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Ilustrísimo amo mío:
El grande miedo que podíamos tener Lionardo y yo lo podéis barruntar de suyo sabiendo que mi padrino no puede cocer dos güevos duros ni en tres horas así que imaginaos lo que para él puede ser encontrar un informador o un testigo que diga sí es verdad, las malas lenguas contra Su Sanctidad son efetivamente los anticristos de Estratoburgo como Vinfelino y Burcardo que están concertados con itaglianos como Poggio Bracciolini los quales se valen de la escusa de honrar las cosas antiguas pero hete aquí que todas esas cosas antiguas las falsifican ellos mesmos, y también falsifican el diario de Burcardo y entremeten los cuentos de Boccaccio y quieren hazer una corrupción de toda la religión christiana y arruinar la Iglesia primero en Germania y después en Roma. Por no mentar eso de que hizieron despachar al pobrecillo Poggio español y con casi plenipotenciaria seguridad asimismo al campesino que fue a Roma a darle las informaciones y quizaes también a las pobres doncellas que me he fornicado yo osea la sirvienta y la de ayuso de las escaleras cómo se llama ah sí Rosa y la de los trapos mugrientos la qual sí que no sé cómo coño se llama.
Así que dexé a Lionardo y Grassi fuíme a toda priesa a la fonda a coger unas cosas en mi cuarto y en el de Lionardo. Luego pedí a un sirviente de la fonda que me llevara dos grandes lienzos de cozina y uno de lecho sólo que el dicho sirviente quería saber para qué los quería, entonces yo le di unas monedas y él se portó bien osea que no hizo más putas preguntas; le demandé si había nuevas de la sirvienta y me dixo no nada ni rastro, pero dixo que sí había pasado a buscarme una muger de unos cuarenta años que dize que su hija es lavandera la qual lavandera ha contado a una amiga suya que ha dormido en la fonda con un mozo harto bello pintiparado a Antinoo y del qual dezía que casi se había enamorado, así que vuesa merced yo creo que no es otra que la doncella que portaba el cesto de los paños mugrientos, y un par de días después de hazerle el servicio en la fonda la moza desaparesció y la madre que ha conoscido esta historia de Antinoo por la amiga de su hija la está buscando desesperadamente y han sido avisados también los corchetes, dicho sea de pasada la doncella desaparescida se llama Gioseppina. Asimismo me ha buscado el tipejo de las agallas aplastadas y harta gente que quiere el pagamiento de buñuelos y camisas y zapatos y exétera, en resumiendo cuentas un lío del carajo señor amo y yo los dineros de Sander que me han quedado no se los quiero dar a ésos por lo menos hasta tanto me llegan los cuartos que me habéis prometido ¿no os paresce?
Para evitar que me parase alguno de todos esos coñazos o algún corchete procuré salir de la fonda sin que naide me viera y llegué corriendo a la plaza Navona donde por suerte encontré a un campesino que a cambio de una güena paga (infelicemente tuve que desembolsar un poco de los dineros que me apoquinó Sander pero llegado el caso haré que me empresté más dinerillos Lionardo) aceptó llevarme con su carro por un cierto camino al sitio que le dixe.
En el inter, señor amo, Lionardo por ventura había entendido lo que devía hazer si quería salvar el pellejo, pues Lionardo maguer tiene un solo cerebro que sólo usa para cosas que no valen de nada osea las máquinas volantes y la mathemática y los dibujos suyos raros y exétera y por ende haze sólo tonterías por lo qual uno piensa Madre mía qué memo es aqueste Lionardo, pues digo que resulta que cuando tiene que ponerse fuera de cacho como en el caso que os estoy relacionando Lionardo se torna casi inteligente y se esfuerza seriamente.
