A nuestros amigos y lectores[79]
11 de octubre de 1938
El primer número de Clave recibió una cálida e inequívoca respuesta por parte de los obreros avanzados y los intelectuales revolucionarios de México. Todos los revolucionarios, es decir los verdaderos revolucionarios, no los charlatanes o intrigantes, esperaban la aparición de un periódico marxista.
Los acontecimientos de la época actual son muy complejos y significativos. No se puede considerar a México ni a Latinoamérica aislados del torbellino de la situación mundial. En España se suprimió la literatura marxista, no sólo bajo Franco sino también bajo Stalin-Negrín[80] Entre todos los países de habla hispana, México es prácticamente el único en el que existe libertad para difundir la palabra marxista. Esta situación internacional asigna un rol dirigente a los marxistas mexicanos, no sólo respecto a América Latina sino a la misma España y a la creciente emigración española a todos los países del Viejo y del Nuevo Mundo. Las grandes ocasiones implican grandes obligaciones. La historia asignó serias responsabilidades a los marxistas mexicanos.
El llamado Partido «Comunista» de México sufre la misma degeneración que las demás secciones de la Comintern. Dejó definitivamente de ser el partido de la vanguardia proletaria para pasar a ser el de la pequeña burguesía conservadora. Un sector de la pequeña burguesía, como todo el mundo sabe, busca su salvación en el Papa de Roma; otro sector, más osado, la busca en el Führer de Moscú. El valor teórico del stalinismo no es superior al del catolicismo. No es casual que una reciente encíclica de Moscú llame a la fraternización entre stalinistas y católicos. No es casual que el anodino periódico stalinista haya cambiado su nombre de Machete, conocido por su comprometido pasado, por el mucho más respetable de Voz de México, que era a la vez el nombre del periódico de la reacción católica.
La literatura que publica Lombardo Toledano a costa de la CTM (pero no en beneficio de ésta) no es mucho mejor que la literatura «católico-comunista» publicada por Laborde y Cía. El marxismo es una doctrina científica y al mismo tiempo una guía para la acción. Para aplicar correctamente esta doctrina hay que estudiar conscientemente los acontecimientos desde el momento en que surgen y a través de todo su desarrollo.
En nuestra época es especialmente importante el estudio científico de las diversas tendencias del imperialismo mundial. Éste es ahora el factor histórico de mayor peso, el que determina el destino que sufrirán los pueblos avanzados y los atrasados, el que está arrojando la civilización al abismo de una nueva guerra. La banda de Lombardo Toledano ignora hasta el abecé del marxismo y no siente la menor necesidad de empezar a familiarizarse con él. Estos caballeros se dedican a utilizar de vez en cuando las fórmulas marxistas para ocultar a los obreros sus ambiciones, sus apetitos y sus intrigas. Esta especie de literatura compromete hasta el nombre mismo del marxismo y envenena a la opinión pública progresiva.
En estas condiciones resulta doblemente necesario e importante un auténtico foro marxista. Se debe restablecer el verdadero socialismo científico. Todos los revolucionarios que piensan recibieron el primer número de nuestra revista como una ráfaga de aire fresco en una atmósfera contaminada por las imitaciones y falsificaciones seudo marxistas. La simpática bienvenida que nos dieron nuestros amigos y lectores nos da fuerzas y redobla nuestra confianza en que estamos siguiendo el camino correcto.
Muchos lectores se quejaron de la pobreza tipográfica de nuestra publicación; también por su formato inadecuado, los caracteres demasiado pequeños, etcétera. Reconocemos que estas quejas se justifican plenamente. La razón fundamental de los defectos técnicos de Clave es nuestra falta de fondos. No recibimos subsidios del Papa de Roma ni del de Moscú ni de ninguna otra fuente secreta. A diferencia de algunas publicaciones seudo marxistas, podemos rendir cuentas ante nuestros lectores de cada centavo que gastamos. (Desgraciadamente tenemos muy poco para gastar). Los fondos los proveen los editores y sus amigos. Con la firme convicción de que el número de nuestros lectores aumentará infinitamente, les pedimos, o mejor dicho les imploramos, que nos presten su apoyo material y moral. Así lograremos no sólo aumentar el contenido de nuestra revista, sino también mejorar considerablemente su aspecto.
¡Amigos de Clave, ustedes tienen la palabra!