Elegir temas para mezclar entre sí
Los temas que selecciones y el orden en el que los pinches son tan importantes como el método que utilices para pasar de un tema a otro. La mejor —desde el punto de vista técnico— mezcla del mundo puede sonar fatal si los temas no se adaptan bien entre sí, y el aburrimiento puede hacer acto de presencia si te limitas toda la noche a un mismo sonido, género y nivel de energía (ritmo y potencia de la música).
Para percibir qué tipo de temas se mezclan bien entre sí debes tener en cuenta los aspectos fundamentales que diferencian un tema de otro (aparte de la melodía, la letra, los instrumentos empleados, etc.). Las diferencias clave son el ritmo principal, el tono en el que están grabados los temas y el tempo original de cada uno.
Beatmatching, la nueva generación
Ajustar los martilleos de bombo de tus temas es una cosa; una vez le pilles el truco, coordinar bombos es algo relativamente simple y que suena bien. Sin embargo, el verdadero ritmo principal es otro ritmo que hay que tener en cuenta y saber detectar en los temas, y no está sólo ligado a la música dance. Toda la música está hecha de combinaciones de ritmos principales.
Una
pista se compone de la pista de
fondo (la batería, la línea de bajo y
posibles sonidos rítmicos electrónicos) y la melodía y/o voces
principales. La pista de fondo es la fuerza impulsora del tema,
contiene un ritmo propio que es independiente de los golpes de
bombo, pero que armoniza con ellos. Un gran ejemplo de lo que digo
es el ritmo principal “duggadugga
duggadugga duggadugga duggadugga” de I Feel Love, de Donna Summer.
Si lo que voy a decir ahora suena un poco infantil, es porque lo es. Lo recuerdo del colegio, ¡así que doy las gracias a Mr. Galbraith por grabarme este concepto en la cabeza!
Al hacer beatmatching de golpes de bombo, sólo tienes que tener en cuenta el contundente sonido thump thump thump de los bombos sonando unos sobre otros. Ahora tienes que empezar a prestar atención a uno de los cuatro ritmos principales: ta, ta-ti, ta-ti-ta y ta-fi-ti-ti. La mayor parte de la música popular tiene cuatro tiempos por compás, y cada uno de los cuatro ritmos principales fundamentales suena en el tiempo, así que obtienes cuatro por compás:
Ta es un sonido individual en cada tiempo del compás (suena como “baa” de la canción Baa, Baa, Black Sheep):
Tiempo |
1 |
2 |
3 |
4 |
1 |
2 |
3 |
4 |
Ritmo |
Ta |
Ta |
Ta |
Ta |
Ta |
Ta |
Ta |
Ta |
Palabra |
Baa |
Baa |
Baa |
Baa |
Baa |
Baa |
Baa |
Baa |
Ta-ti son dos sonidos de la misma duración en cada tiempo, aunque uno suele tener énfasis, lo que lo hace más potente que el otro (suena como Have you en el verso “Have you any wool” de Baa, Baa, Black Sheep):
Tiempo |
1 |
2 |
3 |
4 |
1 |
2 |
3 |
4 |
Ritmo |
Ta-ti |
Ta-ti |
Ta-ti |
Ta-ti |
Ta-ti |
Ta-ti |
Ta-ti |
Ta-ti |
Palabra |
Have you |
Have you |
Have you |
Have you |
Have you |
Have you |
Have you |
Have you |
A veces no se oye la parte ta (Have) del ritmo, y sólo se oye la segunda parte, ti (you), que se denomina tiempo débil u offbeat. Este offbeat simple es un favorito de los productores que quieren dar a un tema un sonido potente y sin adornos. Ta-ti ta es como decir lemonade en cada tiempo. Es muy similar a ta-ti, salvo que, en lugar de dos sonidos iguales se oyen dos sonidos rápidos (que duran lo mismo que ta en el ritmo ta-ti), seguidos de un sonido que dura lo mismo que la parte ti de ta-ti. Al dividir el ritmo ta-ti ta en dos, las mitades son ta-ti y ta (Lemon y ade). Dices lemon muy rápido y dura lo mismo que ade:
Tiempo |
1 |
2 |
3 |
4 |
1 |
2 |
3 |
4 |
Ritmo |
Ta-ti ta |
Ta-ti ta |
Ta-ti ta |
Ta-ti ta |
Ta-ti ta |
Ta-ti ta |
Ta-ti ta |
Ta-ti ta |
Palabra |
Lemonade |
Lemonade |
Lemonade |
Lemonade |
Lemonade |
Lemonade |
Lemonade |
Lemonade |
Ta-fi-ti-ti es como decir Mississippi en cada tiempo del compás; cuatro sonidos iguales en cada tiempo que le dan al tema un ritmo hipnótico y potente. Este sonido es el ritmo duggadugga de I Feel Love del que hablaba antes. Añade mucha energía a la melodía de bajo y, si se agrega un filtro o un efecto de flanger a este ritmo (ver capítulo 10), la pista de baile entra en trance.
