Tres breves palabras en latín bastan para convertir a un hombre corriente en un canceroso condenado a muerte que ya entrevé los efectos de su degradación. Como un Ulises que sueña con Ítaca, el supuesto enfermo resuelve volver al sol de su Montenegro natal, «a aquella cumbre blanca de Prekornika», donde tiene una cita con la muerte. Relato fulgurante y visionario del escritor serbio Branimir Šcepanovic, La boca llena de tierra cuenta la huida de ese hombre, súbitamente enfrascado en una demencial persecución por parte de unos perfectos extraños, empeñados, por motivos que ni ellos pueden precisar, en quitarle lo único que le queda: el derecho de morir por mano propia. Y esta angustiosa carrera, simbólica y metafísica, refleja la visión de las relaciones entre el individuo y la colectividad, entre verdugos y víctimas.<

Narciso Ibáñez Serrador presenta a: George Summer Albee, Poul Anderson, J. F. Bone, Ray Bradbury, Fredric Brown, Algis Budrys, Bertram Chandler, Arthur C. Clarke, G. C. Edmondson, Richard Gehman, Wyman Guin, Zenna Henderson, Damon Knight, J. T. McIntosh, Lion Miller, William Morrison, Alan Nelson, William T. Powers, Robert Scheckley, Cordwainer Smith, William W. Stuart, Theodore Sturgeon, John Wyndham, Robert F. Young, en una selección de Groff Conklin.<

Gilead se puso en pie, vacilante. La deslucida espada cayó de su mano y repicó sobre el suelo.

—¿Te atreves a hablarme de eso? —siseó—. ¡Galeth era mi hermano, mi gemelo! ¡Éramos un alma en dos cuerpos! ¿Lo recuerdas?

—Lo recuerdo, señor —respondió Fithvael, al mismo tiempo que inclinaba la cabeza—. Eso decían de ambos…

—¡Y cuando murió, yo quedé partido en dos! ¡La muerte entró en mi alma! ¡Diez años! ¡Durante diez años perseguí al asesino! ¡Busqué venganza! ¡Y cuando la obtuve, ni siquiera ese placer mitigó el dolor de mi corazón!

La venganza de Gilead narra la saga de Gilead Lothain, el alto elfo. Junto con su fiel sirviente Fithvael, Gilead, guerrero veloz como la sombra y último de la estirpe de Tor Anrok, viaja por el mundo de Warhammer en busca de venganza contra los siervos del Mal.

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Sin duda uno de las autoras jóvenes más importantes que han surgido en la literatura anglosajona de los últimos años, la británica Zadie Smith asombró a la crítica y al público lector cuando, con apenas veintidós años, reveló en esta excepcional primera novela una inaudita capacidad para registrar las grandezas y miserias humanas con un ojo observador y distante, pleno de humor y sabia ironía. Galardonada con los premios Whitbread y Guardian, además de quedar finalista en todos los demás concursos literarios importantes de Gran Bretaña, Dientes blancos ha sido portada del New York Times y Le Monde y, por si fuera poco, ha ocupado los primeros puestos en las listas de libros más vendidos en ambas orillas del Atlántico.Situado en un barrio londinense de inmigrantes, el inmenso fresco humano que dibuja la autora tiene como epicentro las familias de Archie Jones y Samad Iqbal, dos excombatientes de la Segunda Guerra Mundial que vuelven a encontrarse después de treinta años sin verse. Archie está casado con una jamaicana exuberante que ha perdido los dientes frontales, y Samad con Alsana, bengalí como él, y con las ideas muy claras. Uno trabaja en un taller de manipulados de papel y el otro se gana el sustento de camarero en un restaurante, pero su mayor problema no ha sido la guerra, ni la falta de dinero, ni el hecho de estar casados con mujeres jóvenes de carácter endemoniado. No, la prueba más dura que les ha deparado la vida es la relación con sus hijos. Éstos, que deberían llevar a cabo los proyectos fracasados de sus padres, se rebelan. Se rebelan contra el racismo británico, contra su propia clase social, incluso contra sus orígenes, su historia y su barrio. Así, cada uno a su manera, son la prueba viviente de lo difícil que resulta escapar del propio destino.Con una acertada mezcla de sátira extravagante y humor corrosivo, y una profusión de personajes y situaciones que mantienen en vilo al lector, Zadie Smith exhibe una consumada habilidad de novelista, como si tuviera años de experiencia en el oficio. La extraordinaria energía que desprende la narración hace que la lectura de Dientes blancosperdure en la memoria de quienes entienden que una novela puede ser tan entretenida como fiel testigo de la realidad de su tiempo.<

Gilead se puso en pie, vacilante. La deslucida espada cayó de su mano y repicó sobre el suelo.

