Por una valiente reorientación[333]
16 de junio de 1939
Estimado amigo:
Acabo de recibir la carta de Goldmann. En lo que respecta al centro marxista, es una cuestión puramente táctica y creo que en este problema podemos darle al SI libertad total para maniobrar[334]. No veo que se pueda hacer ninguna objeción de principios por la repetición del experimento de contacto directo con los centristas ocupados en la creación de la nueva internacional. Nuestros representantes nada pueden perder y sí ganar algo si se mantienen firmes en la esencia y flexibles en la forma.
La situación prebélica, la agravación del nacionalismo, etcétera, son obstáculos naturales en nuestro desarrollo y profunda causa de depresión en nuestras filas. Pero ahora hay que subrayar que cuanto más pequeñoburguesa sea la composición del partido, más dependiente será éste de los cambios que se produzcan en la opinión pública oficial. Es un argumento adicional para marcar la necesidad de una activa y valiente reorientación hacia las masas. (La cuestión negra adquiere nueva importancia. Es difícil que los negros sean patriotas en la próxima guerra).
Los razonamientos pesimistas que menciona en su artículo son, por supuesto, un reflejo de la presión patriótica y nacionalista de la opinión pública oficial. «Si el fascismo triunfa en Francia… si el fascismo triunfa en Inglaterra…», etcétera. Las victorias del fascismo son importantes, pero más importante aún es la agonía del capitalismo. El fascismo acelera la nueva guerra y ésta acelerará tremendamente el movimiento revolucionario. En caso de guerra, cada pequeño núcleo revolucionario puede y debe convertirse a breve plazo en un factor histórico decisivo. Es vergonzoso que los revolucionarios vean sólo un aspecto del actual proceso histórico, el oscuro, el reaccionario, e ignoren la proximidad de un desenlace general en el cual la Cuarta Internacional tendrá que jugar el mismo papel que jugaron los bolcheviques en 1917.
Fraternalmente,
Trotsky