Este libro recoge veintitrés leyendas de la tradición oral de once países hispanoamericanos, que reflejan las costumbres y las creencias de los pueblos del continente antes y después de la conquista española. Juvenil a partir de 9 años.
Hay novelas que parecen leyendas, y la historia de las dos ancianas que vivieron en las heladas tierras de Alaska tiene el sabor de esas antiguas enseñanzas que los hijos reciben de boca de sus padres en las largas noches de invierno…Érase una vez dos ancianas que fueron abandonadas y condenadas a morir de frío e inanición. Tras el desconcierto inicial, el espíritu de supervivencia se impuso y, olvidados sus achaques, las dos decidieron luchar para vencer la muerte. Así descubrieron cualidades que les permitieron salvar la vida y saberse mejores frente a sí mismas y frente a los demás.Con palabras sencillas, Velma Wallis nos entrega una fábula que viene del frío pero conserva la calidez de un mensaje espiritual que busca y encuentra amor en los gestos más humildes y en las voces más sinceras.
Había una vez un hombre y una mujer nacidos en las frías tierras de Alaska, que se atrevieron a desafiar las leyes de la tribu y dejaron a su gente para ir a conocer ese mundo que estaba más allá de la nieve y el hielo.Daagoo partió en busca del sol, Niña Pájaro huyó escapando de una boda no deseada y ambos pagaron un alto precio por su curiosidad y atrevimiento. El exilio les trajo el dolor de saberse lejos y las ganas de volver, pero les regaló un sinfín de experiencias que los harían más sabios y enteros ante las penalidades de la vida. Cuando por fin volvieron a su pueblo habían aprendido el valor de la tradición y los placeres de la aventura. Velma Wallis -la celebrada autora de Las dos ancianas- nos narra esta leyenda que tantas veces oyó de boca de su madre con la sencillez y el gusto con que se cuentan las cosas que de verdad importan.
Amir, el hijo y heredero del emir de Granada, está encantado con la belleza y el carácter de la joven Beatriz. Pero entonces se pierde todo rastro de ella: ha sido secuestrada durante un viaje a caballo. Él buscará desesperadamente a quien es el amor de su vida.
Movida por la inquietud de explorar el análisis de la conciencia en busca de una realidad más auténtica y esencial, Virginia Woolf encontró en la amalgama de sentimientos, pensamientos y emociones que es la subjetividad el material idóneo para alumbrar una de las obras que sin duda más han contribuido a forjar la sensibilidad contemporánea. Basada en los recuerdos infantiles de los veranos que la autora pasó en la costa de Cornualles y centrada en la figura de una mujer, la señora Ramsay, Al faro (1927) gira en torno al tema de la inexorabilidad del paso del tiempo y a la contraposición entre el orden y el caos.
En Cuentos completos se reúnen relatos y cuentos escritos por Virginia Woolf. Autora también de novelas y con una vasta producción ensayística, la literatura de Virginia Woolf puede observarse pulida y prolija a través de sus cuentos y relatos breves, como en La sociedad: «Así comenzó todo. Éramos un grupo de seis o siete reunidas después del té. Algunas miraban hacia la sombrerera de enfrente, donde las plumas rojas y las pantuflas doradas seguían iluminadas en la vidriera; otras dejaban pasar el tiempo construyendo pequeñas torres de azúcar en el borde de la bandeja del té. Pasado un momento, según lo recuerdo, nos ubicamos alrededor del fuego y comenzamos, como de costumbre, a elogiar a los hombres. Qué fuertes, qué nobles, qué inteligentes, qué valientes, qué bellos eran; y cómo envidiábamos a aquellas que, por las buenas o por las malas, lograban unirse a uno de por vida. Hasta que Poll, que había permanecido en silencio hasta el momento, rompió a llorar. Poll, debo admitirlo, siempre ha sido algo extraña. Para empezar, su padre era un hombre extraño. Le dejó una fortuna en su testamento, pero con la condición de que leyera todos los libros de la biblioteca de Londres. Intentábamos consolarla lo mejor que podíamos, pero en el fondo sabíamos que era inútil». Además de Cuentos completos, otras obras de Virginia Woolf traducidas al castellano son La muerte de la polilla y otros ensayos, Leer o no leer y otros escritos; yOrlando.
