La alabanza de la Palabra
Dio una [alabanza] al gran [in]visible Espíritu vir[gi]nal. [El Silencio] del [Pad]re en un silen[cio del] Silencio vi[viente si]lenc[ioso], [el lu]gar en donde el hombre […] permanece […] […] a través de […] [continúa NHC III]:
La plasmación y origen de Adamas
49 [… se manifestó en este lugar] la nu[be de la] gran luz, la potencia [v]iviente, la Madre de las incorruptibilidades santas, el gran poder, la Mirotoe, y engendró a aquel que nombro su nombre cuando digo: IEN [I]EN EA EA EA, tres veces. Porque este Adamas es la luz resplandeciente que existe desde el Hombre, el pri[me]r Hombre, por cuyo medio todo existe y por el que todo es (y) sin el que nada existe. Emitió el Padre inconcebible, incomprensible. Él descendió de lo alto para suprimir la deficiencia.