En efeto Lionardo le había dicho a Grassi que tomaran un carro y que fueran por el camino que conduce a la casa de Dorothea, siendo ese el único camino que él y yo habíamos hecho estramuros de Roma en un carro y por consiguiente por fuerza me refería a él cuando la hablé del camino de siempre, el carro de siempre exétera, algo tan fácil que hasta un memo lo entiende.
Durante la jornada Lionardo (sabed empero que esto me lo contó después eh) logró no dezirle nada substancioso a Grassi que no paraba de hazerle preguntas, por exemplo dezía Pero bueno maese Lionardo adónde me lleváis y cómo se llama este informador vuestro, y Lionardo se hazía el misterioso en lo qual es muy güeno porque sabe ispirar timidez a los que hablan con él empleando palabras de sciencia y FI LO SO FÍ A (escribo esto bien grande para no marrar) que sólo entiende él. Cuando Grassi hazía todas esas preguntas Lionardo contestaba Esperad, esperad agora veréis querido Grassi, nuestro informador es un Grande Esperto en Cosas Fisiopataproposognómicas no sé si me esplico, pues se trata de un home henchido de Sabiduría General y Particular, y está muy versado en la Sciencia Racional de los Tiempos Nuevos, ¿verdad que me entendéis? Tras lo qual clavaba al punto el naso en uno de sus cuadernillos de notas repletos de modelos de máquinas y de cálculos y de dibujos raros, Grassi dezía Aah, ooh ej em ajá por supuesto desde luego que he entendido, aun así maese Lionardo dezidme ¿dónde está este sitio en el que veremos a vuestro informador? Lionardo alzaba la cara de los cuadernos con espresión un poco molesta como si Grassi le hubiera interrumpido un pensamiento harto importante y genial y dezía querido Grassi, lo hallaremos en un lugar especial en el qual sólo un home muy sabio y todo él Intuición Espiritual puede morar, y no me digáis que aún no habéis caído en la cuenta dello porque el secretario de un home como Valentino no puede no haber adivinado ya dónde nos detendremos pues en ello caería al punto hasta un chiquelo como mi Salaì. Y si Grassi bolvía a abrir la boca Lionardo dezía Uf querido Grassi pero no veis que estoy haziendo planos importantísimos para construir una fortaleza para vuestro amo que es Valentino y si me interrumpís de contino puede que yierre un cálculo y cuando construyan la fortaleza se me cae una torre o una muralla y se arma la de Dios y Valentino se enoja. Entonces Grassi no embargante no se quedaba muy convencido guardaba silencio y esperaba porque no ay nada más pésimo que la cólera de Valentino.
De sopetón Lionardo y Grassi vieron en un árbol de junto del camino un lienzo grande que tenía un dibujo que para Grassi era muy misterioso y para Lionardo clarísimo porque sólo él y yo lo conoscíamos:
osea que se trata de una embinción de la qual él dize estar orgulloso porque dize que es una élice que si gira sobre sí mesma muy fuerte fenesce volando pero yo la llamo la cosa para montar güevos y digo que no vuela ni de coña y que inclusive es riesgosa para el que monta en ella[17].
Total que cuando Lionardo vio ese dibujo supo que sólo yo lo podía haber hecho y dixo ¡Alto! paremos el carro que emos arribado. Grassi dixo perdonad maese Lionardo pero qué es el dibujo raro de ese lienzo y por qué está aquí, y Lionardo que amén de pintar mugeres güenas sólo sabe hazer una cosa que es contar trolas que parescen importantes con la faz muy seria para deslumbrar a la gente, dixo Veréis mi querido Grassi, no es fácil esplicarlo en sólo dos palabras, únicamente os puedo dezir que es un símbolo de Conoscimiento Universal destinado a los Espertos en Sciencia de los Sistemas Complexos, osea un símbolo que conoscen exiguas personas en el mundo, así el informador nuestro es sabedor de que en pasando otro que conosce los mesmos Secretos del Conoscimiento Umano parará y yrá en su busca.
