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Ilustrísimo amo mío:

Al despertarnos Lionardo seguía teniendo cara de quien pudiendo mandaría a tomar por culo a todo aquel que se cruzara con él por la calle, ansí que para pulir el principio del di fuímonos a comer a la taberna de la Vaca do mucha gente miró a Lionardo diziéndose pero qué cuernos hale sucedido a ése, porque con la barba y los cabellos tan reducidos asemeja otra persona y yo casi sospechaba que en la fonda en lugar suyo había otro, mas fuimos tratados asaz bien osea diéronnos pan y galletas y vino y salame y quieso y jamón y ensalada y luego dos pichones asados y fruta fresca muy rica y pagamos una nimiedad siendo así que dos romanos que jamaban en la mesa de junto la nuestra en oyendo el monto que pagamos quedáronse boquiabiertos y emperrados en su asombro preguntáronnos pero de dónde sois y qué hazéis en Roma, porque saltaba a los ojos que los de la cozina de la Vaca querían ser gentiles con nosotros y servirnos todas esas esquisiteces por tan poco monto. Yo mesmo asombréme y fui a la cozina para dar las gracias pero eché de ver que ninguno de los criados me atendía porque tenían mucha faena, entonces demandé si estava la cozinera gorda y fea que manda y dixéronme que no inclusive que ojalá estuviese más, felice tú chico que creías que ybas a encontrarla aquí, total que comprendí que en los últimos tiempos la cozinera va poco a laborar y los criados están hasta el gollete porque hanla de suplir. De todas las maneras es claro que la causa por la qual los de la cozina son tan amables conmigo no guarda relación con Lionardo, como al principio creí, pues da lo mesmo que esté solo o con mi padrino ya que siempre me aparejan comida esquisita y alabado sea el Señor.

Después de comer vímonos con Grassi que nos acogió tan enojado que casi no dexó hablar a mi padrino y díxole maese Lionardo dónde diabros habéis estado todo este tiempo os advierto que Valentino no ha una paziencia infinita y que os comprometistéis a hazer esta inquisición en plazo breve y os dais cuenta de cuán importantes es también para el Sancto Padre que es víctima de las calumnias y demás. Luego preguntó pero perdonad maese Lionardo ¿qué habéis hecho con vuestros cabellos y vuestra barba y por qué os los habéis cortado que aora parescéis otro y casi no os reconosco? A fin de que dexara de tocarle las pelotas Lionardo lo atajó alzando también la voz y dixo aguardad aguardad ante todo me he cortado la barba y los cabellos porque tenía calor y perdonad querido Grassi pero esto es asunto mío, y demás durante estos días no me he estado arrascando la barriga sino que he estado fuera de Roma justamente haziendo la inquisición que me ha sido comisionada y he reflesionado muchísimo conforme al método razional y scientífico osea conforme a la lógica del conoscimiento de los elementos naturales observados según la especie y naturaleza que les son propias suyas, en una palabra un parlamento de los que Lionardo haze siempre para alelar. Y en efeto Grassi oyendo el tono grandilocuo de mi padrino calmóse al punto y en sus ojos se veía lo que pensaba caray este Lionardo sí que es un genio y es tan inteligente que yo no entiendo ni jota de lo que dize y vaya si Valentino ha hecho bien encargándelo esta inquisición.

Mi padrino entonces culminó querido Grassi así pues no es sólo que yo no me he arrascado la barriga sino que enzima puedo daros la solución de mi inquisión que por parte vuestra podéis transmitir al punto a Valentino. A Grassi iluminósele la cara de contentamiento, yo en cambio echaba fuego por los ojos porque al momento tuve la impresión de que se disponía a soltar una papirolada y es que cuando se las quiere dar de inteligente sabelotodo que halla la solución a los problemas más dificultosos en un santiamén casi impepinablemente dize memeces y luego irremediablemente se arrepiente. Mi padrino hinchó el pecho y izó la mano como para pronunciar un discurso en el senado de Florencia y dixo que los que desparramaban las maledizencias contra el Papa y los sobrinos suyos eran seguramente los tudescos, principalmente los de la Alsatia osea los alamanes. Apenas oí estas palabras casi me quedé sin aire y hube de morderme la lengua para acallarme porque hubiérale querido dezir a Lionardo cochino mentiroso y hipócrita dizes primero que la facienda de los estratoburgueses no es más que una fantasía mía y luego para quedar bien le vendes a Grassi lo que te he contado yo.