Virginia Woolf fue una lectora y una ensayista muy aguda y penetrante, como lo demuestran sus ensayos sobre literatura de todos los tiempos: Defoe, Austen, Elliot, Conrad, Donne…, en definitiva, la tradición literaria en la que quiso verse y a la que quiso contestar. Estos textos son el complemento ideal a su narrativa.
El viejo Bloomsbury y otros ensayos
Contiene los siguientes ensayos: La muerte de la polilla, El viejo Bloomsbury, Habitación propia, La vida y el novelista, La narrativa moderna, El punto de vista ruso, Defoe, Jane Eyre y Cumbres borrascosas, Los cuentos de fantasmas de Henry James, Joseph Conrad, Las novelas de E. M. Forster, Un ensayo de crítica.
"Fin de viaje" (título original en inglés "The Voyage Out") es la primera novela publicada por Virginia Woolf en 1915 por la editorial de su medio hermano, Gerald Duckworth and Company Ltd; publicado en Estados Unidos en 1920 por Doran. Es una de las más ingeniosas sátiras sociales de Woolf.
En "Fin de viaje", una de las novelas más inteligentes y socialmente satíricas, Rachel Vinrace se embarca para Sudamérica en el barco de su padre, y es lanzada en un viaje de autodescubrimiento en una versión moderna de un viaje mítico. Introduce a Clarissa Dalloway, el personaje central de la novela de Woolf, "La señora Dalloway". El conjunto desigual de pasajeros le da a Woolf la oportunidad de satirizar la vida contemporánea Eduardiana.
Esta novela se tituló originariamente "Melymbrosia", pero Woolf cambió repetidamente el borrador. Una versión anterior de "Fin de viaje" ha sido reconstruida por el erudito experto en Woolf Louise DeSalvo y está ahora disponible al público bajo el título pretendido. DeSalvo argumenta que muchos de los cambios que hizo Woolf en el texto fueron respuestas a cambios en su propia vida.
Tanto en "Fin de viaje" como en "Noche y día" se pone ya de manifiesto la intención de la escritora de romper los moldes narrativos heredados de la novelística inglesa anterior, en especial la subordinación de personajes y acciones al argumento general de la novela, así como las descripciones de ambientes y personajes tradicionales; sin embargo, estos primeros títulos apenas merecieron consideración por parte de la crítica.
Flush es un cocker spaniel de orejas largas, cola ancha y unos «ojos atónitos color avellana». A los pocos meses de su nacimiento es regalado a la famosa poetisa Elizabeth Barrett, convirtiéndose en su compañero inseparable y, posteriormente, en el cómplice de sus amoríos con el poeta Robert Browning.Virginia Woolf relató la historia del perro de Elizabeth Barrett con rigor biográfico, consiguiendo una de las obras más deliciosas de la literatura contemporánea
La casa encantada y otros cuentos
Contiene los siguientes cuentos: La casa encantada, Lunes o martes, Una novela no escrita, El cuarteto de cuerda, Kew Gardens, La mancha en la pared, La señora en el espejo, Un reflejo, La duquesa y el joyero, Momentos de vida, Los alfileres de slater, No tienen punta, El hombre que amaba al prójimo, El foco, El legado, Juntos y separados y Un resumen.