Empero Grassi no estava muy persuadido y dezía Hummm, maese Lionardo no dubdo que sea como vos dezís ¿pero estáis seguro de que no es un símbolo mágico? sabed que la Religión Christiana prohíbe la magia porque está en contra de la Enseñanza de Jesús y de los Padres de la Iglesia y exétera, y Lionardo dezía Que no, que no querido Grassi podéis estar tranquilo, y para entonces ya había visto la segunda señal que le había dexado que era un dibujo que se hallaba en delante de una cueva y que había hecho aún más claro que el primero para que Lionardo no se confundiese porque resulta que en verdad este dibujo lo conoscemos solamente él y yo y la campesina de San Godenzo la qual sin embargo a Roma con seguridad no va a venir porque yo la conosco bien y nunca se mueve de San Godenzo:
que en realidad es un dibujo de Lionardo muy pajolero que yo mejoré mucho pare hazerle una broma a mi campesina de San Godenzo (la de las tetorras grandes como dos sandías no sé si os recordáis della) osea añadiendo al home de Lionardo una güena pija para hazer reír a la campesina que en efeto se divirtió mucho, y es que cuando a las aldeanas les hazes bromas cochinas como ésta se ríen y no te dan sopapos como las mozas de ciudad que casi siempre fingen que un güen mango presto para el uso les molesta siendo lo cierto justo lo contrario.
Grassi dixo Perdonad maese Lionardo pero este dibujo ha algo raro, y Lionardo dixo Sí es una divinidad de los antiguos Romanos que según ellos ayuda a que los niños nazcan, pero mi informador dize que demás es un signo de riqueza de ideas osea de quien tiene hartos pensamientos geniales y por ende revela quién es esperto en cosas de Sciencia y de Mathemática y de Trigonofenogliotiscopesia, ¿me esplico? pero querido Grassi no perdamos tiempo que ya emos llegado.
En llegando Lionardo y Grassi a la entrada oyeron una voz potente y obscura y profunda que asustaría al mesmísimo Valentino y dezía ¡Aaaahh Uuuuuhhh Homes de poca fe entrad y pedid consejo! ¡Aaaaahhhh Uuuuuhhh Entrad y pedid consejo!
Seguramente vuecencia se recuerda (porque tenéis una sesera sin par mucho más mejor que la de Lionardo y también que la de Salaì) que cuando me harté de Dorothea por lo ordenada que era y marchéme de su casa bolví a Roma en el carro de un campesino y su hija, la qual tenía unas güenas caderas bien rechonchas, y en el camino encontramos una cueva la qual dixo la hija del campesino que era muy grande y con hartas grutas y galerías y que dentro la voz resuen resonse reto se oía muy alto y fuerte.
Sin dubda os estaréis preguntando señor amo cómo hize para pergeñar todo esto así que os lo voy a esplicar sin más para no hazeros perder tiempo porque vuestra sesera tan valiosa como es ha seguramente cosas mucho más importantes que hazer que pensar todo el rato lo qual es en efeto algo que también a mí me cansa muchísimo. Pues bien los dos dibujos osea la cosa esa de Lionardo para montar güevos y el home en el cuadrado y el círculo los hize con los lienzos que me dio el criado de la fonda y con los colores que Lionardo se trujo de Florencia, al menos así han valido para algo provechoso.
Lionardo y Grassi no querían ni por pienso entrar en la cueva después de que hubieron oído esa voz que francamente había hecho tan bien que yo mesmo me habría meado enzima, pero mi padrino se dio ánimos porque la alternativa era el famoso fierro candente en el culo, de suerte que al cabo él y Grassi entraron. Toste había una gruta que luego se dividía en otras dos y luego en otras y Lionardo en realidad no tenía la menor noción de adónde coño yr, mas de nuevo oyóse el vozarrón ¡Aaaahhh Uuuuhhh Pedid consejo Pedid consejo!, y así mi padrino pudo dezir a Grassi venid querido Grassi y seguidme por aquí, como si conosciese perfectamente el camino.