—¿Te atreves a hablarme de eso? —siseó—. ¡Galeth era mi hermano, mi gemelo! ¡Éramos un alma en dos cuerpos! ¿Lo recuerdas?

—Lo recuerdo, señor —respondió Fithvael, al mismo tiempo que inclinaba la cabeza—. Eso decían de ambos…

—¡Y cuando murió, yo quedé partido en dos! ¡La muerte entró en mi alma! ¡Diez años! ¡Durante diez años perseguí al asesino! ¡Busqué venganza! ¡Y cuando la obtuve, ni siquiera ese placer mitigó el dolor de mi corazón!

La venganza de Gilead narra la saga de Gilead Lothain, el alto elfo. Junto con su fiel sirviente Fithvael, Gilead, guerrero veloz como la sombra y último de la estirpe de Tor Anrok, viaja por el mundo de Warhammer en busca de venganza contra los siervos del Mal.

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En el salvaje mundo de Warhammer, oscuros poderes se concentran en torno a la antigua ciudad de iddenheim, la ciudad del Lobo Blanco, situada en lo alto de la montaña. Sólo los nobles Caballeros Templarios de Ulric y uno pocos extraños aliados suyos se alzan para defenderla contra los insidiosos servidores de la muerte.<

En el salvaje mundo de Warhammer, oscuros poderes se concentran en torno a la antigua ciudad de iddenheim, la ciudad del Lobo Blanco, situada en lo alto de la montaña. Sólo los nobles Caballeros Templarios de Ulric y uno pocos extraños aliados suyos se alzan para defenderla contra los insidiosos servidores de la muerte.<

Dueña de una brillante combinación de sentido del humor, inteligencia y empatía, y de una especial sensibilidad para captar las facetas más peculiares de la naturaleza humana, Zadie vuelca como nadie la diversidad de voces, rostros y emociones de los habitantes del noroeste de Londres, barrio donde se crió y uno de los enclaves urbanos con mayor índice de multiculturalidad no sólo de Inglaterra, sino del mundo.Los protagonistas de la historia, Leah, Natalie, Felix y Nathan, crecieron entre edificios de protección oficial y, ahora en la treintena, la ambición y el azar los han llevado a alcanzar posiciones sociales muy distintas. Los encuentros y desencuentros entre ellos ponen de manifiesto sus diferencias raciales, la validez del ascenso social, su actitud ante cuestiones de fondo como la maternidad, la amistad, la lealtad.Al tiempo que va desvelando los secretos de sus personajes, Zadie Smith ofrece al lector un recorrido por una zona de Londres tan cautivadora como violenta, donde las animosas avenidas enmarcan lóbregas callejas y errar el camino puede conducir a un callejón sin salida. Así pues, el incesante flujo de personas de todo tipo y color, individuos obligados a reinventarse día a día, año tras año, conforman un auténtico laboratorio de prueba de la sociedad mixta y universal que el futuro nos depara.Finalista del Premio Orange y del National Book Critics Circle Award.<