Tiempo |
1 |
2 |
3 |
4 |
1 |
2 |
3 |
4 |
Ritmo |
Ta-ti |
Ta-ti |
Ta-ti |
Ta-ti |
Ta-ti |
Ta-ti |
Ta-ti |
Ta-ti |
Palabra |
Mississippi |
Mississippi |
Mississippi |
Mississippi |
Mississippi |
Mississippi |
Mississippi |
Mississippi |
Cuando componen un tema, los productores combinan estos ritmos base fundamentales entre sí para crear ritmos más complicados. Por ejemplo, pueden crear un compás con tres ta-ti ta seguidos de un ta-fi-ti-ti, o complicarlo más aún y crear compases con los ritmos principales ta, ta-ti, ta, ta-ti-ta. Las opciones son infinitas, pero cuando tengas en cuenta los temas que vas a usar en la mezcla, escucha si estos ritmos principales se adaptan bien unos a otros.
Consulta mi sitio web, www.recess.co.uk (en inglés),
donde encontrarás diferentes clips de vídeo y de audio en los
que se hace una demostración de diversos ritmos principales en los
temas.
Mezclar con cuidado
Mezclar ritmos principales similares puede ser peliagudo. En las manos adecuadas, ta-fi-ti-ti se mezcla perfectamente con otro ta-fi-ti-ti y, con frecuencia, es este ritmo principal constante el que da a la mezcla una sensación de potencia y energía. Pero si no haces el beatmatching de los temas con precisión, los cuatro sonidos se intercalan con los otros cuatro, y el resultado es un sonido sucio. Lo mismo vale para ta-ti ta: necesitas buena habilidad de beatmatching para mezclar dos de estos sonidos entre sí (o para mezclar ta-ti ta con ta-fi-ti-ti).
La mezcla de ritmos más simples, como ta o ta-ti (incluida la parte a tiempo débil de ta-ti, en la que sólo se oye el segundo sonido ti), entre sí, o con alguno de los ritmos más complicados (ta-ti ta y ta-fi-ti-ti) es una solución a este problema. Sin embargo, este método acabará por sofocar tu creatividad (y, a menudo, la energía de la mezcla). Si necesitas pasar de un ritmo principal complicado a uno simple y de vuelta a uno complicado para progresar en una mezcla, romperás la fluidez de la sesión. Por eso es importante que pases tiempo refinando tus habilidades de beatmatching: para que seas capaz de mezclar ritmos principales complicados.
Aunque ta y ta-ti son más simples y fáciles de ajustar, suelen tener potentes
líneas de bajo, y esta potencia hace que no siempre se mezclen
bien. Si el ritmo de un tema es ta, y el otro es el
ti del tiempo débil
(no se oye el ta de ta-ti), a menos que la nota ta
de un tema y el ti de tiempo débil del otro sean
muy similares, la mezcla puede sonar extraña y desafinada (para ver
algunos consejos sobre esto, consulta “Afinar con la mezcla
armónica”, en este mismo capítulo).
Estos mismos principios de ritmo principal se aplican al patrón del charles (los platos que suenan tchssss). Aunque la mayor parte de los temas suelen utilizar un sonido de charles abierto entre cada golpe de bombo (igual que el ti del tiempo débil), ten cuidado cuando los patrones se hacen más complicados. Si intentas mezclar dos patrones de charles ta-fi-ti-ti, y no aciertas bien con el beatmatching, el resultado sonará espantoso.
Cambiar de marchas
Mezclar de un ritmo principal a otro es tremendamente importante en lo que respecta a la potencia de la sesión. Ir de un ritmo ta a uno ta-ti ta puede hacer que la mezcla suene más rápida e intensa, aunque los beats por minuto (BPM) sigan siendo los mismos. Cambiar de ta-fi-ti-ti a la versión de tiempo débil de ta-ti (sólo la parte de ti) es un método increíblemente eficaz de hacer que la mezcla suene más oscura, al simplificar y concentrar el sonido de un ritmo frenético, de cuatro sonidos, a un ritmo básico y simple, de un solo sonido. Combinado con un cambio de tono (lee “Cambiar la tonalidad”, en este mismo capítulo), ¡el efecto puede ser explosivo!
