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Ryder's desde la barrera
Si la Ryder Cup del 97 fue especial para mí, ya que como capitán fui el maestro de lidia, en las posteriores pasé de ver los toros desde el burladero a la barrera, pero con la ilusión del mayor aficionado del equipo europeo, y lo cierto es que fueron motivo de muchas satisfacciones para mí. Estas expresiones taurinas me vienen por mi gran amigo Enrique Ponce, gran aficionado al golf, al que instruyo periódicamente, y auténtico número uno en el escalafón taurino.
A partir del año 97, exceptuando el 99, la Ryder sigue teniendo color europeo. El espíritu de equipo, los notables capitanes y excelentes jugadores demuestran una vez más que Europa no es segundo plato.
La Ryder Cup 1999, celebrada en The Country Club en Brookline, Massachusetts, es quizás las más controvertida de todas las ediciones jugadas hasta el momento. La recuperación casi milagrosa del equipo americano hizo que ganara el torneo por 14,5-13,5, después de que llegara al último día perdiendo 10-6.
Los americanos, capitaneados por Ben Crenshaw, ganaron 8 ½ puntos en los 12 partidos de individuales del domingo, para alcanzar la primera victoria americana desde 1993.
El momento clave se produjo en uno de los últimos partidos. Olazábal dominaba su match, ya que Leonard tenía una desventaja de cuatro hoyos con siete por jugar. Al ganar el americano cuatro hoyos, salieron al 17 empatados. Tal como estaban en ese momento el resto de enfrentamientos, el empate valía al equipo americano para sellar el triunfo. Así después del segundo golpe de Olazábal, que dejó su bola a una distancia de unos siete metros del hoyo, Leonard golpeó la suya y vio cómo, después de casi pararse a unos tres metros, su bola rodaba alejándose del hoyo, dejándole la opción de birdie a una distancia de más de 13 metros. Aunque embocar un golpe de estas características era difícil, Leonard ya había acertado pats de siete y 11 metros a lo largo del recorrido. Leonard embocó, y una celebración salvaje se apoderó de los jugadores estadounidenses, de sus esposas y de algunos aficionados cuando saltaron al green para celebrarlo. Olazábal sabía que si embocaba su pat lograría prolongar el partido, mientras que, si fallaba, la victoria iría para Estados Unidos (los americanos necesitaban 14.5 puntos para ganar el torneo debido a la victoria europea de 1997 en el campo de Valderrama). José María intentó como pudo concentrarse en el golpe, pero falló y dio la victoria al equipo americano.
A pesar de que no se incumplió ninguna regla en la celebración por parte del equipo americano, el juego del golf es considerado "el juego de los caballeros", y existen una serie de normas y códigos no escritos, los cuales fueron ignorados según aseguraron los jugadores europeos. En días posteriores al torneo, gran parte de los miembros del equipo americano pidieron perdón por su comportamiento, y se produjeron numerosos intentos por parte de los dos equipos para rebajar la tensión provocada después del torneo.
Mark James, el capitán europeo, fue blanco de todas las miradas y críticas debido a la formación de emparejamientos de su equipo, dejando que tres de sus jugadores (Jarmo Sandelin, Jean Van de Velde y Andrew Coltart) debutaran precisamente en los individuales del domingo sin que hubieran jugado en ningún match de los dos días previos. Además ello implicaba que muchos de los jugadores europeos llegaran muy cansados a los decisivos encuentros.
Ya he comentado anteriormente que siempre es bueno que todos los jugadores jueguen antes de los individuales —último día— al menos, en una ocasión.
Ryder Cup 2002
En el 2001 se suspendió la celebración de la Ryder Cup, por temor a posibles atentados, ya que poco antes del torneo se había producido el terrible ataque —el 11 de septiembre— sobre las Torres Gemelas de Nueva York.
Con el resultado final de 15,5 — 12,5, Europa consiguió derrotar al equipo americano en la Ryder Cup gracias a la buena actuación de los europeos en los partidos individuales del domingo.
El irlandés Paul McGinley consiguió en su partido contra Jim Furyk el medio punto necesario para dar la victoria a Europa. Fue una victoria memorable, pues los europeos tan sólo perdieron dos partidos de los 12 en juego, y ganó con un margen de tres puntos, hecho que no ocurría desde 1985, cuando Europa ganó por cinco de diferencia —16,5/11,5— precisamente en este mismo escenario, The Belfry.
El capitán, Sam Torrance, no pudo evitar las lágrimas, y todo el equipo europeo saltó al césped para abrazar a McGinley, debutante en esta Ryder, que consiguió un pat de 4 metros en el green del 18 que pasará a la historia.
De esta forma, Europa recuperaba la Copa Ryder que perdió en Brookline en 1999, pero esta vez en medio de un ambiente de máxima deportividad.
Tras la jornada del sábado, donde el marcador reflejaba un empate a ocho puntos, Sam Torrance se mostraba preocupado por las estadísticas, pues según éstas, los partidos individuales no eran el fuerte de los europeos. De los siete últimos partidos de individuales en Copa Ryder, los Estados Unidos habían ganado seis. Pero Europa arriesgó en los primeros partidos, donde jugaron los europeos con más experiencia: Montgomerie, García, Clarke, Langer, Harrington y Bjórn. Más tarde sería el turno para los debutantes, y el sueco Parnevik jugaría el último partido contra el mismísimo Woods.