La publicación de Dientes blancos el año 2000 supuso uno de los debuts literarios más sonados de los últimos tiempos. Con apenas veinticinco años, la escritora inglesa Zadie Smith asombró a la crítica y al público con una novela exuberante, intensa y envolvente. Sobre la belleza, ganadora del premio Orange 2006, finalista del Booker 2005 y durante varios meses uno de los libros más vendidos de Gran Bretaña, corrobora sin duda que estamos ante una de las voces más destacadas de la narrativa contemporánea en lengua inglesa. Con una mirada lúcida e irónica sobre el mundo en que vivimos y un talento fuera de serie para dar vida a personajes de carne y hueso, la autora ha recreado, en clave del siglo XXI, la incisiva mirada de E.M. Forster en Regreso a Howards End, una de sus novelas favoritas. Profesor universitario en una pequeña y próspera ciudad de Nueva Inglaterra, el británico Howard Belsey está pasando, a sus cincuenta y siete años, por uno de sus momentos vitales más bajos: su futuro académico parece definitivamente estancado y, en su casa, las cosas van de mal en peor. Tras treinta años de convivencia con Kiki, una hermosa activista afroamericana que ahora pesa ciento veinte kilos, un desliz amoroso amenaza con hundir su matrimonio. En cuanto a sus tres hijos, se encuentran absortos en sus propias vidas: el enamoradizo y sesudo Jerome, de veinte años, se ha convertido al cristianismo; la ingenua y ambiciosa Zora, de diecinueve, sigue los dictados de su precoz inteligencia, y el quinceañero Levi es un abanderado de la negritud. Y como si el panorama no fuera lo bastante complejo, el odiado Monty Kipps, especialista en Rembrandt como él y su adversario intelectual más acérrimo, ha sido invitado a formar parte del cuerpo académico de la universidad.<

Fantasmagoria recorre tu nuca erizándote el vello, es un aliento, el murmullo gélido de los que ya no están pero se resisten a marcharse, a respetar la existencia de aquellos que continuamos con nuestra vida: porque vida es lo que les falta y lo que anhelan. ¿Lo sientes? No te vuelvas y tal vez pase de largo. Sólo tal vez. Una colección de quince relatos, recopilados por el escritor Darío Vilas, en los que se aporta una visión muy personal sobre la figura del fantasma, lo que representa para cada uno de los autores que han participado, y su particular forma de proyectarlo. Cuentos impregnados de terror, tensión y juegos metaliterarios que convierten esta obra en un ejercicio de estilo sin igual, muestra del buen estado de forma de los autores del fantástico nacional.<

Fantasmagoria recorre tu nuca erizándote el vello, es un aliento, el murmullo gélido de los que ya no están pero se resisten a marcharse, a respetar la existencia de aquellos que continuamos con nuestra vida: porque vida es lo que les falta y lo que anhelan. ¿Lo sientes? No te vuelvas y tal vez pase de largo. Sólo tal vez. Una colección de quince relatos, recopilados por el escritor Darío Vilas, en los que se aporta una visión muy personal sobre la figura del fantasma, lo que representa para cada uno de los autores que han participado, y su particular forma de proyectarlo. Cuentos impregnados de terror, tensión y juegos metaliterarios que convierten esta obra en un ejercicio de estilo sin igual, muestra del buen estado de forma de los autores del fantástico nacional.<

Durdane es una tierra en relativa paz, repleta de diversas sociedades, todas entrelazadas por el inamovible (y frecuentemente explosivo) anillo alrededor del cuello de cada persona, colocado al final de su infancia. Así se mantiene la Ley y el Orden - nadie sabe quien es el Hombre sin Rostro, y todos temen hacer algo incorrecto o decir algo fuer de lugar.. ya que sus cabezas podrían separarse de sus hombros! <HR> Cambios en C.1 (por franzrogar):- Versión de «Obra 'casi' completa», es decir, la obra está maquetada y corregidas las notas a pie de página, donde se aplique.<

¿Será algo más que un juego de palabras el afirmar que somos tan terrestres como divinos?En este sexto título de la serie CRÓNICAS DE LA TIERRA, Zecharia Sitchin aplica los últimos avances en genética a unas escrituras milenarias para demostrar que la humanidad, partiendo de su evolución en la Tierra es, al mismo tiempo, Hija de las Estrellas, producto y sujeto de un Código Cósmico vital.En este libro, Sitchin ofrece una revolucionaria teoría según la cual existe un código alfabético biológico-numérico utilizado por los Anunnaki con individuos seleccionados como Henoc para almacenar datos científicos que debían ser revelados a la humanidad en el momento adecuado.<

