31
Amo venerando:
Puedo por fin escrebiros de nuevo con absoluta pachorra mas para esplicarme devidamente más vale que finiquite el relato de lo sucedido en la posada de la Campana. Salime en un momento dado de la posada a vaciar la vegi behji vexi a mear porque en verdad tenía demasiada cerveza en el cuerpo Dios Sancto lo que trincan estos tudescos y la cabeza me dava vueltas como si la sudicha me la hubieran metido en ese mecanismo de Lionardo hecho de hélice que deviera girar fortísimo sobre sí propio y luego volar ni os imagináis lo que me carcajié la primera vez que lo vi en los apuntes de Lionardo yo le dixe Maestro pero qué aparato tan bonico para montar güevos y él se enojó y eso que es muy sabedor de que aquella cosa no puede volar ni aunque Jesús lleve las riendas[8].
Total que aún apenas disponíame a hazer pis en el callejón de afuera de la Campana cuando salieron otros tres tudescos y en viéndome echáronse a reír diziendo aguarda aguarda el que no mea en compañía o es ladrón o espía ja ja ja, y pusiéronse a mi vera y se sacaron la pija y nos pusimos a competir para veer quién lanzaba el chorro más alto al muro y fue harto divertido porque en la pared había hormigas y arañas y hizimos un reto y al cabo gané yo con cuatro hormigas y tres arañas fulminadas, vuesa merced también habrá jugado seguramente a este juego alguna vez con sus amigos, y los tres tudescos me dixeron norabuena tu nabo tiene una puntería descogida y yo respondí gracias con las mugeres de Roma helo ejercitado mucho, y el uno de los tres dixo sí sólo que es más fácil atinar a las mugeres con el nabo porque son más gordas que las hormigas y las arañas, y el segundo de los tres respondió cierto es mas huyen más raudas y el último de los tres añadió sí pero a las mugeres les gusta el nabo ansí que se dexan atrapar ja ja ja osea señor amo todas las bobadas que pueden dezirse cuando estás borracho, y estava yo sacudiéndome el nabo para enjugarlo antes de remeterlo en los pantalones cuando los otros tres dixéronme quieto ahí chico estás por comisionar pecado porque después del terzer meneo es gayola, y venga a reír de nuevo los cuatro como memos con el nabo empuñado y justo en eso por una de las ventanas de arriba una muger se puso a chillar basta basta tudescos borrachuzos y puercos dexad dormir y no meéis en la calle sinvergüenzas que sois, y el uno de los tres tudescos contestó a voz en cuello cierra el pico muger, esto no es meado sino oro del Rin ¿te enteras? y los otros dos otra vez echáronse a reír, mientras el primero de los tres seguía diziendo muger métete bien en la cabeza que los tudescos no se emborrachan nunca, tan sólo somos un pueblo hospitalario ¡hip! (hipaba por efeto de la cerveza), ansí que beber con los amigos es un mérito y no un demérito, como dize Vinfelino ¿te enteras muger? Y yo respondí soberbio así se habla pero ¿quién es este Vinfelino que dize eso? Y los tres pusieron los ojos como platos y el uno de ellos dixo ¿es que no lo conosces? si es un gran phisol philolo philsl uno que piensa y escribe cosas con mucho cacumen, como todos los que integran la Congregación de la Almas osea la de los tudescos que vivimos en Roma, dicho sea de pasada hoy he visto algunos aquí cerca porque es miércoles y el miércoles se reúnen juntos. Pero Vinfelino es todavía más grande y inteligente que los cofrades tudescos que están acá en Roma porque por exemplo dize que los tudescos deviéramos tener nuestros historiadores particulares que escriban historia tudesca, porque los otros historiadores, salvante por exemplo Tácito que se estudia en las escuelas, esageran nuestros defectos y viceversa merman nuestras virtudes, y para nosotros es un grande infortunio no tener un cantor de las gestas nuestras como lo tenía Achiles, porque somos un pueblo perfecto para las armas que tiene una ristra de esplendorosos condotieros pero hasta agora han faltado los historiadores que lo espliquen a la umanidad. El uno de los otros dos dixo sin dexar de gritar hacia la ventana con el nabo empuñado cierto es ¿te enteras muger? vamos a hazer nuestro libro de historia para educar al pueblo de Estratoburgo y de Germania, y ya está bien eso de que hasta agora sólo las otras nationes haigan celebrado las acciones gloriosas de los antepasados suyos, y como dize Vinfelino nosotros parescemos borrachos de sueño y olvidamos nuestra gloria; este libro, el libro de historia que ha de cantar las gestas nuestras, será el monumento al grande y glorioso pasado de los tudescos ¡hip! y llegará a todo el mundo para demostrar a los itaglianos y a los amigos suyos secretos y disimulados que los tudescos pueden estar orgullosos de su patria y de su historia. Y un día llegará un home que resolverá todo y reformará la Iglesia y montará un gran follón en toda Germania.
