77

 

Ponerle cola a Batista no fue tan gratificante como pensaba. Los primeros días nomás anduve desvelándome dioquis y hasta llegue a pensar que no había sido una buena idea.

Pero una tarde todo eso parecía cambiar de pronto. Contrario a lo que venía haciendo todos los días Batista salió tarde de las oficinas de Antisecuestros y no parecía dirigirse a ningún operativo ni investigación, porque viajaba sólo y no rumbo a su casa.

Después de unos minutos llegamos a un bar. Estábamos sobre uno de los bulevares principales de la ciudad y Batista se metió al estacionamiento del tugurio ese.

Estacioné el auto a la vuelta sobre una de las calles y me apresuré para no perder detalle de lo que estaba sucediendo.

Batista no se metió enseguida al bar, sino que se detuvo en la puerta hizo una llamada, estuvo paseándose unos segundos mientras conversaba con alguien en su celular y finalmente se metió. 

Espere un par de minutos y luego entré al bar, que era un table dance. Antes de cualquier cosa mire para todos lados para tener una perspectiva del lugar, ya luego elegí sentarme en la orilla de la barra y pedí un güisqui con soda para no despertar sospechas.

Batista se había sentado en una mesa del rincón junto con una bailarina, que no había dejado de besarlo y abrazarlo desde que llegó. Sólo se separaron cuando la mujer vino a la barra por las bebidas y regresó a la mesa.

─ Linda la chamaca –le dije al cantinero, un tipo flaco, bonachón y sonriente que enseguida me siguió la corriente.

─ Más que linda está buenísima, pero es medio apretada patrón, mejor búsquese otra y yo se la consigo de volada.

─ ¿Cómo se llama?

─ ¿Quien? ¿Yo o la vieja? –el tipo se quiso hacer el chistoso y yo le seguí el rollo.

─ Los dos.

─ Por aquí la conocen como Shirley y yo me llamó Pedro para servirle patrón.

─ Mucho gusto soy Horacio –le extendí la mano y nos dimos un apretón – ¿Y porque dices que la tal Shirley es medio apretada?

─ Porque no sale con cualquiera. Es más desde que llegó aquí no recuerdo que haya salido con nadie, si acaso uno que otro privado, pero siempre la acompaña un guardia y no permite que nadie la toque.

─ Pues no parece, porque el tipo que está en la mesa con ella parece pulpo el cabrón.

─ Bueno patrón, pero es que ese compa es el efectivo…

─ ¿Cómo?

─ El efectivo, su galán.

─ ¿Y a ese no lo vigilan los guardias?

─ Mire patrón no está usted para saberlo, pero yo le recomiendo que ponga los ojos en otro lado, de hecho los guardias vigilan a la Shirley por órdenes de ese canijo. Incluso si se fija los meseros no se le acercan, sólo deja que lo atienda su vieja.

─ No pues ha de estar pesado el compa ese.

─ La verdad patrón me he mantenido tantos años en este negocio sin hacer preguntas y prefiero seguir así, porque el compa ese es muy amigo de los dueños y dicen que es policía.

Obviamente el cantinero no estaba muy dispuesto a darme más información, así que cambie de tema tratando de fingir que no me interesaba lo que sucedía en aquella mesa, pero no perdí detalle de la parejita.

Medio miraba la variedad y medio miraba a la parejita que seguía muy entusiasmada. Mi objetivo siguiente fue otra de las bailarinas que fue la única que se acercó a saludar a la tal Shirley y a Batista. Incluso se tomó un par de tragos con ellos.

En medio de tanto escándalo aunque me acercara a la mesa de la parejita no iba a poder escuchar gran cosa. De pronto Batista estaba de nuevo hablando por celular, pero tuvo que a la parte trasera del lugar para poder escuchar.

Instantes después regresó. Sacó unos billetes de su cartera los puso sobre la mesa y se fue junto con la bailarina sin que nadie le dijera nada. Por el contrario los guardias se despidieron de él como si fuera el patrón.

─ Oye mi Pedro y aquella ¿güera que onda?

─ Tiene buenos gustos patrón, se llama Esmeralda, esta igual de chula que la otra y es más jaladora.

─ Mira me voy a ir a aquella mesa, y dile que le quiero invitar unos tragos –le di una propina y me cambié de mesa.

Al rato estaba cotorreando con la tal Esmeralda.

─ Dime Esme papacito ¿Y que te trae por aquí?

─ Visitando a las estrellas como tu mamacita –le contesté.

─ Pues tú dirás mi rey si te hago un privado.

─ Estaría bien mi reina, pero primero tómate unos tragos para que te entones más.

─ O sea que me quieres agarrar borracha para aprovecharte de mí –después soltó una risotada que incluso pudieron escucharla en todo el bar a pesar del escándalo de la música –pues déjame decirte que está cabrón para que yo me emborrache.