Afinar con la mezcla armónica
Quizá tu beatmatching sea perfecto (lee el capítulo 14), tu control de volumen sea ultrapreciso (lee el capítulo 16) y hayas elegido dos temas con ritmos principales complementarios, pero a veces los dos temas suenan desafinados entre sí. En este punto entra la mezcla armónica, y se trata de la etapa final en la creación de mezclas realmente suaves y uniformes. La mezcla armónica no es en absoluto un paso esencial en el aprendizaje de la mezcla, y quizá un DJ de fiesta o de rock no la tenga jamás en cuenta, pero, como DJ de música dance electrónica, si aspiras a crear mezclas largas, fluidas y uniformes, la mezcla armónica desempeña un papel realmente importante.
Cualquier canción con una melodía tiene una tonalidad
musical, y las notas que emiten los instrumentos y las voces se
basan en esta tonalidad (quizá habrás oído decir a alguien “voy a
cantar esto en Do menor, por ejemplo). DJ como Sasha, Oakenfold,
John Digweed y muchos otros dominan perfectamente la mezcla
armónica para crear mezclas suaves y controladas que añaden a su
estilo un nivel adicional de profundidad y habilidad.
Para casi todos los DJ, el primer contacto con la mezcla armónica es accidental, y luego intentan mejorar en este campo por ensayo y error. La técnica de ensayo y error es en extremo importante. Seguir a pie juntillas las reglas que se indican en esta sección sobre qué tonalidad mezcla con cuál no es una buena idea. Es importante saber cómo afecta la tonalidad a la mezcla de dos temas, pero aún lo es más el desarrollar oído para saber qué sonidos suenan bien al mezclarlos, en lugar de apoyarte en un trozo de papel o regla que hayas leído en un libro increíblemente informativo.
Sin embargo, necesitas algún lugar desde donde empezar y algo a lo que recurrir si no estás seguro de qué hacer a continuación; ahí es donde entra el principio de las notaciones de tonalidad, y dispones de dos sistemas para ayudarte a comprender.
Ahora, prepárate. La terminología para las notaciones de tonalidades puede parecer un idioma extranjero, pero no te preocupes; en realidad, no hay nada de que asustarse.
Notación tradicional
En el mundo occidental, la música tiene venticuatro tonalidades distintas, doce mayores y doce menores. Esto es lo que se denomina sistema tradicional de notación de tonalidad. Que una tonalidad sea mayor o menor depende de las notas que componen la tonalidad. Cada tonalidad se mezcla perfectamente con otras cuatro, y a un nivel aceptable con otras dos, como se muestra en la Tabla 18-1. Si la Tabla 18-1 no tiene sentido para ti, no te preocupes; ¡al final se explica qué significa todo!
No pasa nada, no tienes que empezar a preocuparte: calcular qué tonalidades combinan mejor entre sí es, de hecho, muy simple. En la Tabla 18-1, busca Do mayor y mira las tonalidades escritas junto a ella. Obviamente, se puede mezclar con un tema en su misma tonalidad (que se denomina tónica), pero también se deja mezclar muy bien con las tres tonalidades que aparecen al lado: Fa mayor, Sol mayor y La menor. Sin embargo, como Do mayor funciona realmente bien combinada con La menor, también se pueden incorporar las tonalidades con las que La menor combina bien. Estas combinaciones de tonalidades de La menor son aceptables, no perfectas. Tienes que ser tú mismo quien juzgue si se adaptan lo bastante bien para lo que pretendes hacer.
De todos modos, este gráfico es bastante alucinante, y no es fácil de leer. Esto de menor/mayor es un poco confuso si no tienes experiencia musical, y averiguar qué se puede mezclar con qué puede exigir un poco de tiempo. Por fortuna, Mark Davis de www.harmonic-mixing.com (en inglés) ha desarrollado el Camelot Sound Easymix System, que elimina la confusión en la tarea de averiguar qué se puede mezclar con qué.
El Camelot Sound Easymix System
El Camelot Sound Easymix
System es un punto de vista alternativo
de encarar el confuso diseño y nombres de etiquetas del sistema
tradicional de notación de tonalidad (mira la Tabla 18-1). Con el
sistema Camelot, cada tonalidad tiene un código: un número del 1 al
12 y una letra (A para menor
y B para mayor). Las tonalidades se
organizan entonces en forma de esfera de reloj, como se muestra en
la Figura 18-1.
Figura 18-1:
El Camelot Sound Easymix System.
