Capítulo 98

De una manera extraña, me siento como el día en que perdí la virginidad. Recuerdo la sensación con toda claridad, mientras deambulaba por las calles de la ciudad, mirando escaparates. Sentía que una parte esencial de mí misma había cambiado para siempre. Y no podía evitar tener la sensación, por muy irracional que fuera, de que la gente se daría cuenta. Desde la dependienta que me preguntó si tenía cambio de veinte hasta la mujer que iba sentada junto a mí en el tren leyendo un artículo sobre THS, sentía que sabrían que me había ocurrido algo de vital importancia, como si lo llevara escrito en la cara.

Al meterme en el asiento trasero de un taxi, me pregunto si el conductor se dará cuenta de que alguien acaba de romper conmigo, alguien que me importa de verdad, por primera vez en la vida. Me pregunto si es consciente de cómo este hecho tan nuevo para mí lo ha cambiado todo.

—¿Se ha peleado? —pregunta, examinando mi ojo morado a través del espejo retrovisor.

—Sí —digo—. Es decir, no. Lo de mi ojo fue un accidente. —Miro por la ventana, sin ganas de hablar.

—¿Viene de esa boda que se celebra al final de la calle? —pregunta.

—Sí —murmuro.

—Es la tercera persona que ha asistido a esa boda que recojo hoy —dice, y entonces me doy cuenta de lo tarde que es—. Jesús. He visto cada cosa. La última llevaba un poncho. Parecía que acababa de salir de un spaghetti western.

Vale, puede que no se dé cuenta de lo que me pasa.

La cabeza me da vueltas al reclinarme y dejo de escuchar su voz. Lléveme a casa, pienso. Déjeme en paz.

Salgo del trance súbitamente, cuando el taxista hace sonar el claxon al encontrarse con alguien o algo. Al mirar por la ventana, me doy cuenta que por poco atropella a Grace y a Patrick, que caminan por el medio de la carretera.

—¿Podría detenerse un instante, por favor? —le digo al conductor, y cuando aparca bajo la ventanilla.

—¿Queréis ir en el taxi conmigo? —pregunto.

Van cogidos de la mano, pero Patrick no me mira a la cara.

—No, no —dice Grace—. De verdad, vamos en dirección contraria. Ya pararemos uno. ¿Va todo bien, Evie?

Vacilo.

—Hablamos mañana, ¿vale? —digo con voz temblorosa.

—Claro —contesta.

Se acurruca contra Patrick, pero su cara me dice que aún hay algo que no anda bien. No sé el qué. Y en estos momentos no me importa. Ya no soy capaz de seguir pensando en los problemas de Grace y Patrick.

Mientras seguimos nuestro camino, me doy cuenta de lo rápido que se me ha pasado la rabia que sentía hace un rato. Se ha convertido en un creciente dolor sordo que me hace padecer más que la ira en sí. O, ya puestos, que el gancho de izquierda de Valentina.

Esta noche ha llegado a su fin algo que hace cuatro horas me parecía lo más maravilloso que me había ocurrido nunca. Es el final, tonta de mí, que pensaba que no llegaría jamás. El final de mi historia con Jack. De su historia conmigo. La única relación estable que he tenido. Casi.

Soy consciente de la importancia de lo que me acaba de ocurrir y siento que se me llenan los ojos de lágrimas. Trato de detenerlas, pero tengo un nudo enorme en la garganta. Entonces las lágrimas corren por mis mejillas, como una cascada de aflicción.

Pienso en Jack, cuando me ha besado la cara hinchada con suavidad unas horas atrás, diciéndome que seguía siendo la mujer más hermosa que había conocido. Pienso en que me ha hecho sentirme muy segura. Muy especial. Muy querida.

Tengo el rostro cubierto por las lágrimas, pero siguen cayendo. Lloro como nunca había llorado antes. Noto que me falta la respiración y siento como si me hubieran arrancado el corazón y lo estrujaran cada vez más fuerte hasta derramar la última lágrima.

Miro por la ventana, pero no puedo pensar en otra cosa que no sea la imagen del rostro de Jack, ese atractivo rostro de ojos cálidos y boca tan suave. Se me ocurre que podría no volver a ver ese rostro.

Apoyo la cabeza en las manos y, aunque quiero disimular que estoy llorando, se me escapa un sollozo.

—No irá a vomitar, ¿verdad? —dice el conductor, mirando por el retrovisor—. Porque eso le costará veinticinco libras extras.

Damas de honor
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
sec_0093.xhtml
sec_0094.xhtml
sec_0095.xhtml
sec_0096.xhtml
sec_0097.xhtml
sec_0098.xhtml
sec_0099.xhtml
sec_0100.xhtml
sec_0101.xhtml
sec_0102.xhtml
sec_0103.xhtml
sec_0104.xhtml
sec_0105.xhtml
sec_0106.xhtml
sec_0107.xhtml
sec_0108.xhtml
sec_0109.xhtml
sec_0110.xhtml
sec_0111.xhtml
sec_0112.xhtml
sec_0113.xhtml
sec_0114.xhtml
sec_0115.xhtml
sec_0116.xhtml
sec_0117.xhtml
sec_0118.xhtml
sec_0119.xhtml
sec_0120.xhtml
sec_0121.xhtml
sec_0122.xhtml
sec_0123.xhtml
sec_0124.xhtml
sec_0125.xhtml
sec_0126.xhtml
sec_0127.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_000.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_001.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_002.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_003.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_004.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_005.xhtml