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El pueblo de Mae es el último en conectarse a la red. Pero ahora hay algo nuevo, algo que no necesita conexiones ni ordenadores: es Aire.Aire es una nueva tecnología de comunicación que pone los beneficios de Internet al alcance de todos y en todas partes, lo quieran o no. Nada puede pararlo. Mae es analfabeta, pero sabe que Aire lo cambiará todo. ¿La escuchará su gente antes de que sea demasiado tarde?Geoff Ryman ha logrado con Aire la novela más importante del género de 2006. Original y profunda, nos sumerge en un mundo zarandeado por los cambios tecnológicos y sociales donde solo caben dos posibilidades: adaptarse o morir.<
El recién llegado era de su misma altura y peso ysi bien las facciones diferían mucho, pues eran más duras, más angulosas ymenos atrayentes en general, daban la sensación de ser dos hombres bastantesimilares. En los ojos del recién llegado brillaba una luz deira que en vano trataba de contener. Dana, tranquilo, pero atento a cualquier reaccióndel recién llegado, le miró sin expresar en sus pupilas el efecto que leproducía el encuentro. En su rodar por el mundo, había aprendido a ser dueño desus reacciones y no dejar traslucirlas antes de tiempo.<
Cuando Tercera era una niña pequeña, vivía en una pacífica aldea en el armónico País Irredento. Hasta que lo invadieron los vecinos y los tiburones bajaron de los cielos dejando grandes surcos quemados de destrucción. Pronto, con la familia de Tercera muerta y su amada aldea destruida, la muchacha marchó para intentar sobrevivir sola en una sociedad nueva e incomprensible. Nos encontramos ante una fantasía desgarrada e inflexible, no sobre cuentos de hadas, sino sobre una tierra mítica aunque demasiado familiar, cercana a las costas de nuestros corazones y memorias.<
Alan Eider, apenas desembarcó del «Ferry» en el que había atravesado la sucia corriente del Río Verde, en Utah y tomando su caballo de la brida, se internó por la senda que conducía al poblado. Era éste un hacinamiento de casas, muy populoso en ciertas horas del día, pero en aquellos momentos sus calles sucias y polvorientas, aparecían casi desiertas. El viajero se adelantó por la calle más ancha hasta descubrir un largo caserón, en cuya puerta campaba un rótulo que indicaba que aquello era el hotel del poblado y deteniéndose ante la ancha puerta, fue recibido por un mozo que preguntó: —¿Qué hay, amigo, busca hospedaje? —Así parece. —Pues dé la vuelta al edificio y encontrará la cuadra. Deje allí el caballo y vuelva.<
Al funeral de Joachim Saalberg, rico empresario y cabeza de una conocida familia de Hamburgo, acude un gran número de gente para homenajear a su persona y a toda la familia. Sin embargo, pocas horas después, su esposa Helen rompe la imagen de esta familia aparentemente perfecta al revelar un secreto guardado desde hace largos años: Rosa, su hija mayor, es en realidad fruto de una relación extramatrimonial. Se inicia entonces una batalla legal entre los hijos y un emotivo viaje al pasado para Helen, que le permitirá recordar los tristes años de la segunda guerra mundial, cuando conoció a su verdadero amor.<
El prólogo de los sangrientos sucesos que habían de desarrollarse dos años más tarde, a muchas millas de distancia, se inició en San Antonio y tuvo por escenario el As de Piqué, de la tumultuosa ciudad. Era la época inicial en que los hatajos emprendían la ruta de Abilene a millares, y los rebaños empezaban a lanzarse a la pradera, al principio de primavera, para estar afluyendo como un río desbordado, hasta que, ya avanzado el otoño, se secaba la hierba, los fríos y las nieves se enseñoreaban del paisaje y la ruta se hacía prácticamente impracticable para hombres y ganado. Aún las reses no se habían corrido hacia Dodge City y mucho menos, a Wichita. Eso ocurriría bastante después y la ola de invasión quedaría circunscrita al territorio de Texas.<
«Quien sobreviva a este día, y regrese salvo a casa. Se pondrá de puntillas cuando este día sea nombrado…» con estas inmortales palabras de William Shakespeare terminó la arenga el comandante C.K. «Banger» King, de la 3.ª División británica, que iba a desembarcar en la playa Sword durante la primera oleada el 6 de junio de 1944.El día más largo, es el fruto de casi diez años de trabajo y más de mil entrevistas con personajes que vivieron los acontecimientos. Sin duda ofrece la visión más humana de lo que fue el desembarco de Normandía, en la que se reflejan los testimonios de alemanes, franceses, británicos, canadienses y estadounidenses. A través de estos testimonios Ryan consigue sumergirnos en los acontecimientos y nos narra los acontecimientos de aquellos que participaron en la batalla que se libró en las playas de Normandía, desde la perspectiva de quienes se encontraban a ambos lados de la orilla.Es una narración de los hechos hecha por los protagonistas: anónimos y los no tan anónimos de aquellos días, conseguida a través de documentos oficiales y entrevistas, sin aportar un análisis de los hechos, sólo la detallada reconstrucción del Día D, relatándonos minuciosamente los días antes del importante ataque desde todos los participantes. Desde la nerviosa espera alemana, lo que sintieron los franceses durante las primeras horas de la liberación de su país y el valor de las fuerzas atacantes.<
Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.<
La caída de la capital del 3er Reich por el Ejercito Soviético. Fue una de las batallas más difíciles, ya que se tuvo que luchar casa por casa (a pesar de las dimensiones superiores del Ejército Rojo) hasta llegar al Reichstag, y luego a la Cancillería Alemana, donde el loco de Hitler se había suicidado. Los generales al mando fueron entre otros Zhukov y Koniev, Samsonov y Yushchuk, que estaban al mando de un ejército de 2.5 millones de soldados, 6250 tanques, 7500 aviones, 41600 piezas de artillería, 3255 cohetes Katyusha, en contra de una resistencia feroz y fanática de la tropa de la Wermacht, Juventudes Hitlerianas, viejos de la Volkssturm y soldados de otros países aliados del nazismo.<
Lo que un día, hacía pocos años, era un trozo de valle olvidado, cubierto de verde e inútil hierba y huero de toda representación humana, habíase convertido en poco tiempo a causa de un desgraciado, falto de voluntad para sacar provecho a su fortuna y del ingenio maligno y perverso de un hombre sin escrúpulos, en algo que, no tardando mucho, no sólo podía ser un pueblo rico y floreciente, sino un emporio de riqueza agrícola, gracias a la feracidad de la tierra virgen y al esfuerzo de los colonos que vertían su sudor sobre la fructífera tierra. Tratábase de un trozo de valle próximo al curso del South Fork y no lejos del monte Slim Buttes, en Dakota del Sur, trozo de valle que, por su falta de comunicaciones, quizá había sido desdeñado por los pioneros avanzados que cruzaron por aquellos parajes. Tenía a su izquierda la divisoria de Montaña y al Norte, la de la otra Dakota; y en realidad, aunque algo distante de ambas fronteras, no era tan difícil su comunicación.<
Un puente lejano se basa en la batalla de Arnhem, la mayor operación, con tropas aerotransportadas, llevada a cabo durante la última conflagración mundial, el golpe maestro mediante el cual el mariscal de campo Sir Bernard Montgomery, tras haberse impuesto al refractario general Dwight D. Eisenhower se proponía terminar la guerra en 1944, lanzando tras las líneas alemanas las fuerzas aerotransportadas angloamericanas, con el fin de ocupar el crucial puente sobre el Rin, en Arnhem, y poner luego en marcha a un formidable ejército, el cual se uniría a los paracaidistas y penetraría en Alemania.<
Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.<
Campiña escocesa. Edward, harto de los abusos del padre, se fuga de casa. Llega a Hellbridge donde, desde el primer día, una mirada captura su atención y le roba el corazón. Desde aquel momento, sus días serán condicionados por esos ojos “Con una sola mirada me incendió el alma, me devastó por dentro con una pasión y un ardor…” hasta descubrir que pertenecen a la dulce Charlotte, doncella de una condesita malcriada y empleada de una familia aristocrática famosa por sus intrigas y secretos amorosos. Con la complicidad de un libro de estrellas, entre los dos empezará una relación rica de pasión y sentimientos que alguien, sin embargo, pondrá a dura prueba. ¿Quién se ganará el corazón de Charlotte? Una historia de amor apasionante que os enganchará con su magia rosa desde la primera hasta la última página.<
Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.<
Esparta, 481 a.C. El deseo de vengar la muerte de su hermano
lleva a Thyia, joven ciudadana de Esparta, a unirse al ejército como sirviente de Anaxágoras, intrépido guerrero, al que odia con toda su alma, ya que lo cree culpable de esa muerte. Disfrazada de muchacho, se introduce en un universo vedado a las mujeres y, sirviendo a su amo, empieza a conocerlo desde otra perspectiva mucho más favorable. Thyia participa en la batalla de las Termópilas, en la que Anaxágoras resulta apresado y sometido a la esclavitud. Siempre bajo su disfraz, Thya parte en busca de este hombre al que ha aprendido a amar y por el que está dispuesta a correr las más peligrosas aventuras. Esta apasionada pero sólida recreación histórica permite revivir una cultura y un universo poco conocidos, desde los detalles de la vida cotidiana a los usos y costumbres de la peculiar sociedad espartana.<