Durdane es una tierra en relativa paz, repleta de diversas sociedades, todas entrelazadas por el inamovible (y frecuentemente explosivo) anillo alrededor del cuello de cada persona, colocado al final de su infancia. Así se mantiene la Ley y el Orden - nadie sabe quien es el Hombre sin Rostro, y todos temen hacer algo incorrecto o decir algo fuer de lugar.. ya que sus cabezas podrían separarse de sus hombros! <HR> Cambios en C.1 (por franzrogar):- Versión de «Obra 'casi' completa», es decir, la obra está maquetada y corregidas las notas a pie de página, donde se aplique.<

La tradición feérica medieval recreada por el maestro de la descripción de mundos imaginarios. Primer volumen de la trilogía de Lyonesse. En una época fabulosa olvidada por la Historia, las Islas Elder, situadas en el golfo de Vizcaya frente a las costas de la antigua Galia, aún no habían sido reclamadas por las aguas. En ellas medraban hombres y toda suerte de criaturas mágicas. Casmir, monarca de Lyonesse, conspira contra sus vecinos con la dedicación y entrega propias de la realeza. Hasta que un día, sus meticulosos y bien trazados planes topan con un obstáculo inesperado: la tozudez e ingratitud de su hija, la princesa Suldrun.La trilogía de Lyonesse es una de las cumbres en la extensa producción de Jack Vance, destacado cultivador de la fantasía y la ciencia ficción, géneros en los que ha desarrollado un estilo único, meticuloso en las descripciones, irónico hasta la socarronería y barroco en su presentación de mundos y sociedades tan extrañas como apasionantes.<

A partir de los textos antiguos, la arqueología y la mitología, Zecharia Sitchin entreteje el relato de los orígenes de la humanidad y documenta la intervención extraterrestre en la historia de la Tierra. Centrándose en la antigua Sumeria, el autor nos revela con extraordinaria precisión la historia completa del Sistema Solar según la versión de los visitantes procedentes de otro planeta que gira a corta distancia de la Tierra cada 3600 años.El duodécimo planeta es, sin duda, el libro de referencia obligada sobre los antiguos astronautas ya que en él se nos narra cuándo y cómo llegaron y de qué modo la tecnología y la cultura de estos astronautas influyen en la raza humana desde hace ya cientos de miles de años.Este primer título de la serie, presenta pruebas antiquísimas de la existencia de otro planeta dentro del Sistema Solar. Se trata del planeta natal de los Anunnaki. De hecho, los datos recientes procedentes de naves espaciales no pilotadas, confirman estas pruebas y ello ha impulsado a los astrónomos a buscar activamente lo que viene denominándose como «el Planeta X».<

La tradición feérica medieval recreada por el maestro de la descripción de mundos imaginarios. Primer volumen de la trilogía de Lyonesse. En una época fabulosa olvidada por la Historia, las Islas Elder, situadas en el golfo de Vizcaya frente a las costas de la antigua Galia, aún no habían sido reclamadas por las aguas. En ellas medraban hombres y toda suerte de criaturas mágicas. Casmir, monarca de Lyonesse, conspira contra sus vecinos con la dedicación y entrega propias de la realeza. Hasta que un día, sus meticulosos y bien trazados planes topan con un obstáculo inesperado: la tozudez e ingratitud de su hija, la princesa Suldrun.La trilogía de Lyonesse es una de las cumbres en la extensa producción de Jack Vance, destacado cultivador de la fantasía y la ciencia ficción, géneros en los que ha desarrollado un estilo único, meticuloso en las descripciones, irónico hasta la socarronería y barroco en su presentación de mundos y sociedades tan extrañas como apasionantes.<

Después de tres décadas de gestación, la fantástica conclusión de la serie de CRÓNICAS DE LA TIERRA reúne el pasado y el presente para ofrecer una visión radical del futuro.Hace treinta años, Zecharia Sitchin cuestionó las ideas oficiales sobre el origen de la Tierra y del hombre. En una serie de provocadores libros titulada CRÓNICAS DE LA TIERRA, Sitchin ofreció una nueva teoría, una teoría radical, basada en indiscutibles pruebas documentales, sobre la existencia de unos seres extraterrestres, los anunnaki, que llegaron a la Tierra hace varios milenios para plantar la semilla genética de la humanidad. En su triunfante obra final, Sitchin cierra el círculo y paralelamente explora la insidiosa pregunta que nos viene acosando desde hace milenios, y que desde el profeta Daniel hasta Sir Isaac Newton han intentado responden ¿cuándo llegará el final?En El final de los tiempos, Sitchin resuelve antiguos enigmas, descifra el significado original de los símbolos religiosos, analiza los cálculos científicos realizados, explora las expectativas mesiánicas y tiende un puente que enlaza la historia con las profecías, entre el siglo XXI a. C. y el siglo XXI d. C., para presentar una asombrosa visión de lo que nos espera.<

