DIEZ SUGERENCIAS...
PARA MODERAR
EL USO DE LA TELEVISIÓN
• Cambie la disposición del salón de su casa: que el sofá o la mesa del comedor no estén directamente «enfocados» hacia la televisión.
• Desplácela a un lugar menos visible, de modo que el hecho de verla suponga ya un esfuerzo (existen librerías-armario pensadas precisamente para guardarla cuando no se use).
• Nunca instale una televisión en el dormitorio o en la cocina. Confórmese con un solo receptor.
• Si vive en familia, establezca horarios y reglas de uso (si tiene niños, existen dispositivos que le permiten bloquear su funcionamiento temporalmente).
• Enciéndala a conciencia, sabiendo de antemano el programa que va a ver y nunca con la actitud de «a ver qué echan».
• Renuncie al mando a distancia y a la tentación del záping.
• Nunca cene ni coma con la televisión puesta (ni por supuesto adopte el hábito americano de la TV-dinner, cenar en el sofá con una bandeja de comida-basura, un litro de bebida refrescante y una bolsa de palomitas).
• Si tiene un vídeo, utilícelo como sustituto en vez de como complemento; al menos es usted el que elige y no sufre el incordio de la publicidad.
• Si decide renunciar totalmente a la televisión, sea paciente: el «síndrome de abstinencia» le durará como mínimo un mes.
• Si tiene niños, participe con ellos en un plan de actividades alternativas: desde jugar a las cartas a leer en voz alta, pasando por escuchar música, dibujar, hacer deporte, iniciarse en algún hobby, etc., etc.