NO PERDERSE EL GRAN ACONTECIMIENTO
TENÍA que suceder. Él sabía que sucedería. Tendría conocimiento secreto de cuándo sería y estaría allí temprano para recibirlo. Las puertas de la ciudad estaban cerradas. Una nube se bajó a la plaza central y desapareció por un callejón sin nombre. Una mujer grande, con lentejuelas en el pelo, lo estudió de lejos. Una lluvia fría cayó sobre todas las casas menos la suya. Cesó de repente y él salió a la luz amarilla. Tal vez haya llegado, pensó, tal vez sea esto, tal vez esto sea todo.