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Queridísimo y venerando amo:
Una noche de sueño asaz profundo y un paseo muy de mañana por las calles del barrio preñadas de mozas formosas y risueñas han zanjado el humor negro de ayer. Para principiar señor amo sé ya quál es aquesa lengua rara que he oído hablar estos días pero permitidme que relacione con orden y concierto porque si no me armo un batiburrillo.
Poco antes del yantar fuíme a rezar a una pequeña iglesia no distanciada de la fonda y cuando la misa hubo terminado estuve platicando un ratín con un curita de ojos azules y pelo rubio y al punto supe que era de Germania y hízele ver mi estupefacción de que haiga tal sinnúmero de tudescos en Roma, porque asimismo en Florencia haber ay muchos que trabajan por exemplo como laneros, pero acá en Roma ay en verdad en abundancia.
El curita respondióme, ¿pero perdona chico es que no ves que toda Roma es tudesca? Eso se nota ya en los nombres de los lugares de en rededor de Sanc Pedro, dixo, la casa oficial del Papa. Verbigratia el gran hospital cerca de Sanc Pedro se llama Sancto Spirito in Saxia, osea en Saxonia, porque lo construyeron los peregrinos de esa región tudesca. Ende cerca está el Borgo, osea el barrio próximo a Sanc Pedro que se llama así porque viene del tudesco Burg que es castillo. Ay asimismo más tudescos que italianos entre los notarios del tribunal de la Sacra Rota, como ay más panaderos y zapateros, y hartos médicos papales son también de Germania. Los Papas prefieren médicos tudescos, como los que tenía Sixto IV que Dios tenga en su gloria, y los estucos para las iglesias y los palacios papales nos los piden a nosotros los tudescos, y a nuestros orfebres los cubiertos de oro y de plata y otras maravillas, como a Nicolás de Estratoburgo que hizo la decoración bellísima de la capilla de Sanc Andrés en Sanc Pedro, y que murió justo ha tres años. Los vidrieros que hazen ventanas y vidrieras y vasos son asimismo de nuestro terruño, o por dezirlo todo acá en Roma cuasi no ay vidrieros italianos, siendo ansí que inclusive en la iglesia de Sanc Pedro habemos trabajado nosotros, por exemplo las ventanas las ha hecho un monje nuestro agustino que se llama Levinus y la de la biblioteca vaticana la han hecho tres fulanos que se llaman Hermann y Georg y Honrad y por Sanc Pedro cuasi todas las posadas son de los compatriotas nuestros. A más abundamiento sabe que también emos hecho las campanas de Castel Sant’Angelo y los relojes de las iglesias de Roma, mismamente como el de Sancta María en Araceli y el de la torre del Capitolio, amén de las llaves de Sanc Pedro y de muchas iglesias más, ansí como de las fortalezas del Papa que hállanse cerca de Roma.
Mientras el curita peroraba yo me dezía entre mí Coño lo que dize ha de ser cierto, verbigratia la vez que estuve cerca de Sanc Pedro vi por la calle un par de posadas y en entrambas desde fuera oíase parlotear tudesco. Demás, suscribió el curita, ¿si hoy el Emperador está en Germania acaso la grandeza de la Roma imperial no ha pasado al Sacro Romano Imperio de natión tudesca?
En verdad yo señor amo no sabía qué dezir porque de política no entiendo ni papa y me da aburrición y fijaos que si a una moza sólo se le mienta el tema se va de najas chillando de asco ansí que figuraos si yo estava en situación de contestar a preguntas atinentes al Imperio pero en ese istante prexiso hete aquí que nos interrumpió un cofrade del curita tudesco que llegó de güenas a primeras para pedirle que lo acompañara. ¡Pues bien señor amo el idioma en que platicaron no era tudesco! Sabed que era esa mezcla de sonidos duros como los germánicos que tantas vezes he escuchado en Florencia y blandos como el franchote. Demandéle entonces ¿Perdonad padre pero qué lengua habláis? y él se cruzó una mirada casi divertida con el otro y respondió que hablavan alamán, y me dio la espalda y se marchó con su amigo sin darme tiempo de pedir una esplicación.
Señor amo siento una curiosidad indómita por conoscer a estos alamanes. ¿Y si el caco que estuvo a pique de matarme es uno de ellos? Maldije a Lionardo un ratito por largarse de Roma por la pesadumbre que le da y no quedarse acá para ayudarme y me dixe entre mí no vaya a estrañarte que estos genios del jaez de Lionardo sean al final todos unos panolis.
Voy concluyendo estas últimas líneas justo antes de salir en busca de más información, no embargante Lionardo no me ha dicho la manera en la qual puedo encontrar al tipejo de las agallas aplastadas que Bramante ha puesto a nuestro servicio; quizaes mi padrino quiere ocultarme algún secreto suyo aunque con esa cabeza tan ida que tiene para mí que hase olvidado y nada mas ansí que señor amo yré a ver al único otro informador que por agora tengo a mano.
Vuestro obsecuente y fidelísimo
SALAÌ