La Oposición italiana y la revolución española[216]
9 de junio de 1931
Saludo con entusiasmo la idea de que la Nueva Oposición Italiana publique este trabajo en lengua italiana. El año pasado planteé en mis cartas a los camaradas de la Nueva Oposición la hipótesis de que en el proceso de liquidación del régimen fascista las consignas democráticas podrían llegar a tener cierta importancia en Italia. Hoy, a la luz de los acontecimientos españoles, formulo la misma idea en forma mucho más categórica. La experiencia española no permite dudar de que la revolución italiana vivirá un «prólogo» democrático más o menos prolongado antes de entrar a la fase decisiva de los combates inmediatos del proletariado por el poder. Por cierto, en esa etapa preliminar la vanguardia proletaria no podrá ignorar los problemas de la democracia. A la luz de los acontecimientos españoles, la posición del grupo Prometeo, que rechaza por principio las consignas democráticas, parece teóricamente incoherente y políticamente desastrosa. ¡Ay de aquellos que no aprenden de los grandes hechos históricos!
El objetivo central de este trabajo pretende aclarar a través de las experiencias recientes la posición marxista sobre las consignas democráticas. Al mismo tiempo es una crítica al mito de la revolución «popular» neutral, por encima de las clases, y de la anticlasista e impotente «dictadura democrática». Hoy la dirección de la Comintern trata de erigir en España un templo a este ídolo, al que se le sacrificaron tantas vidas proletarias en China. Tenemos que estar bien armados para enfrentar esta tentativa de la burocracia centrista; el problema se plantea de nuevo en relación con la suerte de la revolución española.
Me parece que los camaradas italianos deben seguir con más atención que nadie el desarrollo del proceso en la Península Ibérica, porque los mismos problemas, bajo otras formas y con una relación de fuerzas diferente, se le plantearán tarde o temprano —ojalá que sea pronto— al proletariado de Italia.