El ornitorrinco
En 1800 llegó a Gran Bretaña, procedente del continente recién descubierto de Australia, la piel disecada de un animal. Este continente ya había sido fuente de plantas y animales nunca vistos hasta entonces, pero aquello era realmente extraño. Medía casi 60 centímetros y tenía una espesa cubierta de pelo. Mostraba también un pico plano y elástico, una cola plana y ancha y un espolón en cada tobillo trasero cuyo objetivo evidente era segregar veneno. Además, bajo la cola había una sola abertura.
Los zoólogos explotaron furiosos. Era una broma pesada y estúpida. Algún gracioso en Australia debía de haber ensamblado partes de criaturas muy distintas para burlarse de los ingenuos científicos. Sin embargo, no había señales de junturas artificiales. Poco a poco, después de décadas, los zoólogos admitieron que se había descubierto una nueva criatura. Su nombre científico es Ornithorbinchus paradoxal («pico de ave paradójico» en latín).
Su aspecto era el de un mamífero como debe ser. La capa espesa de pelo daba fe. Sólo los mamíferos tienen pelo. No obstante, parecía que ponía huevos, y el sistema de desove era muy semejante al de los reptiles.
Sin embargo, hasta 1884 no se encontraron los auténticos huevos desovados por una criatura con pelo (Estas criaturas incluían al oso hormiguero con púas, nativo de Australia y Nueva Guinea). A estos mamíferos ponedores de huevos se les llamó «monotremas» (un agujero).
Pero hasta el siglo XX no se conoció la vida íntima del ornitorrinco. Es un animal acuático que vive en agua dulce. Su pico no guarda relación con el de un pato. Los orificios nasales están dispuestos de manera diferente y está compuesto por una estructura elástica y no córnea como la del pato.
Los fondos de las aguas en las que vive el ornitorrinco son siempre fangosos, y es en el lodo donde busca su suministro de alimentos. También puede detectar corrientes eléctricas sutiles que le ayudan a encontrar sus presas.
Cuando a la hembra le llega la hora del desove, construye una madriguera especial que cubre de hierba y tapa con mucho cuidado. Después pone dos huevos de unos dos centímetros de diámetro rodeados de una cáscara córnea translúcida. La madre los coloca entre la cola y el abdomen y se enrolla sobre ellos.
Las crías tardan semanas en salir del cascarón. Los ornitorrincos recién nacidos tienen dientes y un pico muy corto y se alimentan de leche. La madre no tiene pezones, pero la leche rezuma a través de unas aberturas abdominales porosas. La cría lame estos poros y se alimenta de esta manera. A medida que se desarrolla, el pico crece y los dientes se caen.
Con todo, a pesar de la información que los zoólogos han obtenido de los ornitorrincos, sigue habiendo una pregunta sin respuesta: ¿son mamíferos con características de reptiles, o reptiles con características de mamíferos? Puesto que no podemos encontrar la solución en las criaturas vivas, ¿qué ocurre con el pasado? Se dispone de los fósiles de algunos animales, pero la mayoría de ellos son huesos y dientes. ¿Se puede determinar algo de ellos?
Bien, todos los reptiles vivos disponen sus patas hacia fuera, de manera que su parte superior, justamente encima de la rodilla, es horizontal. Por otra parte, todos los mamíferos disponen sus patas verticalmente, por debajo del cuerpo. Además, los reptiles tienden a tener todos los dientes iguales, mientras que los mamíferos tienen los dientes diferenciados, incisivos afilados delante, molares planos detrás y dientes cónicos en medio.
En realidad, hay un fósil llamado «terápsido» que tiene patas verticales y dientes diferenciados, al que se le considera sin ninguna duda un reptil, a tenor de otras diferencias. En todos los mamíferos vivos, la mandíbula inferior está formada por un solo hueso. La mandíbula inferior del terápsido está compuesta por siete huesos, pero uno de ellos muy grande. Los otros seis son pequeños y se amontonan en el ángulo posterior de la mandíbula.
Los mamíferos tienen también paladar, de manera que el aire inhalado es conducido por aquí hacia los pulmones. Esto significa que la respiración no se interrumpe más que durante un segundo o dos mientras se traga. Los reptiles no tienen paladar, porque, al ser de sangre fría, no necesitan un suministro de oxígeno regular. Algunos de los terápsidos más evolucionados tienen paladar, lo que parece indicar sangre caliente y, quizás, incluso una piel con pelo. Iban bien encaminados a convertirse en mamíferos, pero se extinguieron todos. Los únicos terápsidos vivos son los que han desarrollado todas las características de mamíferos y son mamíferos.
Pero el ornitorrinco y el oso hormiguero con púas subsisten. Giles T. MacIntyre, del Queens College, estudió el nervio trigémino. En todos los mamíferos, el nervio atraviesa un hueso del cráneo. En los reptiles circula entre dos huesos. En los ornitorrincos jóvenes, cuyos huesos craneales no se han fusionado, el nervio trigémino circula también entre huesos. Maclntyre piensa que esto convierte al ornitorrinco en un reptil. No obstante, la polémica continúa.