Astigmatismo y Estrabismo
Los problemas visuales ocasionados por el astigmatismo, pueden ser reducidos o eliminados por quien practique el "Arte de Ver" y, por tanto, saber cómo deben funcionar su mente y sus ojos. Los ejercicios básicos para este defecto ya han sido descritos en los párrafos dedicados a los mecanismos efectuados con el dominó; así que no es necesario insistir aquí.
Las personas que tienen graves tipos de estrabismo encontrarán grandes dificultades para reeducarse por sí mismos, y deberán buscar la ayuda de buenos maestros, que les enseñarán cómo lograr la relajación dinámica, cómo afianzar la visión, del ojo débil y (el paso final y más complejo), cómo adquirir la habilidad mental para fundir las dos series de sensa proporcionadas por los dos ojos en una única representación de Un objeto real.
Los que padecen de un pequeño trastorno muscular -y alcanza con una casi imperceptible divergencia de alguno de los dos ojos para provocar molestias y hasta una notable incapacidad-, encontrarán considerables beneficios en el siguiente "ejercicio de la imagen doble".
Relajar ojos y mente con el palmeado; después, con el brazo extendido, mantener un lápiz haciendo que la punta se dirija hacia la nariz. Acercar el lápiz sin dejar de parpadear. Ya que el lápiz está cerca de la cara, cambiar su posición desde la horizontal hasta la vertical, manteniéndolo cerca de la frente, a una distancia de 7 centímetros de la nariz. Ver el lápiz, impedir la fijación de la mirada, y desplazar rápidamente la atención desde la parte alta a la baja.
Hacer esto unas 6 veces. Luego, ver por encima de la punta del lápiz un objeto alejado, ubicado en el otro extremo de la habitación. Cuando los ojos estén enfocados sobre este objeto lejano, él lápiz parecerá convertirse en dos. Si los ojos están bien alineados, éstos dos lápices aparecerán como si estuvieran separados 7 centímetros.
Pero cuando hay un trastorno muscular, la distancia que separa las imágenes parecerá mucho menor (y si el estrabismo es grande, el fenómeno no será visto). Si las imágenes están muy pegadas, cerrar los ojos, "dejarse llevar" e imaginar que todavía continuamos viendo aquel objeto lejano, pero ahora las dos imágenes del lápiz están más separadas de lo que se observaban en verdad. Al proyectarnos una imagen correcta, nuestros ojos buscan ubicarse automáticamente en el estado en que tendrían que encontrarse para darle a la mente los materiales para la visión de esa imagen. Por esto, al reabrir los ojos y mirar ahora el objeto lejano, los dos lápices, si nuestra visualización mental ha sido clara, parecerán más separados que antes. Cerrar nuevamente los ojos y repetir el proceso; reabrirlos y verificar los resultados. Hacer esto hasta que las dos imágenes estén separadas por la distancia normal.
Cuando se haya logrado, se hará mover la cabeza muy suavemente de un lado a otro, parpadeando y respirando sin problema, llevando la mirada hacia el objeto lejano. Las dos imágenes del lápiz parecerán moverse en dirección contraria a la oscilación de la cabeza, manteniendo siempre la distancia de separación.
Siempre que este ejercicio sea seguido por el palmeado, y acompañado por el parpadeo y la correcta respiración, podrá repetirle frecuentemente durante el día. El resultado inmediato no será el cansancio, sino la relajación, y el resultado a largo plazo será la corrección del desequilibrio muscular.