Las tonalidades que se mezclan son idénticas a las de la notación tradicional, pero en vez de tener el aspecto de una confusa tabla, no hay más que mirar el código de la tonalidad que está sonando y luego mirar a la izquierda y a la derecha justo encima o debajo, según si la tonalidad a la que te estás refiriendo está en el anillo interior o exterior del diagrama.
De modo que, si tu tonalidad es 12B (Mi mayor), puedes mezclarla con un tema de la misma tonalidad, con 11B y 1B de la misma familia mayor, pero también puedes mezclarla perfectamente con 12A del anillo menor y obtener también un buen resultado mezclándola con temas en 11A y 1A.
Esto funciona perfectamente si calculas cada una de las tonalidades de tu tema y las haces sonar a pitch cero, sin cambiar nunca la velocidad. Sin embargo, al hacer beatmatching, necesitas modificar la velocidad de los temas, y en los lectores de CD y giradiscos normales, el tono del tema cambia al alterar la velocidad, y la tonalidad original cambia a una nueva. Por tanto, al utilizar el Camelot Sound Easymix System, por cada 6 por ciento de cambio de tono, tienes que cambiar el código de la tonalidad en 7 números, de acuerdo con su sistema.
Por ejemplo, si tienes un tema 3B y aumentas el pitch en un 6 por ciento, deja de ser un tema 3B y pasa a ser un tema 10B. Si lo reduces en un 6 por ciento, se convierte en un tema 8B. Muévete siete segmentos en el círculo para comprobarlo. Un cambio de pitch del 6 por ciento significa que el tema 3B ya no se adapta bien a 4B, 2B, 3A, 4A y 2A. Para una buena mezcla armónica, debes elegir temas que, una vez ajustado el pitch para poder hacer beatmatching, suenen con un código de tonalidad de 11B, 9B, 10A, 11A o 9A.
Si utilizas giradiscos, este ajuste del 6 por ciento puede depender totalmente de la precisión de tu equipo. Utiliza los puntos de calibración del lateral del giradiscos para ver si en realidad se trata de un 6 por ciento (consulta el capítulo 6).
Algunos lectores de CD, giradiscos y aplicaciones de
software disponen de controles Master
Tempo que mantienen el tono de la música
aunque cambies la velocidad de reproducción, o un control
independiente que te permite alterar el pitch sin modificar la velocidad.
Esto puede resultar de gran ayuda cuando intentes hacer coincidir
las tonalidades de tus temas, pero no todos los platos y las
cabinas de DJ tienen esta función; así que es mejor no
acostumbrarse a ella.
La mezcla armónica es un concepto muy amplio que se puede torcer, deformar o simplemente ignorar a voluntad, y los conceptos más extremos podrían ocupar una decena de libros como éste. Si quieres profundizar más en la teoría de la mezcla armónica, visita el sitio web de DJ Prince, que está dedicado precisamente a este tema. Cuando te apetezca, ve a www.djprince.no (en inglés) y salúdale de mi parte.
Averiguar la tonalidad de los temas
Tanto el sistema de notación tradicional como el Camelot pueden resultar útiles y, lo creas o no, son muy simples y fáciles de entender; pero aún nos falta algo: ¿cómo se determina la tonalidad del tema que está sonando? Éstos son los tres procedimientos para averiguar la tonalidad de un tema:
Consultar bases de
datos en línea: los foros y sitios web de
DJ de toda Internet contienen inmensas bases de datos de
tonalidades de canciones. Las personas que crearon el
Camelot Sound Easymix System
tienen una base de datos a la que te puedes
suscribir en www.harmonic-mixing.com, y
podrás comprobar que los foros como www.tranceaddict.com/forums (en
inglés) contienen multitud de mensajes dedicados a las tonalidades
de temas, antiguos y modernos.
Utiliza tu
oído: averiguar la tonalidad de oído es,
sin duda, el procedimiento más laborioso; requiere paciencia, buen
oído musical y bastantes conocimientos de teoría
musical.
1. Pincha el tema con pitch cero en el giradiscos o lector de CD.
2. Utiliza un piano/teclado o un tono generado por ordenador para recorrer las doce notas de la escala que se muestran en la Figura 18-2.
Figura 18-2:
Las doce notas de la escala del piano.
3. La nota que suene mejor y se combine en la música es la nota fundamental (el Do en Do mayor, por ejemplo).
Averiguar si una tonalidad es mayor o menor es un nuevo nivel de complicación, y si quieres entrar ahí en detalle tendrás que empezar a consultar libros de teoría musical. Consulta libros como Teoría musical para Dummies, de Michael Pilhoter y Holly Day, Guitarra para Dummies, de Mark Phillips y John Chappell y Piano para Dummies, de Blake Neely, en los que se explica esta teoría de un modo inteligible.