Así que avanzaron unos pasos Grassi dio un brinco hacia atrás y gritó Quieto ahí ¿quién eres tú? porque en su delante se topó con un home viejo con barba y cabellos luengos, en la cuya mano izquierda tenía un cayado como el que los pinctores le ponen a San José en los cuadros, en la derecha sostenía un crucifijo y en la cabeza llevaba una capucha que le tapaba casi por entero los ojos y la barbilla y dava francamente miedo.
Merced a vuestra sesera escelsa, vuecencia, sabréis ya que ese viejo en verdad no esiste y que en realidad era yo Salaì, y sé con certeza plena que asimismo sabéis ya cómo me las ingenié para parecer de esa guisa de comediante osea que para hazerme la capa con la capucha me valí de los lienzos que me dieron en la fonda, para hazer el cayado hallé en el suelo una rama de árbol y por último para hazerme la barba y los cabellos luengos me valí de los cabellos y los pelos de barba que Lionardo se había cortado y que le birlé de la bolsa en la qual los guardaba en la fonda, donde cogí también el crucifijo que estava colgado por cima del lecho mío. Luego para pegarme los pelos todos osea en la cabeza y los carrillos le birlé también a Lionardo el ungüento que la gitana le había mercado diziendo que era una protección, pero que para mí no protegía un carajo, sólo ay que ver la tremendísima mala pata que en estos días ha tenido Lionardo. Ay señor amo ni os imagináis qué asquerosidad ponerme en la barbilla y en mis prexiosos rizos el ungüento de la gitana el qual se vee a la legua que está hecho con lo más barato que puede haber osea sebo y zorrullo y manteca de calidad vomitiba, y sólo un pellizco de yerbas aromáticas que no le quitaban la pestilencia. Por ventura a la pestilencia del ungüento se sobreponía la pestilencia de meado que había en la cueva porque allí van a dormir y cagar y mear los pastores que en ese partido llevan a pastar sus rebaños de ovejas, y ello me fue de provecho demás porque en delante de la cueva están las cenizas de las hogueras que prenden los pastores de noche y yo cogí un güen poco de cenizas para pintarme la cara de negro, inclusive me quité los zapatos y me eché bastante ceniza en los pinreles, total que con la barba y los cabellos luengos y la capucha y el crucifijo y los carrillos negros y los pinreles y las manos mugrientos parescía un profeta que ha pasado veinte o treinta años en las cavernas, y me quedó muy bien quizaes porque me recordé de una fiesta que había hecho Lionardo en Milán para los señores Sforza en la qual había dibujado unas máscaras teatrales de homes selváticos[18] con barbas luengas y caras muy toscas y primitivas, de suerte que ya tenía un güen exemplo que seguir y si vos señor amo también hubierais estado sin dubda os habríais sentido muy contento de mí pues habrías visto quánto me esfuerzo por satisfazeros (dicho sea de pasada vuestros dinerillos siguen sin llegar).
En dando Grassi un salto hacia atrás yo dixe ¡Detente chrristiano no tengas miedo tú sino ponte a rrezar porrke los Tiempos Finales son arribados! y hablé con el mesmo acento alsaciano que tienen los de Estratoburgo y que también tiene Dorothea y que me pirraba tanto.
Grassi casi se puso de hinojos por el miedo porque habéis de saber vuesa merced que es chiquito y mucho más bajo que yo de suerte que cuando me puse de puntillas en delante dél con el crucifijo izado agitando el cayado como un loco tengo para mí que creyó que yo era un profeta de verdad. En los principios Lionardo se asustó también hasta que reconscío su barba que aún tenía los rizitos que tanto le placía hazerse y además esperaba encontrarme allí.
