130.
Otra niña recuerda haber sufrido un grave choque a la edad de ocho o diez años, cuando su abuelo, un viejo de setenta años, le manoseó los órganos genitales. La había sentado en sus rodillas y le habla deslizado un dedo en la vagina. La niña experimentó una inmensa angustia, pero no se atrevió a hablar jamás del asunto. Desde entonces, tuvo mucho miedo a todo lo sexual