Ocultar costes
• Vincule los pagos con tasas de interés exóticos, como el Bono Q Flotante de Zambia.
• Ofrezca planes de descuento tan confusos que hasta Nostradamus tenga que levantar las manos al cielo y exclamar: «No puedo. Explíquemelo usted».
• Ofrezca cupones canjeables por premios a través de un proceso exageradamente poco práctico que combina los peores elementos de la búsqueda de gangas inexistentes, la declaración de impuestos y el reciclado.
• Compare su plan de costes más bajos con el plan de costes más altos de la competencia.
• Ofrezca opciones de leasing a personas que no tengan ni idea de matemáticas.
• Introduzca recargos gigantescos para aquellos clientes que no paguen y una vez al año olvide enviarle una factura a cada cliente.
• Ofrezca descuentos importantes por pagos iniciales, seguidos por abusivos aumentos de precios. Dificulte a los clientes el librarse de usted una vez que hayan quedado atrapados en su red.
• Venda el producto sin ninguno de los elementos que puedan hacerlo útil, como por ejemplo computadoras sin teclado y sin memoria RAM.
EL ESCENARIO GANADOR-PERDEDOR DEL MARKETING
En ocasiones, la empresa tiene un mal producto a un precio muy alto. Ahí es cuando entra en juego la verdadera magia del marketing. El objetivo pasa por educar al consumidor para sacarle hasta el último céntimo.
Si experimenta algún problema ético en esta situación, recuerde el lema del profesional del marketing:
«No jodemos al cliente. Lo único que hacemos es sujetarlo mientras el vendedor lo jode».
Menos mal que sus clientes viven sumidos en la ignorancia. La confusión es el mejor aliado con el que puede usted contar. Aproveche la clientela creada por sus competidores y cree productos que sean vagamente similares, pero mucho peores.
Ejemplos
Somy Walkman
Honduh Accord
Porch911
Motos Harry Davidson
Popsi Cola