Lionardo ayudó al punto a Grassi a levantarse diziendo Ánimo, ánimo no os preocupéis querido Grassi, mi amigo es… eh mmm ejem una persona muy espiritual, y acto siguiente me miró como diziendo Salaì me cago en la puta ¿aora qué coño me invento? Y vi que temblequeaba de miedo porque ya todo estava en las manos mías de Salaì y él señor amo nunca se fía de mí, ¿por qué será?
Entonces le hize una señal con la mano hacia arriba como diziendo Padre mío no os abatáis que ya me ocupo yo, pero Lionardo entendió lo que quiso y pensó que devía dezirle a Grassi que yo era un personaje de relumbrón, así dixo que por añadidura yo había sido un Monseñor de Estratoburgo y cuando yo le hize con la mano otra señal para dezirle ¿Qué coño dezís padre mío? él otra vez entendió mal y creyó que aún no era suficiente, por lo qual se corrigió al punto diziendo Ah no perdonad querido Grassi quería dezir que La Escelencia aquí presente era nada menos que el Obispo de Estratoburgo, pero luego Jesús lo mandó a la vida apartadiza.
Entonces yo zanjé a ese memo de Lionardo que con sus meteduras de pata estava a pique de mandarlo todo al carajo, Bajta bajta ya, ¿dime hijo a kién has trrayido tú acá? Escelencia, respondió Lionardo, éste es un amigo que quiere encomendarse a vuestros consejos y quiere saber si es cierto lo que me habéis dicho los pasados días, osea lo de la conjura de los tudescos y los alamanes y estratoburgueses y exétera contra Su Sanctidad, y luego si los Antigüistas, Vinfelino, Poggio Bracciolini y exétera han hecho toda una sarta de cochinadas contra la Iglesia sin omitir falsificaciones y robos y omicidios y exétera, me supongo que habéis entendido de qué hablo ¿no?
Yo guardé silencio mirando rectamente a Grassi con los ojos muy abiertos y iracundos de los locos esaltados, pero con un solo ojo de fuera de la capucha para que no me viera bien pues nunca se sabe, y sin dezir esta boca es mía porque como vuesa merced también sabe el primer ardid del que quiere pasar por mejor que los otros es permanecer callado, así los otros en lo que esperan piensan Virgen Sancta la de cosas sesudas que terná en la chola si piensa tanto. En el ínter Lionardo había susurrado al oído de Grassi que yo era alsaciano y por ello hablaba de esa manera un poco rara, y Grassi cada vez más confundido le había pedido con un gesto que se callara porque temía que yo empezara de nuevo a comportarme como un loco.
Como tras mis gritos el silencio en aquesa cueva escura dava en verdad un miedo mortífero, por dezir algo Grassi habló con un hilo de voz y me dixo, Sí veréis maese Lionardo me ha dicho que vos tenéis las pruevas de esta conjura ¿no es cierto?
Entonces yo para aprovechar el momento propicio aún seguí un rato callado, luego levanté de nuevo el cayado como para golpear a Grassi y estallé otra vez con la voz más tronante que podía, que fue ¡Aaahhh Uuuuhhhh Homes de poka fe eskuchad! ¡eskuchad vosotrros ke no sois miembrros de la Herrmandad Univerrsal y tenéis ke apagarr la sed en la Verrdaderra Fuente de la Sabidurría, Yo os digo ke en las tierras de Gerrmania rreside el mal ke trrata de Korromperrlo todo porrke me lo han dicho mis kofrrades tuteskos, y la Bestia ya está derrramando la sangrre de los inokentes y esparrce el veneno de la Mentirra, de la Falcedad y de la Kochinada y yo os digo ke un tiempo llegarra en ke todos los pecadorres osea Finfelino y Purrcardo y los amigos suyos pagarrán por las cosas viziosas ke han hecho y hazen!
