ATLETISMO PROFESIONAL

EL atletismo profesional en España se encuentra en una situación complicada. La mayoría, o un gran número de atletas del equipo nacional, somos ya gente mayor, y ni se consiguen resultados ni hay suficiente gente joven que venga a dar el relevo. Quizá sea el momento de preguntarse qué está sucediendo con el deporte de alto nivel. Se me ocurren varias razones:

—La sociedad española ha dado un cambio sustancial en los últimos años. Es probable que con este cambio se haya descuidado la cultura del esfuerzo en general, pero no me cabe duda alguna de que en lo referente al deporte, modalidades como el atletismo, que necesita de mucha disciplina, constancia y perseverancia, han perdido popularidad entre los jóvenes.

—Nuestros hábitos, nuestros deseos y anhelos, nuestro estilo de vida, nuestro nivel educativo y cultural han sufrido cambios considerables y estas actitudes también inciden mucho más de lo que creemos en el problema.

—Por otro lado, y a la vez, se está generando en nuestros niños, o al menos en los padres, un deseo de que los hijos sean superestrellas. Parece que solo vale que los jóvenes sean campeones y no fomentamos la práctica deportiva como un instrumento para que maduren de una manera plena. Lo que deberíamos hacer ver a esos niños es la importancia del deporte en nuestra vida, sin pretender que se conviertan en estrellas de ellos.

Sea como fuere, es evidente que el atletismo español profesional no está en su mejor momento, y, sin embargo, hoy se practica más que nunca de forma amateur.