La vista
Los pequeños cachorros de gato al nacer son sordos y ciegos… estas claras deficiencias transitorias se ven cubiertas por un excelente olfato; el desarrollo ocular requiere de tiempo posnatal de desarrollo, porque el desarrollo ocular de un gatito recién nacido es aproximadamente equivalente al de un feto humano de cinco meses de gestación; cuando cumplen los diez días de vida, aproximadamente, su deficiencia visual comienza a ser olvidada con la apertura de los ojos. Está demostrado que el manejo precoz, que el contacto con la mano del hombre acelera el proceso de apertura ocular casi un día. Otros factores que influyen son la genética paterna, la exposición a la luz (los criados en ambientes oscuros abren los ojos antes), sexo del animal (las hembras antes que los machos), la edad de la madre (antes en cachorros de madres jóvenes). En ese preciso momento los pequeños felinos no ven con claridad, por lo que tardarán un tiempo variable en desarrollar de forma completa su refinado sentido de la vista.
Los cambios vasculares se producen a las tres semanas, lo que provoca un repentino aumento de la capacidad óptica; existen reflejos oculares que se manifiestan incluso antes de la apertura de los ojos, como el reflejo palpebral (de los párpados), que aparece a los tres días de vida.
El control de la pupila se produce a las veinticuatro horas de la apertura de los ojos y tarda entre dos y tres días en controlarse de forma perfecta. la percepción de la profundidad se experimenta a los doce o catorce días de la apertura ocular, y podemos decir que el gato dispone de una visión óptima y binocular a los cuarenta y cinco o cuarenta y ocho días.
El color de los ojos del animal comienza a cambiar a partir de los veintitrés días.
El que todos los gatos adultos tengan una cierta miopía se debe a las dimensiones anatómicas de su globo ocular:
- De 20 a 22 milímetros. En dirección anteroposterior.
- De 19 a 20,7 milímetros. En el eje vertical.
- De 18 a 21 milímetros. Transversalmente.
Aunque durante mucho tiempo se había pensado que los gatos sólo veían en blanco y negro, podemos asegurar que, aunque no les aporte gran cosa, sí son capaces de identificar los colores, principalmente el azul y el verde. De todas formas, en lo que sí parece que la mayoría de los autores están de acuerdo es en que los gatos no muestran un gran interés hacia los colores y sí hacia el movimiento de los objetos, sea cual sea su color.
La mayoría de los animales domésticos, con la clara excepción del gato, tienen una visión relativamente pobre comparada con el ser humano; una de las características que hacen que el gato esté dotado de una excelente visión es el tener los ojos en la parte delantera de la cara (como el hombre); ello le permite disponer de visión binocular, lo que quiere decir que el campo visual es abarcado al mismo tiempo por los dos ojos; esta característica les permite calcular de forma casi perfecta las distancias, algo que podemos evidenciar, por ejemplo, en la seguridad de sus saltos.
En lo que sin lugar a dudas el felino supera sobradamente al hombre (50 por ciento más), es en la visión nocturna: los bastones (células fotorreceptoras del ojo) que posee el gato, así como su capacidad de abrir su pupila hasta tres veces más que el ser humano, permiten una visión envidiable en la oscuridad. Este especial sistema se complementa con el tapetum lucidum, estructura en el fondo de ojo del animal, que permite un mayor aprovechamiento de la escasa luz.
Y otra gran ventaja del gato en lo referente a la visión es su capacidad de cerrar la pupila en forma vertical ante una luz deslumbrante; con ello consigue que el haz luminoso que penetra en el ojo pueda ser mínimo; si a esto le añadimos que el gato realiza un cierre de los párpados acompañando al cierre vertical de la pupila, podemos decir que el gato posee uno de los mejores filtros solares para proteger la vista que existen en la naturaleza. El único inconveniente es que en este estado, sus ojos sólo son capaces de apreciar imágenes borrosas.
Pero no todo en la vista de los felinos es perfección… la agudeza visual es más certera en un entorno de 75 centímetros, pero aun así detecta fácilmente, tanto de día como de noche, una presa a gran distancia.