Al tiempo que yo hablaba Grassi aunque a la disimulada se cubría la chola con los brazos pues tenía miedo de que en cualquier momento yo lo zurrara con el cayado, luego al final de mi parlamento preguntó en voz baja a mi padrino, Perdonad maese Lionardo pero ¿Cómo sabe Su Escelencia estas cosas? Eh mmm ejem… ¿pues está clarísimo no? dixo Lionardo que de nuevo se había puesto palidísimo por miedo a dezir bobadas, él forma parte de esta Fraternidad Universal que es una orden religiosa secreta en la qual están sólo personas que defienden la Religión Christiana y están en Itaglia y en Germania, y como son homes muy güenos y sabios saben montones de cosas… ¿No es cierto Escelencia?, me dixo Lionardo que no sabía cómo coño seguir porque la trola de la Hermandad Universal me la había inventado sin concertarme con él.
Eh uh ah sí, klaro hijo kerido, le dixe yo, los ke somos en la Herrmandad Univerrsal tenemos un montón de herrmanos de todos lados ke también son confesorres de perrsonas muy imporrtantes y porr eso konoscen un montón de kasos de todos y nos los kontamos entrre nos así al final somos siemprre muy bien enterrados, pero lo hazemos para ke la Khrristiandad toda esté bien enterrada y no komo los alsacianos ke son unos grandes hijos de rramerra y kierren arrruinar a las perrsonas güenas y khrristianas, y si por ellos fuerra harrían ke los thurrcos acabarran acá en Rroma destrruyéndolo todo hasta la igrresia de Sank Pedrro.
Grassi miróme un poco dubitante porque esa historia de que los miembros de la Hermandad Universal se cuentan entre ellos lo que oyen cuando hazen de confesores a las otras personas era en efeto un poco rara y no me había salido muy bien, pero señor amo no es fácil improvisarlo todo sin siquiera un poco de preparación.
Escuchad Escelencia, me dixo Grassi una pizca envalentonado, mi amo que me ha mandado acá a veros es una persona escelente y muy christiana, figuraos que es pariente del Papa. ¿Ah sí en serrio? dixe yo cruzando los brazos y alzando la barbilla y la barba con la espresión y el tono de quien piensa bah y a mí qué más me da, como si yo fuese un grande profeta y el Papa sólo un curita de tres al cuarto. Sí Escelencia, dixo Grassi, por ello os ruego que me habléis de esta conjura un poco mejor osea con todos los mínimos particulares que os han relacionado los cofrades vuestros de aquesta Fraternidad Universal o como se llame. Y os estaré agradecido si me hazéis conoscer a los cofrades vuestros que están en Roma pues me gustaría platicar con ellos.
¿Es ke no me has oído, home de poka fe? dixe en voz alta amenazando de nuevo a Grassi con cayado y crucifijo, ya te he dicho ke los alsacianos llevan al Maligno consigo y kierren hazer una konspirración kontrra los homes de güena voluntad y hazen kalumnias kontrra este Papa porrke kierre hazer una Grande Reforrma Generral de la Igrresia y si logrra hazerrla entonces los Anticrristos están jodidos, ¿te enterras? Y aorra orremos homes de poka fe porrke si no sobrre vosotros caerrá atrroz la venganza del Señorr. Entonces me arrodillé y apoyado en el cayado como todo un San José empecé a gritar en voz alta el Padrenuestro en latín con los ojos cerrados y muy serio como un verdadero profeta osea Paternoster Quiesincielis Santificeturnomentuum Veniatregnumtuum Fiatvoluntam…
¿Voluntam? ¿cómo Voluntam? dixo Grassi algo asombrado en el istante mesmo en que también él se arrodilladaba para orar con Lionardo (seguramente porque le dava miedo que de nuevo me enfadara y le atizara con el cayado). Me cago en la leche vuecencia me había equivocado con el puto latín pues había dicho Voluntam en lugar de Voluntas no embargante yo el Paternustro me lo sé modestamente a la perfexión porque en las temporadas en las que tengo muy mala pata por exemplo cuando no hallo ninguna doncella a la que hazerle un güen servicio durante mucho tiempo osea hasta durante dos o tres días, digo sinnúmeros Padrenuestros osea hasta veinte al di porque siempre dan buen suceso.