La era espacial ha cumplido ya treinta años. Los hombres se han trasladado de una estrella a otra en busca de gloria y riqueza; la Vastedad Gaeana comprende un fragmento perceptible de la galaxia. Las rutas comerciales se enhebran y entrecruzan en el espacio como tubos capilares de un tejido dotado de vida; se han colonizado miles de mundos, cada uno de ellos distinto a todos los demás, cada uno de ellos opera su propio cambio específico sobre los hombres que residen en él. Jamás la raza humana ha sido menos homogénea. Al movimiento centrífugo se le puede aplicar cualquier calificativo menos los de regular y uniforme. Los hombres se trasladaron de un punto a otro en oleadas y fluctuaciones, a impulsos de guerras, de fanatismos religiosos, de fuerzas absolutamente esotéricas. El mundo de Koryfon es típico sólo en lo que se refiere a la diversidad de sus habitantes. En el continente, los uldras ocupan la amplia franja que cubre el litoral sur y que se conoce por el nombre de Aluan, mientras que, en el norte, los mensajeros del viento pilotan sus carretas-veleros de tres mástiles por la meseta del Palga. Ambos son pueblos nómadas y emprendedores; difieren en todos los demás aspectos. Al sur, al otro lado del mar Persimmon se encuentra Szintarre, el continente ecuatorial, con su cosmopolita población de outkeros * , que se distinguen de los uldras y mensajeros del viento por varios tipos de magnitud sociológica. Existen también un par de razas casi inteligentes a las que se considera nativas de Koryfon: los erjines y los morfotas. Los mensajeros del viento domestican y luego venden ejemplares de una variedad de erjines particularmente compactos, robustos y dóciles, aunque lo que tal vez hagan sea criar y amaestrar erjines corrientes, a los que dotan de tales características. En ese aspecto, los mensajeros del viento son bastante reservados, ya que el comercio les proporciona ruedas, piezas y aparejos para sus carros de vela. Ciertos uldras de la franja de Aluan capturan y montan erjines salvajes, cuya fiereza dominan mediante frenos de boca eléctricos. Tanto los erjines domésticos como los salvajes poseen capacidad telepática, con la que se comunican unos con otros, así como con cierto número de iniciados mensajeros del viento. Los morfotas, que no tienen ninguna relación con los erjines, son una raza perversa, rencorosa e imprevisible, a la que sólo se aprecia por su extraña belleza. En Olanje, urbe de Szintarre, los outkeros han llegado incluso a crear círculos de contempladores de morfotas, ya que, dadas las macabras costumbres de estos seres, observarlos constituye una diversión de lo más ex- citante. Hace doscientos años, un grupo de filibusteros de planetas cercanos se dejaron caer sobre Uaia, sorprendieron y capturaron a los caciques uldras de un cónclave y les obligaron a ceder por título ciertas regiones tribales: los célebres Tratados de Sumisión. Cada miembro de la empresa, según el tratado, adquiría una vasta extensión, de cincuenta mil a ciento cincuenta mil kilómetros cuadrados. Con el tiempo, esas zonas se convirtieron en los grandes «dominios» de Aluan, donde los «barones terratenientes» y sus sucesores vivieron amplias y dilatadas existencias en mansiones construidas, en cuanto a dimensiones y demás, conforme a las propiedades de quienes las ocupaban. La vida de las tribus signatarias de los Tratados de Sumisión no se vio muy afectada: si acaso, mejoró. Los nuevos diques, estanques y canales proporcionaban recursos hídricos garantizados; las guerras intertribales quedaron proscritas, y los ambulatorios aportaron por lo menos un mínimo de atención médica. Unos cuantos uldras asistían a las escuelas del dominio y se formaban para ejercer de oficinistas, tenderos y empleados de hogar; otros preferían trabajar de peones en los ranchos. Jack Vance es un autor de culto de ciencia ficción. Ahora tienes la oportunidad de sumergirte en su obra, alabada por la crítica.<