Y continuó diziendo pues sí querido Grassi, sabed que ay una posada a la qual van los tudescos y alamanes de Roma a hablar pestilencias del Papa y de Itaglia, y en resumiendo cuentas repitió lo que dixéronme a mí los tudescos y alamanes en la posada de la Campana, osea que la raza tudesca es más pura y Carlo Magno no era franchote sino tudesco y Estratotusburgo a Roma la va a joder bien jodida, y todas esas memadas que dixo Vinfelino sobre el orgullo de los tudescos y demás sumó que hasta Burcardo osea el maestro de ceremonias de Su Sanctidad que oh casualidad resulta que es alamán es amigo destos tudescos que calumnian al Papa y a Valentino, y tras cada frase Grassi dezía atiza en serio es increíble oh si Su Sanctidad lo supiese es de locos y así sucesivamente con más esclamaciones de estupor.

Querido Lionardo, dixo al cabo Grassi, toda esta historia que me habéis contado es inhaudi hinaud inuadit tremebunda, en seguida se la referiré a Valentino aunque ya os puedo vaticinar lo que él de todas las maneras ordenará y dispondrá. ¿Ah sí y que será ello? Maese Lionardo, os haréis cargo de que quanto me habéis referido ha tanta gravedad que me devéis traer las pruevas de todo. Si deseáis mi parecer, Burcardo es un ser malignísimo y envidiosísimo y rabioso como un perro, y yo le tengo tal malquerencia que en realidad me cae como una patada en los cojones, pero estamos hablando de personas harto enjundiosas y de noble condición y por ende para actuar contra estos tudescos y máximamente contra Burcardo es menester demostrar que en efeto es verídico lo que contáis, osea documentos y testigos que puedan confirmalo todo incluyendo los detalles. Os haréis cargo maese Lionardo de que si por azar habéis visto o oído mal algo o si adredemente os han dado informaciones erradas por hazeros una broma pesada, pues que la víctima final dello sería Valentino que castigaría a las personas equivocadas, dexando en libertad a los culpables, o sancionaría con un castigo muy lene a los responsables a los quales deviera dar una güena soba, y la gente murmuraría y diría fijaos es cierto que estos Borgia incursionan en injusticias y en lugar de obtener un provecho tendríamos un perjuicio. Pero si presentamos pruevas no esiste este riesgo y todos nos quedamos tranquilos y a Burcardo le damos bien por culo, ansí que tenéis que encontrar las pruevas ne-ce-sa-ria-men-te. Las pruevas, maese Lionardo, os lo ruego, traed las pruevas, pruevas güenas, tal es la orden irrevocable que yo os doy en nombre de Valentino.

Lionardo quedóse callado con la faz petrificada porque con la relación que habíale hecho a Grassi creía que se había librado pero hete aquí que era justo al revés y agora estava bien jodido. Así que nos quedamos solos me dixo Salaì eres un zoquete y un mierdero y un cipote, y yo estava tan asombrado que sin saber qué responder le dixe ¿perdonad pero por qué? y él dixo porque con esa puta idea tuya que son los estratoburgueses los que calumnian al Papa agora estoy bien jodido y ya me dirás quién va a encontrar las pruevas de que han sido ellos eh, ¿acaso San José? Salaì agora tú has de sacarme deste embrollo y las pruevas también me las encuentras tú si no quieres que te arranque los güevos, los ase bien asados con ajito y romero y luego hago que te los comas tu mesmo ¿te enteras?