En el fondo de mi corazón, yo soy batería, y mis
conocimientos de teoría musical son nulos, así que la forma en la
que me enseñaron a distinguir mayor y menor de oído es que, si la
música suena llamativa, atrevida y viva, lo más probable es que
esté en una tonalidad mayor. Si la música evoca emociones y pulsa
las cuerdas del corazón, es probable (aunque no seguro) que esté en
una tonalidad menor.
Si no quieres profundizar demasiado en la teoría musical, puedes averiguar la nota fundamental de la tonalidad y contentarte con eso, y utilizar simplemente la técnica de ensayo y error para encontrar los temas que mejor se mezclan. Esto no es mucho mejor que ensayo y error sin conocimiento alguno de la teoría, pero está un paso más cerca de la mezcla armónica; y a veces basta con un paso. Aunque es mucho trabajo y se necesitan un montón de conocimientos musicales, averiguar la tonalidad (o simplemente la nota fundamental) uno mismo es útil porque, al escuchar los temas y averiguar la tonalidad, se desarrolla una capacidad para reconocer a qué se debe prestar atención y, con el tiempo, se desarrolla un oído para juzgar qué temas se adaptan bien sin necesidad de recurrir a una lista de temas apropiados o a una notación como el Camelot Easymix Sound System.
Software:
existen programas de ordenador que averiguan la
tonalidad por ti. Uno de estos programas, Mixed in Key, analiza tus
archivos.wav y
MP3 y calcula en qué tonalidad están grabados de acuerdo con el
sistema Camelot (consulta la sección anterior, “El
Camelot Sound
Easymix System”). El programa es
asombrosamente preciso, muy eficaz y está disponible en
www.MixedInKey.com (en inglés).
Una vez que hayas averiguado en qué tonalidad está el tema,
escribe una pequeña nota en la funda del disco o junto al nombre de
la pista en el folleto del CD o en la biblioteca
digital.
Saber qué hacer con el pitch
Tus platos pueden ofrecer una gama de pitch del 8 por ciento, o quizá te permitan ir hasta un cien por cien más rápido o más lento, pero, a menos que tengas alguna idea especial para ir mucho más rápido o mucho más lento, si te pasas mucho del 5 por ciento de cambio de pitch, la mayor parte de la música puede empezar a sonar extraña a la mayoría de la gente que ocupa la pista de baile. Si tienes un control Master Tempo en tus platos, puedes poner la música todo lo rápida o lenta que quieras sin que el pitch cambie, sino únicamente la velocidad, pero te sugiero que no vayas mucho más allá de la marca del 10 por ciento a menos que estés intentando ser creativo.
El cerebro puede asumir una diferencia de
pitch de
aproximadamente el 5 por ciento con el original y seguir
considerando la música normal. Sin embargo, a medida que te alejas
de esa cifra de referencia, te arriesgas a que el oyente piense que
hay algo que no va bien.
Hasta dónde puedes cambiar el pitch de un tema (sin Master Tempo) depende por completo del tema en sí, y del género de música que pinches. Cuando estoy pinchando rock, es raro que vaya más allá de un 3 por ciento más rápido o más lento; pero tengo montones de temas house instrumentales en los que aumento el pitch alegremente un 12 por ciento y nadie se da ni cuenta. No obstante, en la mayor parte de temas vocales, nunca pasaría del 5 por ciento.
Puedes transformar muchos géneros en algo nuevo con un aumento del pitch. Un DJ que conozco solía pinchar un disco de house de 33 revoluciones por minuto a 45 revoluciones por minuto porque se convertía en un genial tema drum and bass (aunque creo que esa pista no tenía voces).
Como en todo el resto de los aspectos del DJ, no existe ninguna norma rígida, pero si vas a ir mucho más allá del 5 por ciento, es importante que te preguntes si el tema sigue sonando bien. El motivo por el que necesitas aumentar (o disminuir) tanto el pitch puede ser que estás cambiando de género, intentando mezclar una suave pista house con una pista trance, por ejemplo. Aunque la estructura, la tonalidad, el ritmo principal y el pitch del tema puedan sonar bien, desde el punto de vista del género tienes que decidir si estos temas realmente suenan bien juntos. Como el matón y el niño raro del cole, el hecho de que dos temas se adapten uno al otro en muchos aspectos como piezas de un rompecabezas no significa que estén hechos para estar juntos. ¡Quizá sean de rompecabezas distintos!