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No te entiendo
Como ya hemos comentado, la mayoría de problemas que surgen en la convivencia con el felino es por no comprender o no conocer su real forma de ser; el humano suele tener «la manía» de comparar todo: «A fulano le pasó lo mismo… pues eso es lo que me pasa a mí», si los humanos actuamos de tal forma, el gato también.
El antropomorfismo, intenta atribuir a todo lo que nos rodea características humanas, es un gran error; un perro es un perro con sus propias características; una vaca, tres cuartos de lo mismo… y por supuesto igual ocurre con el gato.
Para no llevarnos sorpresas, disgustos, desilusiones, lo mejor es saber cómo es un gato, qué necesita, por qué se comporta de esa manera. Si conseguiremos entenderlos, los problemas desaparecerán de nuestras vidas.