─ ¿A poco traes truco?

─ Mira que curioso me saliste mi niño.

─ Sólo pregunto ¿O es pecado?

─ No serás policía ¿Verdad?

─ No mi reina, como voy a ser policía.

─ Bueno ¿Y entonces a que te dedicas?

─ Soy brujo.

La mujer volvió a reírse como desesperada.

─ ¿Qué no me crees?

─ Con que no andes bruja todo está bien. ¿Cómo te llamas mi brujito?

─ Horacio.

─ No tiene nada de misterioso ese nombre.

─ No dije que era misterioso, dije que era brujo, yerbero.

─ Mira, mira. A ver cuando me haces una limpia.

─ Cuando quieras mi reina te quito todo lo que te ande estorbando.

─ ¿Y que tipo de trabajos haces? Porque no creas que yo no se de eso.

En la bolsa de mi pantalón todavía traía el dije de la Santa Muerte que le quite al tal Meño y lo saque para enseñárselo a la bailarina.

─ Mira esta es mi protectora.

─ No mis respetos, la verdad que yo no me meto con ella, mejor guárdala por ahí.

─ Desde hace rato que te estoy mirando, me gustó mucho tu rutina, pero casi se la dedicaste toda al güey ese que estaba con otra de tus amigas.

─ ¿Te refieres al Beto?

─ No se cómo se llama.

─ Si el que estaba con Shirley. No para nada mi rey, sólo lo hice porque siempre hay que estar bien con los patrones.

─ ¿Patrones?

─ Si es socio de la dueña, o por lo menos eso dicen las malas lenguas.

─ ¿Entonces que? ¿Cuánto me vas a cobrar por un privado?

─ Barato mi rey, por que la verdad me gustaste y debo decirte que no cualquiera. Quien sabe a lo mejor luego te busco para que me hagas una buena limpia o me leas las cartas.

─ Cuando quieras mi reina –le dije y de ahí nos fuimos a uno de los privados, donde tendría más oportunidad de obtener más información sobre los dueños del table dance.  

Donde la oscuridad penetra
titlepage.xhtml
part0000_split_000.html
part0000_split_001.html
part0000_split_002.html
part0000_split_003.html
part0000_split_004.html
part0000_split_005.html
part0000_split_006.html
part0000_split_007.html
part0000_split_008.html
part0000_split_009.html
part0000_split_010.html
part0000_split_011.html
part0000_split_012.html
part0000_split_012_split1.html
part0000_split_013.html
part0000_split_014.html
part0000_split_015.html
part0000_split_016.html
part0000_split_016_split1.html
part0000_split_017.html
part0000_split_018.html
part0000_split_019.html
part0000_split_020.html
part0000_split_021.html
part0000_split_022.html
part0000_split_023.html
part0000_split_024.html
part0000_split_025.html
part0000_split_026.html
part0000_split_027.html
part0000_split_028.html
part0000_split_029.html
part0000_split_030.html
part0000_split_031.html
part0000_split_032.html
part0000_split_033.html
part0000_split_034.html
part0000_split_035.html
part0000_split_036.html
part0000_split_037.html
part0000_split_037_split1.html
part0000_split_038.html
part0000_split_039.html
part0000_split_040.html
part0000_split_041.html
part0000_split_042.html
part0000_split_043.html
part0000_split_044.html
part0000_split_045.html
part0000_split_046.html
part0000_split_047.html
part0000_split_048.html
part0000_split_049.html
part0000_split_050.html
part0000_split_051.html
part0000_split_052.html
part0000_split_053.html
part0000_split_054.html
part0000_split_055.html
part0000_split_056.html
part0000_split_057.html
part0000_split_058.html
part0000_split_059.html
part0000_split_060.html
part0000_split_061.html
part0000_split_062.html
part0000_split_063.html
part0000_split_064.html
part0000_split_065.html
part0000_split_066.html
part0000_split_067.html
part0000_split_068.html
part0000_split_069.html
part0000_split_070.html
part0000_split_071.html
part0000_split_072.html
part0000_split_073.html
part0000_split_074.html
part0000_split_075.html
part0000_split_076.html
part0000_split_077.html
part0000_split_078.html
part0000_split_079.html
part0000_split_080.html
part0000_split_081.html
part0000_split_082.html
part0000_split_083.html
part0000_split_084.html
part0000_split_085.html
part0000_split_086.html
part0000_split_087.html
part0000_split_088.html
part0000_split_089.html
part0000_split_090.html
part0000_split_091.html
part0000_split_092.html
part0000_split_093.html
part0000_split_094.html
part0000_split_095.html
part0000_split_096.html
part0000_split_097.html
part0000_split_098.html
part0000_split_099.html
part0000_split_100.html
part0000_split_101.html
part0000_split_102.html
part0000_split_103.html
part0000_split_104.html
part0000_split_105.html