Sentíme inquieto porque aunque parescíame un parlamento de borrachos comprendí que aqueso el Vinfelino habíalo dicho de veras y miraba las faces de los tres tudescos y veía que creían en serio en esas botaratadas, y en efeto el uno de los otros dos añadió Sí, porque también los franchotes, que son el pueblo peor después de los itaglianos porque tienen la perfidia gálica y en los negociados de la política impepinablemente son intrigantes, han de conoscer nuestras glorias porque nosotros tenemos el derecho antiguo nuestro germánico que es mucho mejor que el romano, y en efeto Carlo Magno era tudesco y no franchote, ¿te enteras muger? y Maximiliano Emperador nuestro es más valeroso que Alejandro Magno, como antaño Federico Barbarroja fuera mejor que Aníbal, y quien no está con el Imperio está contra el Imperio, y mi orgullo es orgullo tudesco y el orgullo tudesco es mi orgullo gruup, concluyó el tudesco soltando un eruto mientras uno de los compañeros suyos siguió diziendo: pues sí Vinfelino tiene razón porque los tudescos emos inventado también la imprenta ¿oye tú muger me estás oyendo? pero resulta que asimismo somos modestos y de corazón simple ¡hip! y creemos en todas las trolas que cuentan los itaglianos y eso que en realidad sois estafadores y timadores, y en efeto no es menester venir acá para aprender las cosas de literatura y historia, y Vinfelino también dize que no ay que yr ni a Franzia ni a Itaglia para aprender porque nosotros tenemos las mejores escuelas del mundo.
Pero en el ínter la facienda se estava poniendo peor porque ala ventana habíase asomado también el marido de la muger de antes y ya insultaba a los tres tudescos y asimismo a mí diziéndonos borrachos mamones dexadnos dormir en paz retornad a Germania que sois unos bárbaros y sólo valéis para beber cerveza y pastar las vacas y de repente se puso a escupirnos y a botarnos porquerías y pedazos de madera y cosas mil de la cuya esencia yo era ayuno pero que en cayendo al suelo rebombaban, y más gente salió a las ventanas suyas de las casas de en rededor diziendo estamos hartos de los tudescos largaos cabrones y ellos también arrojaban cosas a la calle y inclusive algunos vaciaban los bacines con el meado diziendo helo aquí el oro del Rin y el uno de los tres tudescos fue alcanzado en la cabeza por una maceta de barro y entonces lanzando insultos y blasfemias a los que los atacaban desde las ventanas los tres bolvieron sin más a la posada pero yo quedéme impedido fuera pues la lluvia de objetos y de meados no me dexaba entrar. Esperé entonces que terminase aquel guirigay mas apenas se hizo el silencio de nuevo entráronme ganas de mear y me dixe al momento pues agora paso un ratito a despedirme de los tudescos y luego regreso a mi fonda pero hete aquí que justo entonces, habrá sido el zangoloteo, sentíme requetemal y eché las entrañas una y dos y tres vezes y a la cuarta las tripas me dolían mortíferamente porque aunque había echado el lechón y los buñuelos y todo lo demás que guardaba en el baúl me seguía descoyuntando y figuraos señor amo estava tumbado en el suelo y sentía como si todo me diera güeltas y estava de morros en el polvo como un cerdo y me dixe Dios Sancto si los tudescos me ven desta guisa lo que se van a reír de mí. Devo luego haberme dormido algún minuto en el suelo como un guiñaposo y en despertándome estava aún peor que antes y devolví de nuevo y me dixe ya está voy a diñarla acá como un memo y Salaì pensar que te libraste de la chaira de ese tipo en la fonda y agora estiras la pata por unos jarros de cerveza, y luego me puse de nuevo a echar las entrañas.
Fue entonces señor amo cuando llegó aquel home, y no me demandéis cómo y porqué mas yo sé que era aquel que me había seguido por la calle desde el primer di en Roma, y ya puedo deziros qué traza tiene.
Agora empero tengo que rogaros que esperéis un istante pues están tocando a la puerta y he de ponerme los pantalones porque estava medio en pelota con el nabo al aire y es que acá haze un calor tremebundo y escrebiendo sudo como una vaca.
Vuesto siempre leal
SALAÌ