En resumiendo cuentas señor amo no había caído en que Grassi habla y escribe el latín requetebién, no lo sabe al tuntún como yo, porque él es el secretario de Valentino osea que cada sancto di escribe todas las cartas de Valentino de las quales muchas son en latín ansí que el latín lo conosce tan bien como yo los pelos que tengo en rededor de mi rabo.
Traté de dezir algo para arreglarla porque Grassi tenía una cara harto hesitante, y entonces dixe Perro klaro, en Gerrmania también puede dezirrse Voluntad porrke a los tuteskos nos da lo mesmo, nosotrros tenerr una grrande trradición de la lengua tuteska ke es de orrigen mucho más antiguo dizen inklusive ke llega al tiempo de los rromanos ansí ke parra nosotrros el latín no ser una kosa tan imporrtante como parra vosotros italianos ke en hablando o escrrebiendo latín os fijáis hasta en los errores más tontos.
Grassi replico sí Escelencia pero perdonad ¿no habéis dicho que Vinfelino es uno de los más malvados que ay en Germania? Perdonad Escelencia pero no entiendo por qué me habláis aora de esta historia de los antiguos orígenes de Germania que parésceme algo que en realidad place a los tudescos malvados que vos mentáis.
Que no, que no querido Grassi intervino Lionardo para intentar enmendar mi metedura de pata, el padre aquí presente quería dezir que con el latín no ay que ser tan minuciosillo porque en el fondo es una lengua antigua y por ende siempre pueden comisionarse errores, yo mesmo por exemplo alguna vez con el latín sabed que… Pero qué dezís maese Lionardo, respondió Grassi que a vezes se dexa deslumbrar por Lionardo pero no es completamente memo, ¡que el tudesco es una lengua antigua es un cantar, y otro que un obispo comisione errores en latín! Sí coincido con vos querido Grassi, persistió Lionardo, pero vos devéis pensar que él desde ha años es un eremita osea una especie de profeta de sabiduría y se pasa todo el tiempo rezando y meditando en cuevas como aquesta y no tiene tiempo de repasar el latín.
Como las memadas que Lionardo dezía no hazían más que empeorar la situación a fin de evitar que Grassi me hiziesa más preguntas yo entonces alcé la voz gritando ¡Calla Lionarrdo! (que demás es algo que me encanta gritar porque mi padrino dize siempre sandeces a porrillo pero yo nunca lo puedo corregir), y levanté el cayado y de nuevo empezé a chillar como una corneja Vosotrros homes de poka fe devéis ser agrradecidos por la Rrevelación de la Herrmandad Univerrsal y no os devéis pelearr entrre vosotrros ¿entendido? Y al tiempo izé el cayado y el crucifijo, y Grassi procuraba protejerse mirándome ya como se mira a los locos y dezía Maese Lionardo, maese Lionardo tened piedad sacadme de acá os lo ruego, y yo me puse a soltar garrotazos sin cuento primero a Lionardo el qual por su parte no me los podía devolver por si en una de esas se me caían los pelos de la barba o se me desprendía la capucha y entonces pues sí que se armaba la de Dios, luego al tiempo que Lionardo y Grassi se yban por piernas dile otros tantos garrotazos en la espalda a Grassi ya con el cayado ya con el crucifijo, gritando ¡Homes de poka fe el kastigo llegarrá prresto así ke arrepentíos de los pekados vuestrros y hazed penitencia! y venga más garrotazos también a Lionardo mientras entrambos buscaban la salida la qual empero no era fácil de encontrar en la escuridad de la cueva de suerte que pude propinar bastantes golpes más y también unas cuantas patadas en el tafanario muy bien dadas.
Vuestro siempre fiel
SALAÌ