15 CORRER CONTRA EL CRONO

LO primero que tienes que hacer como aficionado es asumir el rol que te corresponde. Como vengo repitiendo en todos los capítulos anteriores, no puedes ni debes pretender tener objetivos de profesional cuando no lo eres. Un profesional dedica todo su tiempo a entrenar, y sacar de él el máximo rendimiento con la intención de mejorar sus marcas y sus resultados.

Un profesional mantiene unos hábitos de prevención de lesiones, de higiene y de entrenamiento que le son necesarios para recuperar día a día y poder continuar con su preparación. Unos hábitos que para ti, aunque convenientes, son innecesarios.

Necesitas buscar tu propio reto. Tiene que ser un reto factible, un reto que saque lo mejor que llevas dentro. Tú tienes otra profesión. El running es solamente una afición que debes aprender a compaginar con el resto de quehaceres de tu vida. Sabes que tienes que entrenar para conocer tu tope, o para mejorar tu marca, pero jamás deberías estar obsesionado con el crono. Está bien querer bajar registros, pero sin que estos lleguen a condicionar tu objetivo.

CONSEJO Los profesionales luchan contra el crono; los aficionados, contra su propio límite. No te obsesiones.

Como amateur debes ser consciente de que el running es una actividad complementaria en tu vida. Es en tu trabajo donde debes rendir. Tienes que saber encajar tus entrenamientos dentro de tu rutina laboral y familiar.

No pasa nada si, por lo que sea, no puedes entrenar un día. No te obsesiones con tu entrenamiento. Esa es la primera regla que debes seguir. Si lo haces, lo único que vas a conseguir es frustrarte si no alcanzas tu objetivo.

Si basas tu preparación en las sensaciones que vas percibiendo diariamente y no te planteas con anterioridad una marca a batir, experimentarás tu progreso día a día y probablemente estés mucho más preparado para llevar a cabo el reto que te marcaste en un principio.

Si tu entrenamiento es bueno, tu competición será aún mejor. Intenta mejorar siempre, pero no te preocupes por las marcas.