En esta novela, la escritora nos transmite una percepción agudísima del mundo que la rodea. Londres, sus calles y parques y los personajes que los pueblan, de los que no nos limitamos a conocer rasgos externos sino los más profundos sentimientos e ideas. Una espléndida radiografía de la psique humana y un espléndido fresco de la sociedad inglesa de finales del siglo XIX y principios del XX. El personaje femenino, la señora Dalloway, nos acerca a la melancolía de una mujer madura, perfectamente encajada en su ambiente, que se sorprende un día reflexionando sobre el eterno problema de la elección ¿acertada o desacertada?, que la llevó a compartir su vida con el señor Dalloway, un hombre seguro, aburrido, muy bien situado en el mundo social y político. La causa del desconcierto de la señora Dalloway es Peter Walsh, que aparece en su salón y en su fiesta, de regreso de la India
Las olas es la séptima novela de Virginia Woolf, publicada el 8 de octubre de 1931. Es la novela más experimental de Woolf. Está formada por soliloquios de los seis personajes del libro: Bernard, Susan, Rhoda, Neville, Jinny y Louis. También es importante Percival, el séptimo personaje, aunque los lectores nunca le oyen hablar por sí mismo. Los monólogos que abarcan las vidas de los personajes están interrumpidos por nueve breves interludios en tercera persona detallando una escena costera en varias etapas en un día desde el amanecer hasta la puesta de sol.En Las olas, Woolf presenta un grupo de seis amigos cuyas reflexiones, que están más cercanas a los recitativos que a los monólogos interiores propiamente dichos, crean una atmósfera como de olas que es más cercano a un poema en prosa que a una novela con una trama central. El «flujo de conciencia» de estos personajes, es decir, la corriente preconsciente de ideas tal como aparece en la mente, se diferencia del lógico y bien trabado monólogo tradicional.Conforme van hablando los seis personajes o «voces» alternativamente, Woolf explora conceptos de individualidad, el yo y la comunidad. Cada personaje es distinto, pero juntos componen una imagen sobre una conciencia central silenciosa. Bernard es un narrador, buscando siempre una frase elusiva y apta (algunos críticos ven al amigo de Woolf, E. M. Forster como una inspiración); Louis es un extraño, que busca la aceptación y el éxito (algunos críticos ven aspectos de T. S. Eliot, a quien Woolf conoció bien, en Louis); Neville (que pudo basarse en parte en otro conocido de Woolf, Lytton Strachey) desea el amor, buscando a una serie de hombres, cada uno de los cuales se convierte en el objeto actual de su amor trascendente; Jinny es una personalidad social, cuyo Weltanschauung se corresponde con su belleza física y corpórea; Susan huye de la ciudad, prefiriendo el campo, donde se enfrenta a las emociones y las dudas de la maternidad; y Rhoda está abrumada por la ansiedad y sus inseguridades, siempre rechazando el compromiso humano, buscando siempre la soledad (como tal, Rhoda recuerda el poema de Shelley «The Question»; parafraseado: Reuniré mis flores y las regalaré ¡Oh! ¿A quién?). Percival (basado en parte en el hermano de Woolf, Thoby Stephen) es el héroe semejante a un dios pero con fallos morales, héroe de los otros seis, quien muere a mediados de la novela en una búsqueda imperialista de la India colonial dominada por los británicos. Aunque Percival nunca habla a través de un monólogo propio en Las olas, los lectores acaban sabiendo muchos detalles de él por los otros seis personajes que lo describen repetidamente y reflexionan sobre él a lo largo del libro.
Pocas escritoras están tan asociadas a Londres como Virginia Woolf, que supo convertir la ciudad del Támesis en uno más de sus personajes. En este libro se reúnen seis piezas que la autora de La Sra. Dalloway escribió en 1931 para la revista Good Housekeeping sobre distintos aspectos de la vida, la arquitectura, las gentes y la historia de Londres. El primer artículo, titulado «Retrato de una londinense», se creía perdido hasta hace poco tiempo. Finalmente se encontró en una biblioteca y ahora la serie se publica completa por primera vez. En esta pequeña joya, Virginia Woolf traza, como si del cuaderno de apuntes de un pintor se tratara, el retrato de su Londres: la bruma de los muelles, la marea humana que fluye por Oxford Street, las casas de grandes escritores, los pináculos góticos de abadías y catedrales o el esplendor de la Cámara de los Comunes. Iluminados con fotografías de la época, estos textos se convierten en deliciosos paseos por una de las grandes capitales de la literatura occidental. La opinión del editor: A veces, bastan pocas líneas para descubrir un mundo. Este es el caso de Londres, un homenaje de Virginia Woolf a la ciudad que más amaba y una oportunidad para Lumen de volver a ofrecer un título de la gran autora a nuestro público.
Publicada en 1937, Los años fue la novela más popular de Virginia Woolf durante su vida, quizá debido a su factura clásica, decididamente más convencional que su obra anterior.Los Pargiter, una típica familia burguesa, recorren en estas páginas un periodo de tiempo comprendido entre los últimos estertores de la era victoriana y los primeros años treinta. Y en el seno de su hogar se dramatizan las tensiones históricas, sociales e ideológicas de esa época de transición y niebla, cuando un mundo y una idea de la civilización se desmoronaban para dar paso a un tiempo nuevo y lleno de incertidumbre. La guerra, la estructura patriarcal, el capitalismo, el Imperio o el auge del fascismo son algunas de las sombras que se proyectan en las paredes de la casa de esta familia inglesa, emparentada, podría decirse, con los Bunddenbrook, la familia alemana creada por Thomas Mann en su novela homónima.
