A RAFAEL, MI HERMANO[108]
Mi Rafael, el tiempo nos condena
a vivir en el ansia y en el viento;
lo mejor y peor son un momento
y siempre es pronto si la vida es buena.
Y no es seguro nada, y la cadena
no liga a la hermosura, sí al aliento;
todo tiene su música y su cuento
y buena va la vida mientras suena.
Lo demás, esperar. No de los hombres.
Materia de esperanza no procuran
aunque hechos estén de su sustancia.
Las rosas como son[109]. Sus varios nombres
les prestan su apariencia mientras duran.
Memoria de un olor es su fragancia.