Sin embargo no sólo los arqueólogos trabajaban para hallar más manuscritos, sino que los beduinos se esforzaban en encontrar más pergaminos y en esta competición por encontrar los viejos escritos el resultado fue:
En la cueva 4 se descubrieron más de 15.000
fragmentos pertenecientes a 550 manuscritos, de los cuales 100 de
ellos son reproducciones del Antiguo Testamento sin apócrifos,
salvo el libro de Esther.