La era espacial ha cumplido ya treinta años. Los hombres se han trasladado de una estrella a otra en busca de gloria y riqueza; la Vastedad Gaeana comprende un fragmento perceptible de la galaxia. Las rutas comerciales se enhebran y entrecruzan en el espacio como tubos capilares de un tejido dotado de vida; se han colonizado miles de mundos, cada uno de ellos distinto a todos los demás, cada uno de ellos opera su propio cambio específico sobre los hombres que residen en él. Jamás la raza humana ha sido menos homogénea. Al movimiento centrífugo se le puede aplicar cualquier calificativo menos los de regular y uniforme. Los hombres se trasladaron de un punto a otro en oleadas y fluctuaciones, a impulsos de guerras, de fanatismos religiosos, de fuerzas absolutamente esotéricas. El mundo de Koryfon es típico sólo en lo que se refiere a la diversidad de sus habitantes. En el continente, los uldras ocupan la amplia franja que cubre el litoral sur y que se conoce por el nombre de Aluan, mientras que, en el norte, los mensajeros del viento pilotan sus carretas-veleros de tres mástiles por la meseta del Palga. Ambos son pueblos nómadas y emprendedores; difieren en todos los demás aspectos. Al sur, al otro lado del mar Persimmon se encuentra Szintarre, el continente ecuatorial, con su cosmopolita población de outkeros * , que se distinguen de los uldras y mensajeros del viento por varios tipos de magnitud sociológica. Existen también un par de razas casi inteligentes a las que se considera nativas de Koryfon: los erjines y los morfotas. Los mensajeros del viento domestican y luego venden ejemplares de una variedad de erjines particularmente compactos, robustos y dóciles, aunque lo que tal vez hagan sea criar y amaestrar erjines corrientes, a los que dotan de tales características. En ese aspecto, los mensajeros del viento son bastante reservados, ya que el comercio les proporciona ruedas, piezas y aparejos para sus carros de vela. Ciertos uldras de la franja de Aluan capturan y montan erjines salvajes, cuya fiereza dominan mediante frenos de boca eléctricos. Tanto los erjines domésticos como los salvajes poseen capacidad telepática, con la que se comunican unos con otros, así como con cierto número de iniciados mensajeros del viento. Los morfotas, que no tienen ninguna relación con los erjines, son una raza perversa, rencorosa e imprevisible, a la que sólo se aprecia por su extraña belleza. En Olanje, urbe de Szintarre, los outkeros han llegado incluso a crear círculos de contempladores de morfotas, ya que, dadas las macabras costumbres de estos seres, observarlos constituye una diversión de lo más ex- citante. Hace doscientos años, un grupo de filibusteros de planetas cercanos se dejaron caer sobre Uaia, sorprendieron y capturaron a los caciques uldras de un cónclave y les obligaron a ceder por título ciertas regiones tribales: los célebres Tratados de Sumisión. Cada miembro de la empresa, según el tratado, adquiría una vasta extensión, de cincuenta mil a ciento cincuenta mil kilómetros cuadrados. Con el tiempo, esas zonas se convirtieron en los grandes «dominios» de Aluan, donde los «barones terratenientes» y sus sucesores vivieron amplias y dilatadas existencias en mansiones construidas, en cuanto a dimensiones y demás, conforme a las propiedades de quienes las ocupaban. La vida de las tribus signatarias de los Tratados de Sumisión no se vio muy afectada: si acaso, mejoró. Los nuevos diques, estanques y canales proporcionaban recursos hídricos garantizados; las guerras intertribales quedaron proscritas, y los ambulatorios aportaron por lo menos un mínimo de atención médica. Unos cuantos uldras asistían a las escuelas del dominio y se formaban para ejercer de oficinistas, tenderos y empleados de hogar; otros preferían trabajar de peones en los ranchos. Jack Vance es un autor de culto de ciencia ficción. Ahora tienes la oportunidad de sumergirte en su obra, alabada por la crítica.<

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