27 En Uganda, y entre los bhanta de la India, una mujer estéril es considerada peligrosa para el huerto. En Nicobar se cree que la cosecha será más abundante si la realiza una mujer encinta. En Borneo son las mujeres quienes eligen y conservan las semillas. «Al parecer se percibe en ellas una afinidad natural con los granos de los cuales dicen estar encinta. A veces las mujeres van a pasar la noche en los arrozales cuando la planta germina» (Hose y Mac Dougall). En la India anterior, mujeres desnudas llevan de noche el arado alrededor del campo. Los indios del Orinoco dejaban a las mujeres el cuidado de sembrar y plantar, porque «así como las mujeres sabían concebir y traer niños al mundo, así los granos y raíces que ellas plantaban producían frutos mucho más abundantes que si hubiesen sido plantados por la mano de los hombres» (Frazer). Encontramos en Frazer gran abundancia de ejemplos análogos.<<