Mezclar distintos estilos musicales
Algunos géneros musicales no se basan en reglas como el beatmatching o la colocación perfecta: para pasar de un tema a otro, es mucho más importante la música que el DJ elige pinchar que la mezcla en sí. Hacer la transición de un tema a otro sin beatmatching exige una habilidad especial, y como DJ de beatmatching seguirás necesitando esas técnicas: para cambiar de género, para tomarle el relevo a otro DJ o para cambiar la sensación de la mezcla.
Eso no quiere decir que no puedas intentar hacer beatmatching con música rock o con algunos temas de fiesta. Hay temas que funcionan bien juntos, pero el problema reside en el hecho de que el rock, por ejemplo, no está pensado para ser mezclado en la forma en que lo está la música electrónica dance. Las cajas de ritmos, los tempos similares e incluso la estructura rítmica de la música dance se presta bien al beatmatching, pero las baterías en directo, los tempos muy variados y los inicios súbitos significan que otros géneros son mucho más complicados, y que lo mejor es que busques otras estrategias para las transiciones.
La mezcla de boda/fiesta/rock/pop
En muchos aspectos, la transición de un tema a otro es mucho más complicada para el DJ de bodas/fiestas/rock/pop. Un DJ de beatmatching puede contar con la red de seguridad de limitarse a hacer coincidir los tiempos y hacer un fading de un tema al otro, sin fade out, sin inicios súbitos, sin cambios de tempo y sin cambios de género drásticos. El DJ de bodas/fiestas necesita trabajar con todos esos problemas.
La parte más importante de esta mezcla es en qué punto del nuevo tema vas a empezar. Es genial trabajar con temas como Brown Eyed Girl de Van Morrison (una de las favoritas en bodas), que tienen un inicio potente, instantáneo y reconocible.
De todos modos, sigue siendo necesario que tengas en cuenta la estructura rítmica para elegir cuándo iniciar un tema como Brown Eyed Girl. Si lo inicias aleatoriamente, no sonará bien. Cuando el tema A (el que sale de la mezcla) hace fade out, o cuando tú empiezas a hacer fade out del tema, espera hasta oír el final de un compás (con suerte, al final de un verso) e inicia Brown Eyed Girl cuando en el tema A vaya a sonar el primer tiempo de un nuevo compás, pero haz un fade out total antes de que lo haga.
Si quieres mezclar un tema house con contundentes golpes de bombo con un tema del que no puedes salir con beatmatching (para seguir con el ejemplo, Brown Eyed Girl), la técnica es la misma. Sin embargo, como las pistas house suelen tener intros largas y únicamente rítmicas, quizá sea conveniente que las inicies más tarde, cuando entra el tema principal.
Examinando la técnica con mayor atención, tienes que
averiguar cuánto fade out
tienes que hacer de un tema antes de iniciar el
siguiente, y cuándo empezar éste. Algunos temas suenan bien al
iniciarlos al principio del compás del tema saliente; otros suenan
mejor en el tercer o cuarto tiempo del compás. La práctica y la
experiencia en escuchar y pinchar tus temas te permitirá
desarrollar la habilidad y el instinto para saber la forma de
mezclarlos mejor.
Desde luego, no todos los temas tienen un punto potente desde el que te gustaría iniciarlos. Por ejemplo, quizá quieras poner una pista lenta para que el público pueda besuquearse y bailar pegados (y tú puedas ir al baño o al bar). Sacar de la mezcla el último tema es igual que para meter en la mezcla Brown Eyed Girl, pero, en lugar de un inicio inmediato, a todo volumen, de la nueva pista, puede sonar mejor si te tomas un compás entero (cuatro tiempos) para ir del silencio al volumen total, y crear así un fade-up creciente y suave de Wonderful Tonight, por ejemplo.
Otra opción es hablar durante la mezcla. Para cubrir una mezcla puedes hablar sobre el bufet, las promociones de bebidas o las chicas roqueras guapas, o comentar algo sobre la forma poco apropiada de bailar de la madre de la novia.
El truco consiste en controlar el volumen de la música
mientras hablas por el micrófono: mantén el volumen de la música lo
bastante bajo como para que se te oiga, pero lo bastante alto como
para que no parezca que estés dando un discurso. Escucha cómo
hablan los DJ de radio sobre el principio de las canciones que
pinchan. Saben cuándo cambia el tema de la intro a la parte principal y
sincronizan sus palabras para que coincidan; conoce bien tus temas
y podrás hacer lo mismo. Haz un simple cross-fade entre los dos temas,
hablando sobre la mezcla para ocultar la transición, y deja de
parlotear en cuanto empiece el tema principal.
