69 La frase de Samivel citada por Bachelard (La Terre et les rêveries de la Volonté) es significativa: «Había cesado, poco a poco, de considerar a aquellas montañas acostadas en círculo a mi alrededor como enemigos a quienes combatir, como hembras a quienes pisotear o como trofeos que conquistar con objeto de procurarme a mí mismo y proporcionar a los demás un testimonio de mi propio valor.» La ambivalencia montaña-mujer se establece a través de la idea común de un «enemigo a quien combatir», de «trofeo», de «testimonio» de poder. Se ve manifestarse esta reciprocidad, por ejemplo, en estos dos poemas de Senghor:<<