El capitán americano, Curtís Strange, prefirió repartir a sus jugadores, y reservar para el final a sus máximas estrellas: Davis Love III, Phil Mickelson y Tiger Woods. Pero su apuesta salió mal.
En el bando europeo, García perdió frente a David Toms. El castellonense no pudo recortar su mínima desventaja en los tres últimos hoyos. Primero falló un pat para ganar el 16, otro en el 17 aún más cerca, y desde el tee del último hoyo envió la bola con excesivo draw y se fue al agua.
Colin Montgomerie, Langer y Harrington ganaron con contundencia sus partidos, dando un repaso a sus respectivos rivales, Hoch, Sutton y Calcavecchia. Tras la derrota de García, el punto vital lo dio para Europa Thomas Bjórn, que ganó por 2 a 1 a Stewart Cink. Europa ganaba en esos momentos por 12,5 — 9,5. Aún quedaban 6 partidos en juego.
El sueco Fasth afrontó con un hoyo de ventaja el último green ante Paul Azinger. Sin embargo, el americano tiró de experiencia y fortuna para embocar desde el bunker y sellar el empate. A Europa le faltaba medio punto, y McGinley fue el elegido. El dublinés, a sus 35 años, le dio la gloria a Europa en su primera Copa Ryder, y así forzar a Tiger Woods, el mejor del mundo, a terminar su partido sin protagonismo.
Mi grata experiencia en las competiciones por equipos, me animó a crear The Seve Trophy, una competición del más alto nivel que enfrenta a Europa Continental frente a Gran Bretaña e Irlanda. Aquí debo destacar que Michael Robinson y mi hermano Baldomero fueron piezas clave, mis mejores baluartes para que esta idea se hiciera realidad. A Michael siempre le estaremos agradecidos.
La primera edición se disputó con gran éxito en abril del 2000. El planteamiento es que se celebrara en años alternos no coincidiendo con la Ryder Cup; por ello, el aplazamiento obligado de ésta en el 2001 provocó cierto trastoque de fechas, así aunque la segunda edición se celebró en el 2002, la tercera se adelantó al 2003, con el fin de que en el 2004 no coincidiesen las dos competiciones por equipos. Por ello, a partir de entonces, The Seve Trophy se celebra en los años impares.
Ryder Cup 2004
La 35.a Ryder Cup tuvo lugar entre el 17 y el 19 de septiembre de 2004 en el Oakland Hills Country Club de Bloomfield Township, Michigan.
El equipo europeo ganó el torneo por un resultado final de 18 ½ - 9 ½, siendo Colin Montgomerie el jugador que firmó la victoria, y manteniendo así su récord de no haber perdido un solo partido individual en sus siete participaciones en el torneo. El margen de victoria es el mayor conseguido por el equipo europeo en la historia del torneo, y el mayor desde 1981, cuando el equipo estadounidense ganó al europeo por el mismo tanteo (precisamente el año que decidieron no contar conmigo). Además es el mayor margen de victoria con que el equipo europeo, capitaneado por Bernhard Langer, ha ganado en tierra estadounidense, siendo Hal Sutton el capitán del equipo derrotado.
Ryder Cup 2006
La Ryder Cup, la única competición deportiva que enfrenta a Europa y a Estados Unidos simplemente por el honor y la gloria, y en la que no hay un solo euro o dólar en juego, permanecerá en manos europeas dos años más gracias a la aplastante victoria del equipo capitaneado por el gales Ian Woosnam, que terminó con 18 ½ puntos a su favor, contra los 9 ½ del combinado americano, capitaneado por Tom Lehman.
Europa se ha adjudicado cinco de las últimas seis ediciones —tres de ellas consecutivas—, volviendo a repetir el mismo marcador que en la anterior.
La mañana amaneció con lluvia, bajo un cielo gris y el K Club (Irlanda) bastante embarrado, pero a pesar del mal tiempo los partidos comenzaron a su hora. El recibimiento de los jugadores en el hoyo uno fue impresionante. Fueron ovacionados y vitoreados, muy especialmente los jugadores irlandeses.
Los europeos dominaron el marcador durante toda la jornada, desde que Colin Montgomerie, que salió en el primer partido, se puso por delante en el hoyo tres. Luke Donald, en el hoyo 17, ganó su encuentro contra Chad Campbell y logró el punto con el que se aseguraba la Copa para Europa, en el caso de que terminasen los dos equipos empatados. Pero un poco más tarde, el sueco Henrik Stenson, uno de los dos debutantes, venció por 4 a 3 a Vaughn Taylor. Europa lograba de nuevo el triunfo.
Como curiosidad, puedo decir que todos los europeos ganadores de algún torneo del Grand Slam que hemos disfrutado del honor de ser capitanes en la Ryder, tenemos entre nuestros recuerdos más memorables el haber conseguido llevar a nuestro equipo hasta el triunfo. Y aquí debo destacar que quizá el mejor capitán haya sido Tony Jacklin.