseño de sonido que el minibreak, pero tarda más en entrar y salir, probablemente contiene menos sonidos e instrumentos para empezar e incluye un crescendo (un build-up, como un redoble durante el que los instrumentos suenan más fuerte y más rápido) durante los dos últimos compases o todo el último verso.
En música indie/rock/de fiesta, un break en mitad del tema se suele llamar “middle 8”. Puede seguir el mismo principio que he descrito en el párrafo anterior, disminuyendo la potencia sólo para volver a entrar en el tema. Pero, con frecuencia, el middle 8 es una variación sobre el tema, que dura ocho compases (de ahí el nombre) y que, cuando termina, vuelve de nuevo al tema principal ya conocido. El efecto es el mismo, hacer una pausa del sonido principal del tema, pero el método puede ser distinto en comparación con la música trance/house.
Outro: la última parte del tema. Lo más probable es que el último
elemento importante antes de la outro sea un estribillo. Este
estribillo puede repetirse hasta el final (lo que se denomina
un fade out,
que no es nada cómodo para el DJ), o bien puede haber una
outro más agradecida
para el DJ.
El mejor tipo de outro es, en realidad, una versión invertida de la intro. La intro empieza solamente con golpes de batería, introduce la línea de bajo y luego inicia el tema. Si, después del último estribillo, la música disminuye hasta quedar sólo la batería, la melodía de bajo y una versión reducida de la melodía principal durante ocho compases, y en los siguientes ocho compases está sólo la batería y quizá la melodía de bajo, tienes dieciséis compases disponibles para mezclar con facilidad el tema siguiente (para más información, consulta el capítulo 16).
Las outros, sin embargo, pueden durar mucho tiempo; ¡minutos, incluso! Cada ocho compases, el tema puede perder otro elemento, hasta que no queda nada más que el charles y la caja. Más que un desperdicio de vinilo (o de bytes), esta outro resulta extremadamente útil si te gusta crear mezclas largas y con mucha superposición.
Repetir la fórmula
Los bloques principales que forman una canción están unidos entre sí por repeticiones y más repeticiones, pero con cambios sutiles a lo largo del tema:
Después de las dos primeras estrofas y
estribillos, la siguiente estrofa y estribillo tiende a ser muy
similar. Si la canción tiene letra, cada estrofa tendrá letra
distinta, pero lo más probable es que el estribillo no
cambie.
Aunque
la estructura, melodía y patrones se mantengan, la música puede
introducir nuevos sonidos o un proceso de efectos en la estrofa o
estribillo originales a fin de añadir profundidad al tema (un
cambio ligero en el sonido proporciona al oyente una sensación de
progreso a lo largo del tema).
Como
el break o
el middle 8 reducen al mínimo la energía del tema, a muchos compositores
les gusta poner a continuación un estribillo, la parte más
energética del tema. De nuevo, la canción puede introducir más
instrumentos y sonidos para darle una sensación ligeramente
distinta al estribillo.
En
función de la duración del tema, el break principal puede ir seguido
por más estrofas, estribillos y minibreaks.
Aceptémoslo: cada tema es distinto
Si todos los temas tuvieran la misma estructura, aunque la música fuese distinta, pronto nos cansaríamos. En producción musical, alterar la duración de una intro, agregar estrofas, estribillos, breaks y minibreaks, cambiar su duración y extender las outros son métodos para hacer un tema único y, a un tiempo, seguir con la estructura básica de cuatro tiempos en un compás, cuatro compases en una estructura de verso.
El cerebro es un órgano increíble. Al escuchar una pista con oído activo, al cabo de tres o cuatro veces, tu cerebro recuerda la estructura básica del tema, y luego se apoya en activadores (como marcas de final de verso, voces o simplemente las diferentes tonalidades de los anillos en el disco) que te ayudan a recordar la estructura de la pista, junto con la de las otras mil de tu colección.
El truco para hacer que tu cerebro trabaje para ti es
escuchar tu música muchas veces. No puedes esperar saber la
estructura de un tema inmediatamente; tienes que escucharlo unas
cuantas veces. La práctica de tus habilidades de mezcla te ofrece
también la oportunidad de conocer bien tus temas, pero yo te
recomiendo que los copies en un iPod/cinta/MiniDisc/CD para poder
escucharlos en cualquier momento.
Escucha siempre con un oído activo la estructura, la melodía, el gancho y la letra. Tu cerebro guarda toda esta información en el subconsciente, y accede a estos recuerdos y a tus conocimientos sobre cómo un tema se estructura en compases y versos, garantizando que nunca te equivoques durante la mezcla.
Desarrollar tus instintos básicos
Tu memoria y tus instintos para la música se desarrollan igual que tu habilidad para conducir un coche. Cuando conduces, no estás siempre pensando “Acelerar... levantar un poco el pie... girar... enderezar... frenar... embragar... mirar retrovisor... cambiar a tercera... embragar... cambiar a segunda... acelerar...”, etc. Te limitas a hacerlo, y ya está. Tus instintos de conductor los desarrollas a base de práctica y experiencia. Con el DJ ocurre exactamente lo mismo.
Sabes que el primer tiempo del compás tiene énfasis, sabes que la melodía o la línea de la letra es probable que empiece en el primer tiempo de un compás y, después de escucharlo, sabes qué tipo de marcadores de final de verso utiliza cierto tema, a mitad del verso y cuando está a punto de cambiar a otro elemento como una estrofa o un estribillo.
En el ejemplo de Baa, Baa, Black Sheep de la sección anterior “Multiplicación de tiempos, compases y versos”, al oír “Have you any wool?” tu instinto te indica que estás en el segundo compás de la estrofa 1 o de la 3, porque te sabes la letra.
La letra del verso siguiente te indica en qué parte te encuentras; si el verso siguiente empieza con “One for the master”, sabes que estás sólo en la estrofa 2, pero si oyes “One to mend the jerseys”, sabes que se trata de la estrofa 4.
Sin embargo, intenta prestar atención a la marca de final de verso distinto, que te indicará si estás a mitad de estrofa o a punto de entrar en una nueva parte del tema, de manera que no sea necesario que recuerdes una gran cantidad de letras. Las canciones sin letra también tienen estructura; pero, en lugar de prestar atención a los cambios en la letra, deberás prestarla a los cambios en la música y en los instrumentos.