Sábado, 28 de agosto de 2004
Entierro del cardenal don Marcelo
Entierro de don Marcelo en la catedral primada. Velo su cadáver un buen rato. Al acabar la misa que han celebrado unos quinientos sacerdotes y muchos obispos, nos dirigimos hacia la capilla de Gil de Albornoz, donde don Marcelo quiso ser enterrado. Tomo tierra con la mano y, tras besarla, la arrojo sobre el ataúd. Guardaré de él un recuerdo afectuoso que me acompañará siempre: era bravo y sincero. Recuerdo que el día 3 de noviembre de 1999 recibí una carta del arzobispo de Toledo, Francisco Álvarez, que por su contenido me causó menos indignación que desprecio. Ese mismo día se la llevé a don Marcelo y, tras leerla, me dijo: «Este Álvarez es un imbécil acomplejado; le llaman monseñor Cositas porque se ha dedicado a ir con chismes al nuncio Tagliaferri contando lo que tal obispo había dicho o lo que tal cardenal había criticado. Tagliaferri, en comandita con el cardenal Somalo, creyó tener en él a un eminente confidente y por eso lo trajo a Toledo como arzobispo. Tagliaferri lo único que hizo bueno fue llevar al obispo Blázquez a Bilbao».
El jueves pasado se averió el avión que debía recoger al Rey para llevarle a Atenas, y me llama enfadado: «En Duala, volviendo de Camerún, tuvimos un problema con el avión, y es el mismo problema y el mismo avión que ahora me has mandado a Mallorca. Esto no pasa en ningún país del mundo; no seas testarudo y compra el Global Express, que tiene autonomía para ir a cualquier sitio y es más seguro que los que tenemos. Si no quieres comprarlo, haz un leasing». Aguanto el chaparrón, pero el Rey no debe decidir qué tipo de avión se compra, y así se lo hago saber: «Le escucho con atención, Señor, pero le ruego que no se meta en asuntos de compras de aviones porque estoy seguro de que le perjudicaría». Hablo con el jefe del Estado Mayor del Aire para que manden otro avión al Rey y le advierto: «Sin autorización del secretario de Estado no se puede comprometer la compra de avión alguno. Si crees que hay que comprar aviones, formula la propuesta por el conducto adecuado». Algo voy conociendo de ese mundo y no quiero problemas para el Rey: seguiremos con los Falcon hasta que el Estado Mayor del Aire aconseje lo contrario.