La mezcla de R&B (rhythm & blues)
Los temas R&B no suelen tener las largas y lujuriosas intros de la música house y trance, pero suelen tener un buen compás de apertura que puedes utilizar para mezclar sobre el último tema, de forma parecida a como hacen los DJ de fiesta. Además, los temas R&B suelen eliminar los golpes de bombo en el último compás de un verso, lo que hace que éste sea un punto perfecto para mezclar el nuevo tema; en caso contrario, los complicados ritmos de tambores bajos podrían acabar peleándose entre sí.
El R&B sí da ocasión para hacer beatmatching si dispones de temas con patrones rítmicos similares, pero funciona mejor cuando la mezcla de beatmatching es lo más breve posible. Utilizando el nuevo tema, un breve baby scratch (ver capítulo 17) sincronizado con los tiempos del tema saliente y luego iniciar el nuevo tema desde un punto potente es una forma excelente de mezclar cuando no puedes hacer beatmatching.
Drum and bass y breakbeat
El drum and bass y el breakbeat son géneros que tienden a seguir la estructura de cuatro tiempos por compás del house/trance, así que, en general, se pueden seguir los principios básicos de superposición que he mencionado en la sección anterior “El punto perfecto”. Sin embargo, los tiempos son mucho más complicados, así que, si estás teniendo problemas con el beatmatching de temas breakbeat o drum and bass, consulta primero el capítulo 14 para más información sobre beatmatching y luego, en lugar de concentrarte en los sonidos de bombo, concéntrate en los de caja, más claros.
En
los últimos años ha sido un fenómeno en los círculos del
drum and bass el double drop, una extensión de la mezcla en break. Esta técnica se puede
aplicar a todos los géneros. Haz beatmatching e inicia una mezcla
de modo que dos temas estén a punto de llegar a un
break (también
llamado drop)
al mismo tiempo; el drop
de cualquiera de los temas puede ser el
break principal o uno
más breve que suceda antes o después de él. La clave es mezclar los
temas de modo que ambos salgan de sus drops al mismo tiempo, y después
mantenerlos ambos audibles, sonando por los altavoces. Así que, si
vas a mezclar un drop
de ocho compases con uno de dieciséis, asegúrate
de que inicias el drop
de ocho compases a mitad del más
largo.
La selección de temas es vital para crear un double drop que suene bien. No lo hagas con cualquier pareja de temas: deben tener un ritmo y un tono complementarios, y debes prestar una atención especial al volumen y al control de ecualizador en ambos temas para evitar que el sonido se ensucie. Experimenta con los temas y los drops que quieras usar en el double drop. Si se hace bien, esta remezcla en directo en que dos temas suenan uno sobre el otro puede ser realmente potente.
Beatmatching de temas con tempos radicalmente distintos
El beatmatching de temas con tempos distintos funciona para todos los géneros —dance, rock, R&B y muchos más—, pero funciona mejor con temas que tienen una outro y una intro intensas, pero no excesivamente complicadas. Si estás practicando con música rock, indie, fiesta/boda e incluso drum and bass o jungle, mezclar temas con tempos distintos es una forma extravagante de mezclar, que puede ser eficaz en diversos momentos de la noche (mientras no te excedas con ella).
Al hacer de DJ en clubes de house/trance, te conviene mantener un tempo alto para que la energía siga fluyendo y el público no deje de bailar, así que un cambio muy grande en los beats por minuto podría no sentar bien en la pista. Sin embargo, si un tema se ralentiza durante su outro, es una buena forma de volver de nuevo a un tempo rápido, o un modo creativo de cambiar de género musical. Esta mezcla es buena para hacerla una vez por noche en la mayoría de las sesiones house/trance, más que una técnica que puedes ir practicando de vez en cuando durante la noche.
Hacer beatmatching de temas con tempos distintos suele requerir equipos especiales para que salga bien:
Un
lector o giradiscos con control Master
Tempo, que mantiene el tono del tema
independientemente de la velocidad de reproducción.
Un
intervalo de pitch amplio (necesitarás al menos +/–20 por ciento).
En
este caso, un contador de tiempos te será de mucha
ayuda.
Si tienes un tema rock atronando con una potente outro a 125 beats por minuto y quieres mezclar un tema a 100 beats por minuto, pasa dos o cuatro compases para bajar el control de pitch hasta que suene a 100 beats por minuto. Cuando estés al final de estos compases, inicia el tema siguiente y haz fade out del tema saliente (para consejos sobre el control del ecualizador, consulta las secciones anteriores de este capítulo).
El tiempo que tardes en ralentizar el tema depende de ti, pero lo más probable es que venga forzado por los temas que estás tratando de mezclar. Piensa en las veces en que quizá querrías hacerlo al revés, para añadir emoción y energía a la mezcla. Es, desde luego, una técnica que funciona mejor cuando se ralentiza un tema para ajustarlo al nuevo, pero, con la pareja de canciones adecuadas, también puede funcionar bien a la inversa, sobre todo si desactivas Master Tempo para que suban tanto el tono como la velocidad.