Sin poder precisar cómo, medio censo de los habitantes que componían el poblado de Waynoka, a dos millas escasas del río Cimarrón, en el norte de Oklahoma, se había reunido como por encanto en la gran plaza del mercado, frente a las oficinas de Lebaron, el sheriff. La voz popular había corrido el rumor de que en plena plaza se iba a ventilar un asunto demasiado espinoso y los vecinos no querían perderse el espectáculo. Formando un ancho círculo frente al bajo edificio habían dejado libre un vano, dentro del cual podían distinguirse un ternero atado a una talanquera y cuatro individuos, que, al parecer, eran los protagonistas del drama. El cuarteto era muy variado; lo componían en primer término, Gary Salk, un muchacho de unos veintitrés años, alto, flexible, guapo, bien vestido, correcto de facciones, tímido de ademanes y, al parecer, demasiado azorado de verse allí rodeado de tanta gente.<
Novela-río centrada en la historia de la pequeña ciudad que en 1664 los colonos holandeses fundaron con el nombre de Nueva Ámsterdam y que cambió de nombre al pasar a dominio inglés. Abarca hasta el 11 de septiembre de 2001, fecha clave en la historia de los Estados Unidos. El argumento se apoya en las sucesivas generaciones de varias familias de colonos de distintos orígenes —holandés, alemán, inglés, irlandés, etc— y procedentes de sectores sociales y económicos también diferentes, cuyos destinos se entrecruzan para formar la trama humana de la ahora emblemática ciudad.El autor se muestra muy hábil en la caracterización de los personajes, cada uno de ellos reflejo de unos rasgos que harán de Nueva York un lugar a donde se llega para ser libre, movidos por deseos de prosperidad, económica o intelectual. La extensión de la novela y el gran número de personajes que incorpora exigen una lectura pausada y prolongada, pero los episodios están bien concebidos y se encadenan entre sí de forma fluida y consecuente.La amplia documentación reunida permite que Rutherfurd, aun dentro del terreno de la ficción, ofrezca una plausible y verosímil versión del proceso histórico que permitió y fomentó la creación de la gran urbe. El estilo, correcto y ameno, y la lograda ambientación logran una fácil y fluida comunicación entre el lector y el texto. «Los 400 años de Historia de la ciudad de Nueva York se conforman de miles de historias, escenarios y personajes extraordinarios. Partiendo de la vida de los indios que habitaban sus tierras vírgenes y los primeros colonos holandeses hasta llegar a la dramática construcción del Empire State Building o la creación del edificio Dakota en el que vivía John Lennon.Durante la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, Nueva York fue territorio británico; tiempo más tarde, los neoyorquinos crearon canales y vías ferroviarias que abrieron las puertas a la America del Oeste.La ciudad ha estado en el centro del huracán en buenos y malos momentos, como lo fueron el crack del 29 o el ataque del 11 de septiembre. Grandes personajes han poblado su historia: Stuyvesant, el holandés que defendió Nuevo Ámsterdam; Washington, cuya presidencia arrancó en Nueva York; Ben Franklin, que abogó por la América británica; Lincoln, que dio uno de sus mejores discursos en la ciudad… Pero, ante todo, para mí, se trata de la historia de gente ordinaria: indios locales, pobladores holandeses, comerciantes ingleses, esclavos africanos, tenderos alemanes, trabajadores irlandeses, judíos e italianos llegados vía Ellis Island, puertorriqueños, guatemaltecos y chinos, gente de bien y gángsters, mujeres de la calle y damas de alta alcurnia. A estos personajes, la mayoría de ellos anónimos, los descubrí cuando me documentaba para el libro. Eran una milésima parte de todos aquellos que llegaron a Nueva York, a América, en busca de la libertad algo que, la mayoría acabó encontrando».Edward Rutherfurd<
Edith Toler penetró en la plaza de la iglesia, graciosamente montada en su braceante jaca pía y se encaminó directamente hacia el hotel del Valle. Cuando cruzaba por el callejón de los Apaches se había quedado un tanto sorprendida al captar el alegre rasgueo de una guitarra —cosa un tanto desusada en aquel trozo del valle de Wasaton en Utah— y mucho más al percibir la voz viril un poco atenorada de alguien que, con despreocupación, desgranaba una tonada en español acompañada por el ritmo de la guitarra. La joven sintió curiosidad por saber quién era el extraño forastero que así llevaba al corazón del Estado las melodías de la frontera mejicana y cuando, al fin, alcanzó la plaza y se dirigió rectamente hacia el hotel, no tardó en descubrir al alegre cantor.<
Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto. Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión. Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.<
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