Publicada en 1929, Un cuarto propio (título que proviene de la terminante opinión que expresa la autora al principio del volumen: «para escribir novelas, una mujer debe tener dinero y un cuarto propio») trata, básicamente, de la relación entre la condición femenina y la literatura, desde el punto de vista de una de las mejores y más singulares escritoras del siglo XX, Virginia Woolf (1882-1941), que volcó en cada una de sus páginas su inconfundible sensibilidad, el acervo de sus vivencias y su particular subjetividad. Obra en la que según Jorge Luis Borges, autor de la traducción, «alternan ensueño y realidad y encuentran su equilibrio», Un cuarto propio es una lectura inolvidable para todo aquel sea hombre o mujer interesado por los siempre sutiles vínculos entre vida y creación artística.
En 1928 a Virginia Woolf le propusieron dar una serie de charlas sobre el tema de la mujer y la novela. Lejos de cualquier dogmatismo o presunción, planteó la cuestión desde un punto de vista realista, valiente y muy particular. Una pregunta: ¿qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas? Una sola respuesta: independencia económica y personal, es decir, «Una habitación propia». Sólo hacía nueve años que se le había concedido el voto a la mujer y aún quedaba mucho camino por recorrer. Son muchos los repliegues psicológicos y sociales implicados en este ensayo de tan inteligente exposición; fascinantes los matices históricos que hacen que el tema de la condición femenina y la enajenación de la mujer en la sociedad no haya perdido ni un ápice de actualidad. Partiendo de un tratamiento directo y empleando un lenguaje afilado, irónico e incisivo, Virginia Woolf narra una parábola cautivadora para ilustrar sus opiniones. Un relato de lectura apasionante, la contribución de una exquisita narradora al siempre polémico asunto del feminismo desde una perspectiva inevitablemente literaria.
Lord Slane, baluarte del Imperio y gran estadista, ha muerto. Le sobreviven su viuda y seis hijos dispuestos a ocuparse de ella. Pero Lady Slane tiene otros planes: la sumisa esposa y complaciente madre quiere, al fin, vivir su propia vida. En una pequeña casa en Hampstead, decide cambiar el curso de su historia personal, recuperar sus sueños y descubrir la pasión que empeñó por las estrechas convenciones de un matrimonio Victoriano.
En Canto a mí mismo, un hombre pone su destino en la mesa, y su destino, llega a confundirse tanto que éste siempre es aquél, y ambos somos nosotros mismos, porque, a la larga, lo que constituye este poemario es una declaración de todo lo que vive.Considerado de forma unánime el máximo poeta de Estados Unidos, Walt Whitman es el supremo cantor del Yo y de la naturaleza, del cuerpo y del alma, de la igualdad del hombre y la mujer, de las delicias del sexo, de la fraternidad y la democracia. Profundamente renovadora en cuanto a forma y contenido, su obra suscitó una oleada de entusiasmo y controversias.
Hojas de hierba & Selección de prosas
Hojas de hierba es la gran epopeya americana y una de las grandes epopeyas de la literatura universal: con una voz tan vigorosa como sutil, canta el nacimiento de los Estados Unidos y su desarrollo como nación. Sus poemas recogen la bullente diversidad del país, sus heterogéneos pobladores y sus paisajes inabarcables, y su carácter indómito, irreverente, exento de artificios. Es una épica democrática, que arrumba los viejos principios de las sociedades europeas y las igualmente viejas estéticas que los ensalzaban, y proclama las esperanzas y necesidades del Nuevo Mundo, donde ricos y pobres, hombres y mujeres, blancos y negros, están llamados a ser libres e iguales, y los afectos imperan sobre los intereses. Pero Hojas de hierba es también el retrato de una persona, Walt Whitman, que vierte sus pasiones singulares y sus anhelos más íntimos en sus páginas: «Esto no es un libro: / quien lo toca, toca a un hombre», escribe en un poema tardío. El amor por la naturaleza, la fuerza de su erotismo, la turbulencia de la vida en Nueva York y el abrumador ímpetu musical de su voz encuentran un eco dilatado en los poemas del libro. Para Harold Bloom, Whitman constituye el centro del canon norteamericano, porque toda «voz que en nuestra literatura contemporánea se alza en soledad, herida o estoica, tiende a asumir tonalidades whitmanianas».