Señor amo a mí todo lo que dezía Lionardo movíame a tamaña iracundia que púseme colorado e hinchado como una granada y a la postre repliqué ¿pero qué memeces dezís? vos sois un cabrón porque me habéis robado la valiosa información de que los culpables son los estratoburgueses y se la habéis vendido a Grassi sin advertirme siquiera para quedaros con todo el mérito y agora que os habéis arrepentido me echáis la culpa de todo y si los thurcos no os hubieran abandonado en este istante le estarías lamiendo el culo al Sultán, osea que sois un cagón y blandengue y traidor y una vergüenza exétera y nos separamos el uno del otro diziéndonos vete a tomar por culo, no vete a tomar por culo tú, y justo al final Lionardo me dixo mira Salaì que si no me encuentras las pruevas de lo que me has dicho sobre los estratoburgueses Valentino me parte la testuz a mí y yo te la parto a ti ¿te enteras? Mas no dexélo ni fenecer la frase porque para hincharle las napias le di sin más la espalda y en un periquete doblé la esquina y ya estava en otra calle y de repente olvidéme del zafarrancho con Lionardo porque figuraos vuesa merced qué coinsi conciden contin qué casualidad tan rara había llegado justo a la calle en la qual habíale hecho las cochinadas a la doncella con las domingas grandes como dos melones que seguí por la calle y que luego agarré ayuso de la escalera de la casa suya mas luego pareció gente y ella díxome vete que me conoscen. Entonces pensé no puede ser una casualidad ésta es la mano del Señor Jesús que quiere recompensarme por todas las penalidades y los padecimientos de los días pasados, durante los quales no he hallado ni una sola doncella güena que pasar por la piedra tanto es así que la pija se me ha arremangado como una costra de pan seco. Ansí que me dixe me importa un pimiento dar escándalo, si al fin y a la postre dentro de unos días güelvo a Florencia porque ya estoy hasta los güevos desta ciudad de Roma donde todos son misterios de mierda, y buscando buscando acá y acullá casi al momento di con la casa en la qual mora la doncella y en entrando vi a dos mugeres con sus niños platicando y preguntéles perdonad estoy buscando a una doncella el cuyo continente es así y asa y con las manos hize ver un poquito que tenía dos domingas grandes y cayeron en la cuenta en seguida, a fe mía que dos melones así no los tienen muchas, y recelaron de mí porque dixeron ah sí se llama Rosa pero perdona ¿tú quién eres? Un amigo me llamo Antinoo, y entonces me señalaron la casa en la qual mora osea en la planta baja y dixeron ve presto corre y yo pregunté ¿por qué? Ve y pregunta por la hermana suya anda corre corre me dixeron y seguíanme mirando con recelo. Pero ya era tarde para arrepentirme y yrme, porque si dava media vuelta y me marchaba podía parescer en verdad estraño, ansí que llamé a la puerta que me indicaron y abrióme una doncella más joven que Rosa mas se le asemejaba muchísimo y se veía que era su hermana y asimismo las domingas eran casi pintiparadas. No bien dixe perdona estoy buscando a Rosa, la chica puso una cara rara y dixo padre mío venid acá, y pareció un home grande con cara harto pesarosa que dixo ¿qué quieres de mi hija? Yo dixe nada sólo queríala saludar nada en especial. ¿La conosces bien? Bueno digamos que lo suficiente, y él no es cierto yo creo que eres uno de esos memos que la esperan en la calle para cortejarla y no la conosces nada porque si no sabrías perfectísimamente que ha una semana que desaparesció y naide la encuentra. Y mientras él hablaba desta suerte señor amo yo le dixe perdonad yo no tenía ni idea lo siento y con cara de bobo fuíme caminando hacia atrás sin agallas de darle la espalda a ese pobre padre y sólo entonces vile bien la cara y vi que tenía los ojos hinchados y desesperados de quien no duerme desde hace muchísimo tiempo.

Vuestro fiel

SALAÌ