EN LAS MUJERES
LAS mujeres, dada su condición y sus ritmos menstruales, sufren una bajada de sus niveles de hierro en cuerpo que los hombres no padecemos. Generalmente, ellas son conscientes de esto y suelen tomar por vía oral complementos altos en hierro y ácido fólico. Aun así, conviene que vigilen sus niveles de hierro para evitar tener problemas de anemia.
Otro hecho diferencial entre hombres y mujeres es el embarazo. En alguna ocasión alguna mujer me ha preguntado hasta cuándo podía entrenar si se quedaba embarazada. No existe una respuesta exacta ante esta pregunta. Cada metabolismo es diferente, y evidentemente la opinión del ginecólogo debe prevalecer.
En principio, la actividad física no debería ser un factor limitante. Conozco casos de mujeres embarazadas que han seguido entrenando hasta su última semana de gestación porque su cuerpo se lo permitía, pero también sé de otros casos en que han tenido que abandonar el entrenamiento al primer mes de porque no se encontraban bien.
En esto, como en todas las cosas, debe primar el sentido común. No puedes ponerte a hacer deporte estando embarazada cuando no lo has practicado anteriormente. Si has llevado una rutina deportiva antes de quedarte en estado no tendrías por qué tener ningún problema en seguir con ese hábito. Quizá lo que te convenga no sea salir a correr, pero sí hacer un ejercicio físico que sea extensivo, pero que no tenga impacto.
RECUERDA Lo mejor que puedes hacer es comer, hidratarte y dormir bien.
Si tienes algún déficit alimentario, hidratante o de sueño, debes hacerte una analítica.
Intenta adquirir los complementos que te falten preferiblemente en alimentos naturales.
Incluye el huevo en tu dieta.
Bebe más agua que sales.